ƐL ARƬƐ ƊƐ ƝO QUƐƁRARSƐ - ƵнσηgƖι x Rєαɗєя

ᏟᎪᏢᏆ́ᎢᏌᏞᏫ 20

- ¿Quieres decir que prefieres que vayamos a proteger Liyue en lugar de protegeros a vosotras?

- Zhongli, vamos, tú siempre vas a seguir siendo Morax, aunque ahora vivas una vida mortal. Y Liyue va a necesitar a Morax si las cosas se ponen feas, así que deberías permanecer junto con la nación que tú mismo levantaste.

- ¿Pero...Qué hay de tí? ¿Y si te pasa algo? Lo que dijo Childe solo es un peligro más para ti y créeme los Fatui no bromean, cuando van a por ti, siempre sales malparado.- Yo coloqué una de mis manos en su mejilla, para dirigir sus ojos ámbar, brillantes por la preocupación, hacia mí. Mientras que él no dudó ni por un momento en posar su mano sobre la mía cuidadosamente para que no la retirase.

- Zhongli, este mundo está lleno de peligros, y a veces no nos queda más remedio que afrontarlos de la manera más incómoda posible. Claro que quisiera tenerte a mi lado para que el miedo fuese solo una ilusión lejana y ajena a mí, pero se comprender que tienes tu deber y tus principios. Así que no te preocupes, a esta historia aún le queda bastante trama.

- Eres tan... comprensiva... Me pregunto cómo es posible que un alma como la tuya haya acabado al lado de la mía, que respira tranquila pero poco a poco más agotada.

- La erosión no va a acabar contigo, no ahora, no puedes rendirte cuando Liyue te necesita, eres el Arconte Geo...

- Yo ya renuncié a ese título y perdí mi Gnosis, en teoría, Liyue es ahora más similar a Khaenri'ah en sus años de gloria que cualquier otra nación de Teyvat.

- Pero te niegas a renunciar a tu nación, no me priorices a mí ahora, ve y demuestra que sigues preocupándote como si aún fuese el pequeño pueblecito que empezó siendo. No intentes pretender que no te preocupas, puedes fingirlo con el resto, pero no conmigo, no va a funcionar.

- Hm... Supongo que tienes razón- Dijo, para después soltar un suspiro de agotamiento.- Pero antes de que me tenga que ir, quisiera darte algo, que te recuerde que el peligro no debe ser más que una ilusión para ti mientras yo siga existiendo ¿de acuerdo?- Yo asentí, pero confundida, no sabía a que se refería exactamente.

- ¿Darme algo? ¿Qué quieres decir?- El soltó una de sus cálidas risas que me hacían sentirme mejor con tan solo escucharlas.

- Quiero que tengas esto.- Tomó mi mano nuevamente, esta vez para dejar en ella un colgante con una piecita pequeña que parecía estar hecha de Cor Lapis, esta tenía una forma similar a la del emblema del símbolo Geo.

- Este collar, tiene engarzado el símbolo Geo, pero está fabricado con el primer fragmento de Cor Lapis en toda la existencia de Teyvat. Solo existe este en todo el mundo.- Yo me quedé atónita, no podía aceptarlo, esto probablemente poseyese un valor incalculable, que ni siquiera me atrevía a preguntar.

- No puedo aceptarlo... Es, es precioso Zhongli pero no puedo aceptarlo.

- Puedes y lo harás, con él cerca no temas ningún peligro, piensa en mí cuando lo lleves si no estoy ¿de acuerdo?- Yo asentí.

- Es lo más bonito y delicado que he tenido jamás, prometo cuidarlo extremadamente bien. Pero, ¿por qué me das a mí una pieza con tantos años de antigüedad?

- Durante siglos pensé que no encontraría alguien a quien dársela, pensé que había encontrado la persona indicada, pero no lo hice, y de repente llegaste tu con esas frases elocuentes y ese humor sarcástico, y que podemos decir de esa perspicacia tuya jovencita. No puedo decir a ciencia cierta si tendremos un destino juntos, pero igualmente, quiero que lleves esa parte de mi junto a ti.- Esas palabras, nunca pensé que escucharía eso salir de sus labios. Él siempre era tan críptico e introvertido con todo el mundo que la primera vez que le conocí pensé que le había caído mal por ese mismo motivo, aunque con el tiempo me di cuenta de que esa era su personalidad con todo el mundo, pero dejó de serlo conmigo en algún momento. Dejó de ser tan difícil de leer y se convirtió en esa persona que soy capaz de comprender solo con una mirada, algo impresionante dado que no nos conocemos desde hace tanto tiempo, incluso a veces llego a pensar que pueden ser imaginaciones mías.

- Agradezco que creas que soy la persona conveniente para cuidar de este precioso collar, lo trataré como mi posesión más preciada, y lo llevaré allá donde yo esté. Prometo que volveré sana y salva a Liyue lo antes posible.

- Tal vez... otra de esas "citas", como las llamáis los mortales, no estaría mal la próxima vez que nos veamos ¿no crees?

- Definitivamente, pero esta vez pago yo, no hace falta que te anotes en todos lados que tienes que acordarte de traer la cartera.- El hombre frente a mí rio, siempre tiene muy mala memoria solo para eso, porque para el resto de cosas es como tener una enciclopedia andante al lado, es increíble la cantidad de cosas que conoce.

- ¿Me concedería mi dama el honor de colocarle esta delicada joya?- Dijo, cuando vio que estaba teniendo problemas para colocarme el colgante. Yo reí a causa de su formalidad, y ese "mi dama" me había causado un derretimiento de corazón a gran escala.

- Desde luego, faltaría más.- El se acercó a mí, para tomar el colgante de mis manos y posicionarse detrás mía.

Apartó el pelo de la zona de mi espalda y lo dejó cuidadosamente sobre mi hombro, para que no se me quedase trabado en el cierre del hermoso obsequio. El tacto de sus manos cubiertas por los delgados guantes que siempre llevaba puestos era sin duda muy cálido y agradable, desde luego no quería que se separase de mi tan rápidamente. Pude notar que él también se tomó su tiempo para colocar la joya de manera simétrica, hasta que soltó un comentario.

-  Sin duda no podría quedarle mejor a nadie que no fueses tú. El color del Cor Lapis hace que tus ojos se vean aún más brillantes y especiales, como dos linternas flotantes.- Dijo, asombrado, dios que le pasaba, nunca le había visto así de embobado conmigo.

- Pero... Para de decir esas cosas que me va a dar un infarto si me sigues diciendo todo eso, voy a acabar muriendo de la vergüenza.- Dije apartando mi mirada.

- Eres realmente cómica cuando te pones en ese plan.- Mencionó divertido el Arconte.

- Pues no me considero comediante, no te rías de mis expresiones.- Dije, realmente a veces me da vergüenza no saber como reaccionar ante sus comentarios.

Después de un rato charlando acerca de que planes teníamos ahora que ambos íbamos a tomar distintos caminos por un tiempo, dijimos que tal vez deberíamos escribirnos alguna carta de vez en cuando. Aunque sea para saber como es la situación del otro y que todo esté en orden. Volvimos con Xiao, Lumine y Paimon para contarles lo que habíamos decidido hacer y para saber si Xiao también volvería con Zhongli a Liyue.

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Dos capítulos en una noche, los arrebatos escritores de la madrugada funcionan :p En fin, espero que les esté gustando la historia, cuídense mucho <3