Meant to be || Sellen [Cravity]

23.1 Affogato

𝒜𝒻𝒻𝑜𝑔𝒶𝓉𝑜

Allen portaba un traje de color merlot que fue hecho a la medida, él deseaba que este día fuese de los más importantes de su vida y, como no, sentirse el protagonista de toda la atención que recibiría hoy.

La familia Ma había decido viajar hasta Nueva York para la boda, cuando la abuela Ma se enteró de la boda, se levantó y olvidó todos los dolores que la aquejaban porque «Mi niño se casa y yo voy a preparar la comida para ellos», porque como buena abuela, deseaba que su nieto tuviera una boda ejemplar.

Incluso Jungmo no tuvo el valor para detener como los cocineros, que habían contratado para el evento, estaban recibiendo ordenes de una abuela de 70 años armada con una cuchara de madera en mano y con la capacidad de un avión de caza para golpearte con ella.

La señora Ma entró a la habitación, recordándole a su hijo menor que ya era hora de comenzar la ceremonia. Arreglándose por enésima vez el traje, salió de la sala sintiendo que su corazón saldría de su pecho a buscar cobijo en Jungmo.

El ministro que dirigía la ceremonia estaba delante de ellos, mientras Allen y Jungmo estaban tomados de las manos. El menor de ambos acariciaba con sus pulgares los dorsos de las manos del contrario.

—Pueden decir sus votos.

Allen había dicho que él diría sus votos primero, así que soltó un suspiro pesado, acompañado de nerviosismo.

—Lo harás bien —animó Jungmo.

—Nos conocimos básicamente porque tomé una ruta que no conocía y choqué tu auto —las personas comenzaron a reírse—. Si pudiera viajar al pasado y elegir otra ruta, no lo haría porque no me arrepiento ni un momento de todo lo que pasó. Conocí a la persona que me ha apoyado cuando yo más lo necesitaba, que confío en mí cuando yo no lo hacía, que ha cuidado de mí cuando yo no he sido capaz de hacerlo. Koo Jungmo, eres mi pilar y espero que podamos estar juntos hasta el final, que de no hacerlo estoy seguro que la abuela te va a tirar esa cuchara en la cabeza.

—¡Llevo años practicando, niño!

Las personas en la boda comenzaron a reírse y es que la abuela con su complexión delgada pero ágil, era capaz de lanzar esa cuchara con más fuerza de la imaginada.