Rewinding...

El angel de la muerte tocando la puerta

Las formas en el techo siempre me parecieron… patéticas. Son incapaces de cambiar cuando me encuentro observándolas, deberían ser como bufones, entreteniéndome. El vibrar del teléfono en mi cama me saca de mis pensamientos advirtiéndome sobre un mensaje, y otro, y otro.
Levanto el teléfono acercándolo a mi cara. Veinte mensajes de Roy, ¿acaso este chico no se cansa?
Me paro de la cama enderezándome y caminando en dirección al pasillo. Mamá no estaba en casa, eso era señal de buena suerte, la gente que me rodeaba ya me tenía cansado en  su totalidad.

Aparece un singular toqueteo en la puerta el cual nunca había escuchado. Bajo por las escaleras para luego acercarme a la puerta, la abro curioso por ver de quien se trataba.

—Ah, eres tú.

Lily traía un vestido amarillo chillón de girasoles, sus medias pantis blancas solo agudizaban lo ridícula que se veía, no pude evitar reír un poco al verla así.

—Grey, ¿podemos hablar?— sonrió de manera apagada, podía distinguirse el toque de nostalgia.

—No estoy para que andes con estorbos.

Iba a cerrar la puerta pero ella la bloqueó. Se metió dentro de la casa y con el mismo impulso se lanzó hacia mí, dándome un profundo beso que me tenía confundido. Sentí un dolor agudo en mi abdomen haciéndome gritar al momento y caer sentado en el suelo.

—Perdón, debía hacerlo.

—Agh, p-perra.

Presione el cuchillo clavado en mi abdomen sosteniéndolo con firmeza para que no lo recuperara.

—Te dije que la próxima vez tiraría a matar.

De Lily se empezó a manifestar un humo que al materializarse revelaron a la segunda intrusa. Saya.

—Ugh, e-esto no es nada.

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Abrí la puerta con fuerza y sin pensarlo dos veces propine una patada, desafortunadamente Lily la había esquivado. ¿Cómo era posible?

—Por poco— saco el cuchillo de su espalda —y-yo… no es mi intención hacerte daño.

—Eres una perra repulsiva Lily, pensé que te había quedado claro que te quería fuera de mi vida, sin embargo veo que tendré que usar otro mazo de cartas en el asunto.

Saque la navaja de mi padre que cargaba siempre conmigo por si me encontraba a algún tonto de la mafia que quisiera vengarse, lo empuñe en mi mano derecha dispuesto a atacar.

Saya se materializo fuera de Lily.

—Esto será entretenido de ver, dos mortales peleando, ¿Quieren que haga de mediadora?— chasqueo los dedos e hizo aparecer una gorra en su cabeza con la frase “juego justo” grabada.

—No es necesario, tú serás la siguiente después de que acabe con esta hipócrita.

Me moví acortando la distancia que había entre Lily y yo, ya al estar lo suficiente cerca impulse mi mano con la navaja dispuesta a perforar. Lo esquivo. Me compuse con un giro, usando el impulso amague un corte que también esquivo. Corte horizontal, también esquivado.

—¿Confundido Grey?— Saya parecía observarnos divertida.

Me prepare para otro corte en diagonal, lo esquivo clavándome su cuchillo por encima de la cintura. Las náuseas se presentaron junto con el insoportable dolor.

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Volví antes de empezar a atacarla. Espere a que ella se acercara y eso hizo. Vino corriendo en mi dirección con el cuchillo en mano, hizo para amagar verticalmente y esquive antes de que me cortara. Puso un pie delante apoyándose para no perder la fuerza y ataco con el cuchillo llegando a punzar mi pecho.