Al culminar la discusión de mis padres que tantas veces había oído, me decido a bajar las escaleras con paso firme y sin el peso agobiante del bolso escolar. Miro a mi padre y el casi al instante sincroniza su mirada a la mía.
—Justo a ti te quería ver, ven acá— me hace una seña con la mano para que me dirija a donde está el.
En respuesta a su seña levanto la mano derecha abierta invitándolo a que se guardase las molestias.
—Quieres que vaya a por otro tótem a la tienda, ¿Cierto?
—Al menos tú me entiendes niño— bufo una risa —iré llamando a la tienda, será mejor que vayas saliendo.
—Eso hare.
Estire la mano para girar la perilla. El sol que casi siempre me parecía repulsivo en la piel, se sentía como mantequilla cálida en una tostada de pan, tal sensación me saco una sonrisa seguida de una relamida de labios. Camine por la calle teniendo en mente la ruta a seguir, debía pasar por la calle de la tienda de helados así que me desvié por otra calle distinta a la que voy a la escuela.
Seguí por esa calle hasta divisar la heladería, antes de llegar al callejón donde casi me rompen el brazo, cruce a la derecha. Esta calle antes me daba algo de miedo ya que tiene fama de ser un lugar concurrido para traficar drogas, sin embargo ahora que tengo control de esta habilidad me parece una simple calle. Antes de llegar al final se encontraba la tienda donde mi padre compraba sus porquerías, llegue al frente y agarre el barandal halándolo hacia mí.
Tosí un par de veces por el olor a “plantas medicinales” que emanaba del lugar, respire hondo y entre.—Muy buenos días brother, en que puede ayudarte este humilde servidor— un hombre con rastas, algunos piercings y camisa de flores se acercaba a mí con una postura algo encorvada, el típico estereotipo de hippie que tanto miedo me daba.
—Vengo por el pedido de Gregory Hóncros.
—Oh, Gregory es uno de mis mejores clientes— se mordió el labio al decir eso y dejo escapar un suspiro —definitivamente de los mejores, muy habilidoso— soltó una risa mientras parecía divagar en sus recuerdos.
—Entonces… ¿Tienes el pedido?
—Oh claro, disculpa— se retiró un momento hacia el mostrador mientras el sonido de sus chanclas aturdía mis tímpanos, buscó algo debajo y puso en la mesa un tótem idéntico al de mi padre.
Me acerque al mostrador para después retroceder un poco por el extraño y desagradable olor que se concentraba ahí.
—Son inciensos fuertes— volvió a reír fingiendo estar despreocupado mientras sacaba de debajo una bolsita biodegradable.
Agarre el tótem y lo metí dentro de la bolsa.
—Bueno, gracias.
—Oye espera.
Me resigne por no poder irme de inmediato, gire la cabeza un poco en señal de que lo escuchaba.
—Dile a Gregory que mañana estaré libre, que si quiere venga y traiga algo para que resbale.
Lo mire fijando un poco la mirada, sus ojos se abrieron de par en par y una gota de sudor se resbalaba por su frente.
—Es para una reparación que me ordenaron, tu solo dile eso, por favor— volvió a reír.
Me fui de ahí casi corriendo con pensamientos que no me dejarían dormir por al menos dos reinicios. Dejando de lado la repulsiva visita, ya conseguí lo que necesito para poner en marcha mi plan.
Camine tranquilamente por el camino de vuelta a casa, se sentía bien el aire fresco en mi cara que de un momento a otro se meció con brusquedad llevándose la bolsita con el tótem. Intente ir por la bolsa pero me sentía demasiado débil como para estar en pie, caí al suelo sin saber porque me dolía tanto la garganta, tosí muchas veces hasta que sentí mi como de mi boca salía a chorros un líquido morado.
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Rewinding...
Fantasy¿Deseaste alguna vez cambiar algún acto poco inteligente que hiciste en tu vida? La posibilidad de anular la constancia del vector tiempo y volverla negativa es una idea descabellada. Obtener algo de tal magnitud es solo un sueño para Grey, su vida...