Roy me seguía algo confundido por la calle, volvía a casa, todo lo que había visto me había dejado sin tiempo para pensar.
—¿Qué fue exactamente lo que viste?— varias imágenes pasaban por mi mente al escuchar la pregunta de Roy.
—Paredes blancas con pequeñas pinceladas rojas, una temperatura fría y siniestra… muerte.
—¿Muerte?
—No quiero hablar de eso, por ahora centrémonos en lo que haremos.
Camine por el callejón y llegamos a la calle donde estaba mi casa.
—Conocemos su escondite.
—Si, pero no podemos amenazarlos con eso, debemos encontrar una forma de deshacernos completamente de ellos.
Ya nos encontrábamos en frente de mi casa, abrí la puerta. Todo se encontraba a oscuras, pues ya había anochecido, acerque mi mano al interruptor y prendí la luz de la sala.
—Entonces, ¿Qué sugieres gris?
—No lo sé, tú también deberías pensar.
—¿Enserio quieres hacerlo a mi manera?— parecía a punto de reír.
—Tienes razón, mejor pienso yo, solo a mí se me ocurre formar equipo con un bruto.
—Atentamente tu servidor— hace una reverencia.
—Dios— le remiro los ojos.
Entro a la sala y señalo el sofá indicándole que puede sentarse ahí, sigo derecho hacia el garaje. Las tinieblas lo invaden, enciendo la luz y la escena me aturde. El cuerpo de Marcus no está.
—Roy, ¿Seguro que pusiste el cuerpo de Marcus en el garaje?
—Sí, lo deje en todo el medio, ¿Por qué?
Alcanzo un destornillador de la mesa de madera donde mi padre reparaba algunas cosas, corro hacia la sala parándome en el centro de esta, empuño el destornillador mirando atento en cada lugar de la casa.
—¡¿Qué ocurre?!— Roy se levanta exaltado por mis acciones.
—El cuerpo no está.
—Mierda, ese desgraciado—Roy se alarma al mismo nivel que yo.
—Mantente alerta.
Empezamos a girar lentamente en círculos cubriendo la espalda del otro, no ocurría absolutamente nada.
—¿Crees que se encuentre aquí?
—Ahora que lo pienso— me relaje —lo dudo, ya nos hubiese emboscado, tal vez estaba muy anonadado por el veneno.
—Eres un poco aterrador— me miro con repulsión.
—Meh.
Camine con confianza hacia el frente de las escaleras, no se escuchaba ningún ruido extraño en ninguna parte de la casa.
—Definitivamente no se encuentra aquí, ya puedes relajarte Roy, no quiero que orines el piso.
—Déjate de bromas y dime que tienes pensado sabelotodo— se dejó caer en el sofá apoyando su barbilla en su mano.
Tenía que pensar detenidamente nuestro siguiente movimiento, conocíamos la guarida pero eso no era suficiente. Si queríamos librarnos de ellos, debemos eliminarlos a todos, no basta solo con la persona que los dirige, igual nos matarían.
—Roy, solo tenemos una opción.
—¿Cuál es?
—Si queremos que nos dejen en paz, debemos matarlos a todos.
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Rewinding...
Fantasy¿Deseaste alguna vez cambiar algún acto poco inteligente que hiciste en tu vida? La posibilidad de anular la constancia del vector tiempo y volverla negativa es una idea descabellada. Obtener algo de tal magnitud es solo un sueño para Grey, su vida...