Meant to be || Sellen [Cravity]

14. Welcome Home

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Serim estaba dormido, él no tenía el sueño tan pesado, pero habían sido días agotadores en el trabajo y eso lo tenía cansado y tomando siestas cada que podía. Se había quedado dormido mientras revisaba la propuesta para una campaña que su empresa realizaría para el mes de abril. Los papeles estaban en la cama, desparramados y algunos en el suelo.

Seongmin, un hermoso niño de siete años, se subió a la cama y al ver que su padre aun estaba dormido, procedió a despertarlo. Con sus manitas movía a su padre, pero este solo soltó un quejido.

—¡Papiiiiii! —gritó el menor— ¡Despiertaaaaaa!

El mayor se sentó en la cama, buscó sus lentes en la mesa de noche y se los colocó. Su pequeño conejito estaba saltando encima suyo, reclamando su atención. Aun medio adormilado, tomó a su pequeño hijo y comenzó a darle besitos en toda su carita mientras este reía y quejaba un poco.

—¡Papi, me estás haciendo cosquillas! —comentó el pequeño en risas.

—Buenos días, pequeño —comentó con una sonrisa— ¿Qué haces despierto tan temprano? Son las 8.

—¡Ya lo sé! Pero quería saber si puedes contactar a Papi, ¡él tiene que venir para su cumpleaños! —comentó el pequeño.

El cansancio que tenía Serim se fue cuando escuchó a su pequeño. No sabía si llamar a Allen era una buena idea, quizá la señal no fuera la mejor, no sabía si podría contestar y lo peor, no sabía si vendría para su cumpleaños.

—¿Qué te parece si primero nos arreglamos y desayunamos y después le hablamos a papá?

El menor hizo un puchero pero accedió. Ordenaron sus camas, cepillaron sus dientes y bajaron a la cocina a desayunar, el pequeño quería su cereal de chocolate con leche fría y Serim se preparó café con unas tostadas, lo más sencillo del mundo. El pequeño niño comía con ansias, pues cuando terminara podría hablar con su padre Allen después de dos semanas sin saber mucho de él.

Serim, por su lado, estaba ansioso. No quería que su hijo se decepcionara si Allen no podía contestar la llamada, más que nada por el hecho de que estas dos semanas el menor había estado en una misión importante y era muy riesgosa. Suspiró pesadamente y se levantó para hablar por teléfono.

—Ya regreso, Minnie —comentaba el menor mientras marcaba a Jungmo—. Jungmo, tenemos código llamada, prepara a Taeyoung para traerlo a la casa porque estoy un noventa por ciento seguro que Allen no contestará.

—Buenos días para ti, hyung —ironizó el menor.

—Mogu, esto es serio. Necesito que traigan a Youngtae aquí —pidió el mayor—. Si Allen no contesta, Seongmin estará triste todo el día y solo él puede alegrarlo.

—Rayos, ¿sigue insistiendo con la llamada? —preguntó.

—Sí, pero ahora añadiendo a la incertidumbre y la poca comunicación con Allen, no sé si vendrá para su cumpleaños—se restregó la cara un poco preocupado—. Allen está en una misión peligrosa y bueno, no puedo decirle eso a Minnie.