ƐL ARƬƐ ƊƐ ƝO QUƐƁRARSƐ - ƵнσηgƖι x Rєαɗєя

ᏟᎪᏢᏆ́ᎢᏌᏞᏫ 10

- Tienes que estar de coña.- Lancé al aire, evidentemente me escuchó.

- Eres libre de no escucharme si es lo que realmente quieres, puedes darte la vuela e irte.- Dijo el castaño, no debió haberme retado.

- De acuerdo.- Dije empezando a caminar, apartando mi vista de el y alejándome. Pero tres pasos después me detuve suspirando, confiaré en él una vez más.

- Escucha, voy a confiar en ti una vez, pero oh dios como te atrevas a manipularme de nuevo me da igual que seas un Arconte, pienso encargarme de ti yo misma.- El soltó una risa, lo cual me sacó una leve sonrisa que traté de reprimir pues estaba completamente en serio.

- Quiero que me acompañes al Pantano Dihua, hay algo que deberías saber.- Dijo él volviendo a su tono serio de siempre.

- De acuerdo, vamos te sigo.- Le dije, para colocarme a su lado mientras comenzábamos a caminar.

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- Esos lirios de cristal son tan bonitos.- Dije comentando el paisaje, él me miró con nostalgia, como si estuviese viendo a través de mi alma.

- Tenía la corazonada de que te gustarían.- Dijo, y como vio que no dije nada siguió.

- Supongo que te debes estar preguntando por que te traje a este lugar.- Yo asentí, mirándolo curiosa.

- Hace ya muchísimo tiempo, no era tal y como lo concemos hoy en día, era precioso. Pero... Durante la guerra de los arcontes su diosa... Perdió la batalla.

- Parece que te duele hablar de ello, ¿tenías una relación cercana con ella?- Él solto una risa más parecida a un suspiro de anhelo que a una risa en sí.

- Ella era fascinante, inteligente, perspicaz y de bondad infinita...Pero débil. Por lo que requería de mi ayuda a la hora de librar sus batallas.  Durante la guerra fuimos buenos aliados, ella era la inteligencia y yo la fuerza. Pero un día, atacaron la zona que a día de hoy conocemos como el Pantano Dihua, convirtiéndola en lo que ves ahora. A mí me dió tiempo a refugiar a nuestra gente pero cuando quise ir a salvarla...

- Era demasiado tarde...- Dije yo por él, este asintió levemente.

- Zhongli...Lo...lo lamento tanto en serio, pero no tienes la culpa de lo que pasó y mucho menos de que ella...- No pude terminar la frase, no quería herirle más.

- Lo sé, no fue mi culpa, pero sin embargo no puedo evitar plantearme que hubiese pasado si hubiese estado yo en su lugar.

- ¡Dios cierra la boca! ¿A caso te escuchas?- Le dije notablemente molesta, cosa que le sorprendió.

- Si tu hubieses muerto ese día, Liyue no sería la ciudad próspera que conocemos hoy en día, los adeptus no tendrían a nadie que les guiara y yo...Yo no te hubiese conocido. No la conocí a ella, seguro que era una mujer magnífica pero no dejaría que todo el presente se esfumase así como así.- Él me sonrió y se acercó a mí.

- Te pareces tanto a ella y sin embargo eres tan diferente que resultas fascinante ____________.- Dijo mientras que con su mano derecha colocaba uno de los mechones de mi pelo tras mi oreja. No podía articular palabra, estaba completamente sorprendida por la faceta de sí mismo que me estaba mostrando.

- ¿Qué tratas de-

Justo cuando iba a terminar la frase dejo un cuidadoso beso en mis labios, dejándome sin habla. Era desde luego uno de novela, esas novelas en las que los protagonistas pasan de no conocerse a amarse. ¿A caso me estaba besando porque le recuerdo a su amada fallecida? ¿O era porque me quería? Eso es imposible porque iba a fijarse un arconte en una mortal cualquiera. Su voz me sacó de mis pensamientos.

- No... Definitivamente eres única  ________________.

- No hagas eso.- Le dije, el solo me miró confundido.

- ¿Que no haga qué?

- Pretender que te gusto, cuando me miras solo ves el recuerdo de lo que alguna vez amaste.- Dije, apartando la mirada de él. Pero se volvió a acercar a mí, tomando suavemente mis mejillas.

- Jamás en toda mi eternidad pensé que volvería a sentir de la manera en la que Guizhong me hizo sentir. Pero apareciste tú. No te quiero a mi lado porque te parezcas a ella en cuanto a tu carácter, me pareces fascinante por quien eres en realidad. No suelen importarme trivialidades mortales como el amor, pero desde que apareciste en mi vida hace unos días en lo único que soy capaz de pensar es en el cuándo volveré a verte _______________.- Dijo, haciendo que mis ojos se cristalizasen levemente y causándome una sonrisa, por lo que le abracé fuertemente escondiendo mi cabeza en el hueco de su cuello.

- ¿Eres consciente de que no podré estar contigo durante toda la eternidad verdad?- Le dije entristecida.

- El día en el que me dejes, estoy completamente seguro de que tu recuerdo brillará como el oro en mi memoria querida. Prometo estar a tu lado hasta tu último aliento.

- ¿No te arrepentirás?

- Oh pero que tenemos aquí, la valiente y atrevida ____________ puede llegar a ser insegura...

- Maldita sea cierra el pico.- Dije, apartándome de él, y él solo volvío a posicionarse a mi lado pasando su brazo alrededor de mi cintura mientras comenzábamos a caminar de regreso a Liyue.

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No sᥱ ρodrᥲ́ᥒ qᥙᥱjᥲr ᥣᥱs trᥲjᥱ dos ᥴᥲρίtᥙᥣos hoყ, ᥱᥒ fιᥒ ᥱsρᥱro qᥙᥱ ᥣᥱs gᥙstᥱ, mᥱ tomó mᥙᥴho tιᥱmρo ᥱsᥴrιbιr ყ rᥱᥱsᥴrιbιr ᥱstᥱ ᥴᥲρίtᥙᥣo bᥙsᥴᥲᥒdo ᥣᥲs ρᥲᥣᥲbrᥲs ᥲdᥱᥴᥙᥲdᥲs, sιᥒ mᥲ́s ᥱsρᥱro qᥙᥱ todxs ᥱstᥱ́ᥒ bιᥱᥒ ყ qᥙᥱ ρᥲsᥱᥒ ᥙᥒ bᥙᥱᥒ dίᥲ/tᥲrdᥱ/ᥒoᥴhᥱ <333