ƐL ARƬƐ ƊƐ ƝO QUƐƁRARSƐ - ƵнσηgƖι x Rєαɗєя

ᏟᎪᏢᏆᎢᏌᏞᏫ 26

Ya nos encontrábamos en la ubicación perteneciente a los Fatui, el ambiente era tenso, pues los últimos acontecimientos habían sido un golpe duro. El lugar estaba en su mayoría lleno de tuberías enormes y oxidadas y de materiales coml matraces, probetas, etc. Sin embargo, parecía que llevaba tiempo sin ser empleado por la organización, ya que parecía algo descuidado.

- Deberíamos ir con cuidado, no sabemos si hay soldados Fatui aquí, y de ser el caso, a cuántos nos enfrentamos.- Dije, avisando a Lumine a medida que nos adentrábamos en el edificio, mi amiga solamente asintó, posicionando su mano sobre la empuñadura de su espada.

Justo cuando llegamos al una habitación sin salida y sin ventanas, pudimos notar que la visibilidad cada vez mas reducida, esta vez no por la falta de luz, sino por el humo que había comenzado a salir de las tuberías que teníamos detrás nuestra.

- Mierda, si no encontramos nada importante aquí en los próximos cinco minutos tenemos que salir Lumine. Sino, nos asfixiaremos con todo es te humo.- Dije yo preocupada.

- Ay querida amiga mía, me hiere que no me consideres algo importante.- Esa voz, tenía claro a quien pertenecía. Agarré mi lanza y retrocedí instintivamente, Lumine también sacó su espada y se puso alerta; mientras que Paimon solo se escondió tras nosotras.

- Eres Scaramouche, ¿no es así?- Preguntó Lumine, a lo que yo respondí con un sonido de afirmación.

- Veo que mi fama me precede. Así es, y tú debes de ser la razón de todos mis problemas e inconvenientes hasta el momento en Inazuma.

- Lumine, mi nombre es Lumine.

- Bueno, por mucho que me gustaría charlar con ambas damiselas, no tengo tiempo. En unos segundos, tal vez unos treinta, perderán la consciencia por el humo que podrán haber notado, en realidad es un gas altamente nocivo; pero yo no soy humano, así que no tengo que preocuparme.

- Maldito demente, ¿qué quieres de Inazuma?

- A ti eso no te importa, querida ______.

Me cansé de discutir y pasé a la acción, no iba a perder aquí. Le lancé una de mis dagas bañada en el elemento pyro, lo cual lo tomó por sorpresa. Pero no tardo en reaccionar con un ataque electro el cual Lumine frenó con su espada. Peleamos sin descanso hasta que empezamos a sentirnos demasiado cansadas para seguir, apenas podía mantener los ojos abiertos y sentía como pronto iba a perder el conocimiento. Justo cuando estaba apunto de desmayarme, unos totems electro en forma de zorro aparecieron y, tras ellos, una señorita de larga cabellera rosa y orejas de kitsune. ¿Quién se suponía que era ella?

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Poco a poco notaba como iba recobrando la consciencia, mientras que escuchaba voces que sonaban bastante lejanas a mí, incluso si sus respectivas interlocutoras no estaban lejos de mí. Me incorporé lentamente para encontrarme a Lumine hablando con la mujer kitsune que había aparecido en escena poco antes de que perdieramos el conocimiento.

- Vaya vaya, parece que alguien ya se ha despertado.- Dijo la kitsune.

- ¡_______! Estaba muy preocupada por ti...- Exclamó Lumine, quien se acercó a mí para comprobar cómo me encontraba.

- No te preocupes, hace falta más que un enano con problemas de gestión de la frustración para acabar conmigo.- Dije, lo cual divirtió a ambas presentes, soltando unas risitas.

- Me alegra saber que estás bien, ahora, me presento. Mi nombre es Yae Miko, soy la Sacerdotisa del Santuario Narukami, os he traido hasta aquí, porque en vista de que os enfrentásteis a Raiden en su momento, me gustaría que lo volviérais a hacer.- A Lumine, a Paimon y a mí se nos quedaron los ojos como platos. Al menos la sacerdotisa kitsune iba directa al grano.

- Disculpe, señorita Yae, pero por mucho que admire su convicción, me temo que no entiendo por qué la sacerdotisa del Santuario Narukami nos pediría que nos enfrentáramos a su divinidad.

- Lo cierto es que dicho así parece carecer de coherencia. Pero os lo pido precisamente porque conozco a mi deidad, hace mucho tiempo, manteníamos una estrecha relación, la cual sigo atesorando en mi memoria. Pero, desde hace unos años, Ei se ha encerrado en sí misma hasta el punto de que ya no sabe que está ocurriendo en Inazuma. Por eso, os pido que, con mi ayuda, la enfrentéis para que entre en razón.- Lumine y yo nos miramos, lo que decía Yae tenía sentido en cierto modo, cuando peleamos contra la Raiden Shogun, pude notar que había algo que estaba conteniendo. Tal vez se contenía a sí misma.

- Está bien pero, ¿cómo se supone que vamos a enfrentarnos a Raiden? No podemos simplemente entrar en el Tenshukaku sin llamar la atención de todo el Shogunato, ¿o sí?

- Eso es cierto, ya tuvimos un enfrentamiento con las fuerzas del Shogunato dirigidas por Koujou Sara en la Isla Watatsumi, así que sería una molestia tener que volernos a enfrentar.

- Estoy muy al corriente de vuestra relación con las tres facciones del Triunvirato. Pero no os preocupéis, si mis estimaciones son correctas, estarán todos demasiado ocupados combatiendo a los soldados Fatui como para preocuparse por quién entra y sale del Tenshukaku. La Signora cree que ha trazado un plan impresionante, pero lo cierto es que le quedan algunas lagunas de por medio.- Dijo con una sonrisa felina.

- Estaría bien que nos pusieses entonces al corriente de dicho plan. Tenemos unas cuentas que ajustar con ella.- Mencionó Lumine, yo le dí toda la razón.

- Bueno, entonces acompañadme, os pondré al corriente mientras os enseño el por qué no pudisteis vencer a Ei la última vez.

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Tercerα αctuαlızαcıón de hoч, pero reαlmente tenı́α gαnαs de contınuαr estα hıstorıα, αsı́ que me αlegro de poder seguır αctuαlızαndo α un buen rıtmo! Espero que dısfruten este cαpı́tulo <3