Las calles estaban sucias, pero paseaba mis botas por sus aceras como si fuese el paseo de la fama de Hollywood.
Había terminado completamente agotado esa noche. Tanto desgaste físico me había empujado a desgastarme un poco más y salir a la calle. A veces me pasaba. Cuando terminaba tan cansado y usado, salía solo hacia la noche, como si quisiese pasear con melancolía y dármelas de protagonista en una película trágica.
No quería dormir porque tampoco iba a conseguirlo. Las palabras de Taek resonaban en mi cabeza, condenándome a trabajar en la calle dentro de unos pocos días acompañado de algún gorila de una banda callejera de niñatos. Ya habían pasado tres noches desde que nos dio ese anuncio, y las horas transcurrían lentas. Nunca sabía cuándo el jefe daría inicio a esa tortura.
No había vuelto a ver a Kim. Supuse que la manera de arreglar el conflicto que unía a mi jefe con su pandilla fue dándole a dos de sus chicos para que nos protegieran en la calle. Pero yo dudaba de que fuesen simplemente a protegernos una vez nos quedásemos solos. Yo siempre dudaba; la confianza te daba más decepciones que alegrías.
Los callejones vacíos que envolvían al club como un laberinto eran todos iguales, repletos de graffitis y basura, tonos grises, oscuridad y letreros de neón de negocios similares al mío. Era mi entorno y yo era una simple cucaracha más que, de vez en cuando, salía de su contenedor.
Todo era tan parecido que, cuando quise darme cuenta, detuve mis pasos y miré hacia atrás. Me había perdido.Saqué la piruleta de mi boca, esas con forma de corazón que daban en el club, las cuales se habían convertido en mi vicio. Volví a mirar hacia delante y solté una risa sin gracia, incrédula. Tantos años aquí y era la primera vez que andaba tan sumido en mis pensamientos como para despistarme.
Me debatí unos segundos entre volver hacia atrás o seguir hacia delante. Lo más coherente si quería regresar al club sería dar marcha atrás, pero tampoco recordaba el camino de vuelta ni los cientos de giros que hacían las calles. Sin embargo ¿adónde iría a parar si continuaba? Al club no, eso seguro.
Justo cuando iba a dar un paso hacia atrás, capté un sonido lejano y constante. Una melodía. Agudicé el oído, consiguiendo notar la inconfundible música electrónica.
No reparé en ella porque había estado acompañado de cientos de canciones sonando desde diferentes pubs, pero ahora me percataba de que esa canción no venía de ninguno de ellos.Drunk With My Friends (Ashnikko) 🎶
Atraído como los mosquitos a la luz y renegando de la seguridad del club, anduve todo recto por el callejón, avanzando con convicción hacia a saber dónde. Era consciente de que llevaba unas pintas que llamaban la atención a kilómetros, pero ¿quién iba a decirme algo en una fiesta? Seguro que esa música era producto de una salvaje fiesta en el descampado. Sumin me contaba maravillas sobre "el descampado y sus fiestas", pero yo nunca me alejaba mucho del trabajo.
Así que de esta forma, con mi uniforme, mi pelo castaño cayendo a ambos lados de mi frente y un fajo de billetes atrapado en la cintura del pantalón, llegué a mi destino.Tuve que girar en una esquina para toparme de frente con una escena que no olvidaré nunca. La música salía despedida desde el maletero de algún coche, pero no pude diferenciar cuál porque había una fila de ellos. Todos eran caros y deportivos, así como lucían sus dueños.
Había un montón de chicas y algún que otro chico sentados en los capós de los coches con prendas sugerentes. Se paseaban de aquí para allá intentando llamar la atención de los dueños de los deportivos. Había botellas de alcohol desperdigadas por el suelo, y si daba un paso más iba a salir colocado de allí, porque el nubarrón de humo y olor a marihuana casi era visible.Nadie me vio, ya que decidí que sería mejor asomarme al muro disimuladamente en vez de irrumpir ahí.
Si eso era el descampado, entonces era gigantesco. Y yo había caminado tan lejos que ya no estaba el usual lío de callejones a mi alrededor. De repente, vi algo que me llamó la atención.
Un estampado de leopardo.
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IMPUROS - woosan
Fanfiction-¿Quién mierda eres? -Un chico cualquiera. ¿Y tú? -No te importa. -Mmm... -pensé, dando vueltas con la piruleta por mi lengua- No eres un tiburón, ni una serpiente, ni un felino, pero... si te busco, te escapas. Y si me encuentras, me atrapas. ¿Qué...