Meant to be || Sellen [Cravity]

15. Can you come over tonight?

𝘾𝙖𝙣 𝙮𝙤𝙪 𝙘𝙤𝙢𝙚 𝙤𝙫𝙚𝙧 𝙩𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩?

ɪɴꜱᴘɪʀᴇᴅ ɪɴ ᴡᴏɴʜᴏ'ꜱ ꜱᴏɴɢ ᴄᴏᴍᴇ ᴏᴠᴇʀ ᴛᴏɴɪɢʜᴛ

La noche se cernía con majestuosidad en el cielo de Seúl, aunque el ambiente nunca permitía apreciar con totalidad un celaje estrellado, esta noche era un espectáculo a los ojos de quienes deseaban apreciarlo.

Serim era uno de los espectadores y estaba en primera fila, disfrutando de esta vista. Su mente estaba muy tranquila después de una ajetreada agenda, podría visitar a su familia y a su amada abuela. Aunque solo faltaba algo más por hacer antes de irse: convencer a su amado novio de irse con él para celebrar Chuseok.

Todos los miembros tenían sus planes ya listos para visitar a sus familias, el primero en irse había sido Seongmin, quien moría de ansias de ver a sus padres y tías; los otros en irse habían sido Woobin, Taeyoung y Hyeongjun quienes fueron juntos a las estaciones de buses; Minhee, Jungmo y Wonjin habían ido a la casa de Mogu para después irse a las suyas.

Ahora en el edificio solo estaban ellos dos, quienes estaban aprovechando ver el cielo antes de que el mayor fuese a su casa en un auto rentado (había conseguido su licencia hace unos meses y Allen le había comprado un pastel y dado unos besos en felicitación a su logro)

Estaban abrazados, estaba un poco helado pero nada como unos abrigos acolchados y un poco de calor humano no pueda solucionar. Allen no quería soltar a su amado novio, pero no se atrevía a ir a la casa del mayor. Era un pequeño debate que se mantenían entre las paredes de su mente. No quería soltarse de él, su parte más irracional quería aferrar como un koala a su amado, pero su parte racional le decía que no debía ser egoísta ante los deseos expresados por su pareja de ver a su familia.

—Deberías de irte —quizá la mente de Allen debía coordinarse con sus acciones porque lo abrazó más fuerte cuando dijo eso—. Ya son las siete y es una hora de viaje.

Serim, quien no deseaba dejar solo a su amado otra vez en Chuseok, le dio un beso en la coronilla. Este año no aceptaría un no por respuesta.

De parte del menor, todo esto lo hacía sentirse como si estuviera soñando, aunque el mismo sabía que estaba despierto. «Igualmente, no quiero que se vaya. ¿acaso los Park notarían si no está?» pensaba el americano.

—Tienes razón, quizá deba de irme lo más pronto posible — el corazón del menor se sintió abrumado, pero no se sentía en la potestad de negarle al menor ir a su casa o de pedirle llevarlo con él, serían muchas molestias—. Sabes que te amo, ¿verdad?

—Claro que sí, lo sé porque tú me amas como yo te amo a ti —respondió Allen, entrelazando su mano con la de Serim.

«Ya está, no puedo soportarlo más» pensó Park. Tomó al americano por su cintura y lo levantó, el menor se preguntaba que estaba haciendo su pareja, hasta que sintió como era sentado entre las piernas del mayor. Sus piernas quedaron apoyadas en la banca en donde estaban sentados y podía ver el rostro de su novio si levantaba su vista y volteaba un poco su cabeza, no se preocupaba de esta posición comprometedora en la que estaban, de todos modos nadie los vería porque estaban en la azotea del edificio donde vivían.

—Si lo sabes, quiero que vengas conmigo —la propuesta tomó desprevenido al menor—. Quiero que estés conmigo.

