ƐL ARƬƐ ƊƐ ƝO QUƐƁRARSƐ - ƵнσηgƖι x Rєαɗєя

ᏟᎪᏢᏆ́ᎢᏌᏞᏫ 25

Lumine y yo habíamos decidido dividirnos la investigación acerca de la distribución de engaños, parece ser que las advertencias de Tartaglia eran genuinas. Kokomi le dio el título de Capitana del Escuadrón Pez Espada número no se cuantos a Lumine para que averiguara lo que pensaban los soldados respecto a la aparición de estos extraños artilugios. Mientras tanto yo me encargaría de recabar información acerca de las recientes actividades de los Fatui en Inazuma, así que empecé por registrar todos los posibles lugares que pudiesen servirles como base de operaciones.

- Parece ser que uno de los heraldos tiene un laboratorio subterráneo en Watatsumi, a pesar de que está bien escondido, no debería ser demasiado difícil acceder a él.- Dije, informando a Lumine de mi reciente hallazgo.

- De acuerdo, pero debería ir contigo, no quiero que te metas tu sola en una propiedad de los Fatui prácticamente a ciegas; no sabemos que te espera ahí dentro así que es mejor ser precavidas.

- Pero, ¿tú no tienes un escuadrón que dirigir?

- Sí pero puedo decirle a Teppei que es uno de los chicos de mi escuadrón que les eche un vistazo mientras dure mi ausencia, confío en que sabrá que hacer.

- De acuerdo, entonces hablemos con él de camino al lugar, no está muy lejos del centro de Watatsumi.

- ¡Paimon también os acompañará! Paimon no quiere que os pase nada malo...

- Por supuesto que puedes venir Paimon, sólo prométenos que tendrás cuidado, sabes como son los Fatui.- La pequeña seelie asintió y nos dirigimos al laboratorio subterráneo mientras hablábamos sobre las posibles amenazas con las que podríamos encontrarnos una vez dentro del mismo.

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Lumine y yo le pedimos a Paimon que nos esperase puesto que íbamos a pedirle al tal Teppei que por favor se hiciera cargo del escuadrón durante la ausencia de Lumine. Pero para cuando llegamos, no tenía muy buen aspecto, me refiero a que creo que mi compañera me había mencionado que se trataba de un chico joven y muy capaz; y sin embargo nos encontramos con un hombre que aparentaba avanzada edad y baja forma física. Lumine, muy sorprendida ante la apariencia de su amigo y subordinado, se precipitó a comprobar si estaba bien.

- ¡Teppei! ¿Te encuentras bien? No lo pareces.

- Lumine, pero por supuesto que me encuentro bien. Me he vuelto más fuerte en combate últimamente, todo gracias a esta visión nueva. Por cierto, ¿quién es tu amiga?

- Mi nombre es ___________, un placer. Perdona siento no presentarme como es debido pero, acabas de mencionar una visión nueva. ¿Me dejarías echarle un vistazo?- Teppei dudó, pero al final me extendió lo que parecía ser una visión pyro proveniente de Snezhnaya. Claramente para una persona normal o que no supiese lo que era un engaño, podía parecer una visión corriente; pero estaba claro que tenía toda la pinta de ser obra de los Fatui.

- Es un engaño.- Dije mirando a Lumine, quien sabía que no le quedaba mucho tiempo al joven que ahora ya no era tan joven.

- Mierda, Teppei, ¿cómo conseguiste esta visión?

- Pues... un joven que parecía ser nativo de aquí y llevaba un sombrero, se hacía llamar a sí mismo el baladista.

- El sexto heraldo, Scaramouche. Ese maldito impresentable iba en serio.

En ese momento, el soldado empezó a toser sin parar, hasta que sacó fuerzas para poder decirle unas palabras a Lumine.

- Capitana, avíseme cuando estén listos nuestros uniformes y yo mismo los iré a recoger para que podamos probárnoslos juntos. ¿De acuerdo?- La mirada de Lumine era una mezcla de emociones, pero destacaban la tristeza y la frustración, supongo que por no poder ayudar a su amigo. Lo cierto es que yo lo acababa de conocer, pero parecía ser un buen chico, no merecía que su vida acabara como un medio para los fines de los Fatui.

- De acuerdo Teppei, puedes descansar mientras tanto ¿vale? No tienes nada de que preocuparte, estamos aquí.- En ese momento tanto Kokomi como Gorou aparecieron apresuradamente, pero parece que ya era demasiado tarde. La mirada en los ojos de Teppei se había apagado por completo y su engaño había dejado de brillar.

- ¡Maldición no es justo!- Dijo Lumine llena de rabia.

- ¿Qué ha ocurrido?- Preguntó Kokomi visiblemente preocupada, mientras que Gorou se acercaba para comprobar como estaba Teppei; encontrándose con que ninguna de sus constantes vitales estaba activa.

- Los fatui están matando a demasiada gente, volviéndolos medios para sus fines, es hora de ponerle punto y final a esto. Kokomi, Gorou, os explicaremos todo esto una vez que demos el asunto por resuelto, pero ahora solo debéis centraros en cuidar del bienestar de Watatsumi, de sus habitantes y de sus tropas. Nosotras nos encargaremos de acabar con los Fatui.- Mencioné, los dos mencionados solo afirmaron y nos desearon suerte. Lumine, Paimon y yo nos dirigimos a toda prisa hacia el laboratorio del Dottore, íbamos a zanjar esto de una vez por todas.

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Ay mi pobre Teppei, no se merecíɑ ɑcɑbɑr ɑsí, sigo triste por eso. Pero bueno, espero que disfruten de este cɑpítulo y que reɑlmente les guste! Un sɑludo y espero que tengɑn un díɑ geniɑl ^^