ᏟᎪᏢᏆᎢᏌᏞᏫ 32

675 41 14
                                    

Tras aquello, yo me recosté sobre su pecho desnudo, realmente terminé agotada y no habían pasado ni cuatro horas desde que me desperté aquella mañana. Él por su parte tenía los ojos cerrados y su respiración era relajada, pero no estaba dormido ya que dejaba caricias en la parte baja de mi espalda.

- Siento interrumpir este momento pero, ¿al final que ha pasado con aquella presencia que sintió Xiao en el Bosque de Piedra Guyun?- Pregunté, recordando la razón por la que ambos adeptus tuvieron que volver a Liyue antes de lo previsto.

- Pues hemos decidido no entrometernos por el momento. Como sabrás, después de lo de Osial, las Siete Estrellas decidieron que querían ser ellos los que se encargasen de la seguridad de la nación y yo respeto su decisión. Sin embargo, eso no significa que si las cosas se salen de control no tengamos un plan de contingencia.

- Entiendo.- Dije, procesando su postura al respecto. Entedía por un lado que quisiera respetar el deseo de las Qixing de proteger Liyue con su propia fuerza. Pero por otro lado, no entendía cómo podía confiar tan ciegamente en que pudiésen contener esa presencia desconocida sin los adeptus.- Sin embargo, se acerca el Rito de la Linterna, así que deberían de tener cuidado no solo con los daños materiales que esta batalla pueda dejar, sino también con las bajas que pueda ocasionar. La gente estará deambulando por las calles y por el puerto sin saber que hay una amenaza inminente al acecho.

- Así es, tendremos eso en cuenta, definitivamente. Xiao ha decidido que esperará en la Cordillera Tianheng al margen de todo y que, en caso de que la situación se complique; entrará en acción. Yo he dado mi visto bueno, Preservadora de Nubes y el Escultor de la Luna también están al tanto de la situación y vigilaran Liyue desde distintos flancos para notar el más mínimo cambio en el lugar.

- Parece un plan bastante sólido, entonces, no me preocupo.

- También he oído que Ningguang planea reconstruir la Cámara de Jade, según me mencionó Ganyu, planea iniciar un concurso para recavar todos los materiales necesarios para su construcción.

- ¿Un concurso? Vaya con la Señorita Ningguang, veo que está muy ocupada. Entonces, ¿cuál es la recompensa de dicho concurso?- Le pregunté por curiosidad, tal vez sería algo que valiese la pena, aunque tratándose de Ningguang, desde luego estaría a la altura de nuestras expectativas.

- Pues creo que el ganador puede hacerle la pregunta que desee. Tal vez a Lumine le interese, si está buscando a su hermano, Ningguang tiene ojos y oídos por todo Teyvat, así que sería una buena oportunidad.- Me detuve a pensarlo por un momento, tal vez si valía la pena participar en ese concurso. Entonces, deberíamos volver a Liyue cuanto antes para participar. Aunque debería comentárselo primero a Lumine y ver si cree que vale la pena.

- Bueno entonces se lo comentaré y probablemente le parecerá buena idea. Ahhh... extraño Liyue...- Dije en un susprio cansado, aquellos días me habían resultado agotadores; mis ganas de volver a la rutina eran cada día mayores. Quiero decir, me gustaban los viajes espontáneos, pero hacer encargos para el Gremio de Aventureros y llevar una vida tranquila también era de mi agrado.

- Bueno, Liyue también te extraña...- Mencionó él, yo reí ante su manera indirecta de decirme que me echaba de menos,

- ¿Liyue? ¿Las ciudades te pueden echar de menos? Vaya, no lo sabia.- Dije sin parar de reírme, él me dió un suave golpecito en el hombro a modo de molestia pero yo seguí riéndome.

- Deja de reírte, ya no te digo nada más.- Dijo molesto, pero sin embargo sonreía. Yo seguí riéndome.

- Perdona, perdona, sabes que me río porque me parece muy lindo como expresas tus emociones.- Me separé un poco para mirarle a los ojos.

- Desde luego, uno vive seis mil quinientos años para parecer adorable.- Suspiró. Yo le di un pequeño beso para que no se molestara.

- Bueno muy a mi pesar, creo que debo ir a ver a Lumine y debería ir a hablar con Raiden antes de irme a Liyue.- Él me miró fijamente al mencionar el nombre de la arconte.

- ¿Y tú qué tienes que hablar con una persona que intentó matarte en reiteradas ocasiones?

- Vamos cielo, sabes que eso fue cosa de la coacción de los Fatui y de que apenas habíamos hablado con ella.- El suspiró por mi cabezonería.

- Bueno, no hay forma de disuadirte. ¿Puedo acompañarte? También tengo un asunto que tratar con ella de hecho.

- Ah y ¿puedo saber cuál?

- No, de hecho, porque tiene que ver con el contrato que se supone que ya me he saltado contándote la existencia del mismo. Porfavor, no me hagas buscarme problemas con Celestia.- Dijo resignado, yo simplemente no insistí, no quería que se sintiera culpable por ocultarme algo de lo que no podía hablar.

- No te preocupes no te culpo por no poder hablarme de ello. Lo hablaremos cuando llegue el momento en el que puedas hablarlo. Así que, puedes venir conmigo al Tenshukaku a hablar con Ei. Por cierto, de camino ¿podemos parar en alguna cafetería? No he desayunado...

- Pero _________, por qué no me has dicho nada.- Dijo, no le hacía ninguna gracia que no me cuidase.

- Bueno, estuve muy ocupada en otro tipo de asuntos las últimas horas. Asuntos que requerían mi completa atención Señor Rex Lapis...

- No trates de hipnotizarme con esos preciosos ojos que tienes porque sabes que lo consigues. Y no quieres que nos retrasemos más ¿verdad?

- A ver.... no creo que pase nada por unos minutitos... ¿No?- El de ojos dorados comenzó a repartir besos por toda mi clavícula, sí, sin duda íbamos a retrasarnos un poquito más.

***********************************************************************************************

𝖬𝗂𝗋𝖾𝗇 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗈𝗒 𝗒𝗈 𝗅𝖺 𝖾𝗌𝖼𝗋𝗂𝗍𝗈𝗋𝖺 𝗒 𝗁𝖺𝗌𝗍𝖺 𝗒𝗈 𝖾𝗌𝗍𝗈𝗒 𝖿𝖺𝗇𝗀𝗂𝗋𝗅𝖾𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗉𝗈𝗋 𝗅𝗈 𝗅𝗂𝗇𝖽𝗈𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗈𝗇 𝗆𝗂𝗌 𝗉𝖺𝖽𝗋𝖾𝗌, 𝖽𝗂𝗀𝗈, 𝗅𝗈𝗌 𝗉𝗋𝗈𝗍𝖺𝗌 :𝗉 𝖤𝗌𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝖾𝗌 𝗀𝗎𝗌𝗍𝖾 𝖾𝗌𝗍𝖾 𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗒 𝗊𝗎𝖾 𝗍𝖾𝗇𝗀𝖺𝗇 𝗎𝗇 𝗅𝗂𝗇𝖽𝗈 𝖽𝗂́𝖺, 𝗅𝖾𝗌 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝗈 𝗆𝗎𝖼𝗁𝗈 <𝟥

ƐL ARƬƐ ƊƐ ƝO QUƐƁRARSƐ - ƵнσηgƖι x RєαɗєяDonde viven las historias. Descúbrelo ahora