La sensación del frío era lo de menos, el calor que emanaba de su pecho lo hacía sentirse perdido, pero era de una buena manera, a veces cuando estaba con Serim sentía que podía perderse en esa nube dulce como la crema batida en la que vivían. Porque ese era su paraíso.

Park Serim era su paraíso. Solo que a veces debía dejar ese mundo de fantasías y emociones para afrontar el mundo adulto, como estaba sucediendo ahora.

—Serim, yo no sé que decirte, no quiero ser una molestia para ustedes —Allen le sonrió para tratar de persuadirlo—. No es el primer chuseok que paso solo, así que estaré bien.

—No quiero que vuelvas a pasar ningún chuseok solo. El año pasado lo permití porque a penas teníamos cinco meses como pareja, así que no quería incomodarte, pero este año es diferente —Serim tomó el rostro del americano entre sus manos, quien dio un respingo por las manos frías sobre sus mejillas—. Quiero pasar tiempo contigo.

—Serim, yo te tengo todos los días conmigo, tu familia no —Allen meditó sus palabras, pero decidió decirlas—. No quiero ser egoísta.

Serim sintió que toda la ternura y amor que sentía por el pequeño estaba explotando en su pecho y solo tenía la necesidad de expresársela. Acercó con cautela su rostro al contrario y los labios carnosos que tanto amaba lo recibieron con gusto, eran rosados y suaves como el pétalo de una rosa recién cortada por la mañana. Sus labios se movían a un compás lento, pero era perfecto, pues le permitía disfrutar el contacto de la mejor manera posible.

Al separarse, Allen dejó un beso en la mejilla de Park, quien solo susurró:

—Llenie, can you come over tonight? Promise i'll hold you so tight —el inglés de Serim jamás había sonado tan dulce y fluido como ahora—. Nunca serás una molestia.

Allen entendió esas palabras salidas de la boca de su Selm, curiosamente lo primero que sintió al escuchar esas palabras fue orgullo. «Los refuerzos sirvieron de mucho». Soltó una risa al escuchar a su novio.

—Well, if you say so —Allen le pellizcó la nariz a Serim—. Solo promete que pasarás más tiempo con tu familia, sin preocuparte por mí.

Serim tomó en brazos al contrario y, bajando las escaleras al más puro estilo princesa, entraron al apartamento y el americano se apresuró en hacer una pequeña maleta para el viaje. El menor tenía unos dulces que sus padres le habían mandado de Estados Unidos, así que decidió llevarlos para los padres y la abuela del mayor.

Así que, a las ocho de la noche, ambos chicos se embarcaron en el viaje de una hora hacia Gyeonggi-do. Serim conducía, mientras una de sus manos estaba en el volante, la otra estaba en la pierna del menor, quien lo veía de vez en cuando.

—Tus ojos son hermosos, parece que hay un océano en ellos —Serim sonrió ante el comentario.

—¿A dónde tan cursi, Allen Ma? —bromeó el contrario.

—Hacia Gyeonggi-do con mi novio, gracias por preguntar.

—No distraigas al conductor —Allen solo le dio un pequeño golpe en la pierna al mayor—. Ya que estamos cursis, solo quiero decirte que eres mi musa, gracias a ti Sunrise tiene letra.

Allen solo rio, sintiendo la alegría alojarse en pecho. Su paraíso era su fuente de felicidad, esta noche y, quizá todas las noches, le pediría a Serim que no lo soltara.

¡🄷🄾🄻🄸🅂!

Buenas, gente hermosa. Espero que les haya gustado este capítulo en especial porque yo amo esta canción y el álbum en general. <3 Wonho tiene letras bien lindas, así que no fue difícil trabajar esta historia basándome en sus letras y lo que transmiten.

Ahora, de aquí al 20 me van a disculpar, pero publicaré cosas extrañas y un poco oscuras (me van a odiar en un capítulo en específico, perdón xd).

¡Gracias por leer! Nos leemos el miércoles. <3