Persistir

19 13 2
                                    

—¿Cómo va todo con tu madre pequeño duendecillo?— pregunta Gabriel algo preocupado por el estado de mi madre.

—Está mejorando, hago lo que puedo para que se olvide de lo que ocurrió— mentí, la verdad me sentía satisfecho con el resultado y por lo que gane con eso.

Mientras salía de casa, Gabriel me intercepto antes de cruzar su casa, me agrado verlo después de tres días de no salir al mundo exterior.

—Pasa por aquí más tarde ¿Vale? Quiero que le lleves algo de mi parte.

—Ok, anotado en las cosas que hare hoy, nos vemos en la tarde Gabriel— empecé a caminar de nuevo en mi camino a la escuela.

—Hasta luego duendecillo, cuídate— se despidió de mi desde atrás saludándome con la mano.

Voltee hacia adelante pues no quería tropezar en mi camino a la escuela. Me preocupaba un poco la situación con los matones, no es un problema que pueda resolver de una manera tan fácil. Me reí a carcajadas para mí mismo mientras algunas personas que pasaban cerca me veían como un bicho raro. Con este poder que tengo puedo resolverlo todo.

Llegue al semáforo que en ese momento se encontraba en verde así que no me detuve para esperar a que cambiara. Pensé en Lily y su chispeante compañía, pero la verdad me alegraba de no tener que disculparme con cada persona que terminaba chocando mientras daba sus brincos, es un poco tonta.

Estaba por cruzar la esquina que faltaba para llegar a la escuela cuando sentí que alguien apoyó su mano en mi hombro.

—Al parecer gris tuvo suerte el lunes.

Voltee encontrando que la persona que apoyaba su mano en mi hombro era Roy, se veía algo fastidiado. Los otros matones que se encontraban con él nos rodearon, eran alrededor de seis dejando de lado a Roy.

—Hoy te haremos pagar por no haber recibido tu golpiza del lunes— sentí como apretó fuertemente su mano en mi hombro.

Estaba asustado, no sabía qué hacer en estas circunstancias. Construí mi valor con la venganza como base, lo mire fijamente a los ojos e imite la sonrisa cínica que me había demostrado aquella vez cuando casi me rompe un brazo.

—Baila conmigo, Roy.

Aparte su brazo de mi hombro de un empujón, se sorprendió por mi reacción tan inusual.

—¡Atrápenlo!— en conjunto a esa orden sus compañeros se abalanzaron sobre mí.

Intente evitarlos pero al final me atraparon sujetándome fuerte para que no pudiera hacer nada.

—Ya no eres tan valiente, ¿verdad gris?

—El gordo ataca primero mientras otros dos se acercan detrás de él, del otro lado van más separados y…— uno de sus compañeros saco una navaja presionándola en mi abdomen —y el del medio tiene una navaja— solté una risa nerviosa después de ver la navaja.

—¿Qué mierdas dices?

Me concentre lo más que pude envolviendo todo en mi mente como si de un papel se tratase mientras lo echaba todo junto a mí a la marea y…

<<
 
—Hoy te haremos pagar por no haber recibido tu golpiza del lunes— sentí como apretó fuertemente su mano en mi hombro.

—Te lo dije antes, baila conmigo, Roy.

Deguste cada segundo en el que volví a apartar su mano de mi hombro, deleitándome con esa mirada anonadada que expresaba mucho mejor que la anterior vez.

—¡Atrápenlo!

Corrí hacia el gordo que venía hacia mí a toda velocidad, me fui a un lado metiendo el pie para que cayera y en conjunto los dos que venían detrás también tropezaron y cayeron, me pegue a la pared.

Rewinding...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora