𝙻𝚊 𝚎𝚡𝚌𝚞𝚛𝚜𝚒ó𝚗

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A la mañana siguiente, habíamos amanecido más felices que nunca. Fue aquel beso tan soñado y mágico que venía esperando hace un tiempo largo. El amor fue mutuo desde el primer momento, pero desde anoche, nuestra relación y nuestro cariño fue en aumento. Después de aquel beso que le di por sorpresa ayer, nos volvimos para la cabaña. Vimos un maratón de las películas de comedia que pasaban por la televisión y al rato nos fuimos a dormir como dos angelitos. Eran las dos de la mañana cuando sucedió eso, ya era lo suficientemente tarde y el día de hoy amaneceríamos temprano para nuestra primera excursión, y así fue.

Al despertar Julieta se encontraba aún dormida. Por lo tanto, aproveche para hacer un desayuno para ambos, que fueron dos pancakes para cada uno, con miel y un vaso de jugo de naranja. De ayer ya no quedaban nuestras bebidas favoritas. Pero por lo menos teníamos para disfrutar de un nuevo jugo, del cual estoy seguro que nunca había probado antes.
Poco tiempo después, cuando ya había acabado de preparar el desayuno, Julieta se despertó finalmente. En su conjunto de pijama de patitos y con el cabello despeinado, me causaba ternura y un poco de gracia a la vez, quizás.

- Buenos días princesita. Hoy amanecimos....y estoy aquí haciendo nuestro desayuno. ¿Como lo ves? Estoy haciendo un desayuno exquisito.
- Buen día amor. ¿Que es todo esto?. -Se me acerca y me da un beso en la mejilla para saludar-.
- Nuestro desayuno del día. -Le respondí-. ¿Que te parece? ¿No es genial?.
- Si amor, tiene muy linda pinta la verdad.
- ¿Que haces allí parada? Ven y siéntate a desayunar conmigo.
- Me quedé pensando en algo pero ahora no me acuerdo muy bien, lo siento.
- ¿Pero te sentís bien amor?
- De maravilla. ¡Gracias por el desayuno, mi vida!.-Me decía mientras lo probaba- ¡es un manjar! Te salió muy rico, te felicito.
- Muchas gracias, espero que te guste mi princesita.
- Por supuesto que me gusta amor. Pero, hay algo que quiero decirte.
- Dime, soy todo oídos.
- Veras...-comienza a respirar y a inhalar aire antes de seguir hablando. Y hace una pequeña pausa-. Hoy es el día de excursión, y tengo tantos nervios como miedos.
- ¿A que te refieres Juli?-Le consulté-.
- Estoy nerviosa por todo. Tengo nervios de que me obliguen a realizar algo riesgoso. Como por ejemplo; saltar de un paracaídas o escalar montañas. Lo siento no te lo dije antes pero tengo...acrofobia.
- Pero mi amor..espérate un segundo ¿como sabes que tienes acrofobia?
- Desde que tengo memoria siempre le he tenido fobia a las alturas. Recuerdo que cuando nací, mis padres estaban de viaje en un avión. Se estaban trasladando de un lugar y a otro. Allí nací yo. Además recuerdo que lloriqueaba muy seguido y de a momentos vomitaba. Recuerdo que fue horrible...
- Lo entiendo. Pero ¿sabes que? Aquí no creo que ocurra eso. Además acuérdate que vinimos aquí para disfrutar y para divertirnos. No estás obligada a hacer algo que no te guste, nadie lo está.
- Lo se pero....
- Pero nada.-La interrumpí-. Ya que ahora si terminamos de desayunar, es momento de cambiarnos antes de salir. Marilla antes de llegar aquí, me había comentado que nos llamaría quince minutos antes de comenzar la excursión. Para tomar la lista y para asegurar de que todos los compañeros estuvieron aquí presentes.
- Dale.-Me respondió ella-.

Al terminar de vestirnos, salimos de la cabaña. Julieta estaba con una remera manga corta de color celeste y un short de color gris. Acompañada por unos anteojos amarillos y una pañoleta roja y ojotas. Mientras que yo, estaba vestido con una remera blanca, manga corta y pantalón corto de color negro, junto a unas sandalias de color blancas. Marilla se encontraba tomando la lista, nosotros éramos los últimos en llegar.
- Lamentamos la demora, estábamos terminando de preparar las últimas cosas. Pero aquí estamos, lo siento.- Dijo Julieta arrepentida por nuestra demora-.
- Si, lo sentimos en verdad. -Dije en respuesta a su comentario-.
- ¡Buenos días jovencitos! Justo a tiempo llegaron. Los estábamos esperando. Y no hay problema, son situaciones que pueden ocurrir, tranquilos.
- Gracias Marilla -Dijimos en concordancia y armonía-.
- No hay de que agradecer, ahora díganme ¿tienen todo lo necesario? Repelente para los mosquitos, la crema para la luz solar..todo...
- Si, no te preocupes tenemos todo lo que se necesita.
- Perfecto. Pero antes de irnos, quiero presentarles a Jonathan Winks. Él es un muchacho de veintisiete años. Y es su primera vez trabajando aquí en el campamento ¿no es así Jonathan?. Cuéntales a los jovencitos, cuál es tu trabajo aquí, en que te especializas. Y cuéntales un poquito de lo que estarás haciendo con ellos durante los próximos días.
- ¡Hola amigos! ¿Como andan? Espero que todo bien. Soy Jonathan Winks como bien dijo Marilla. Trabajo aquí como guía hacia los turistas. Y este año me dieron la oportunidad de guiarlos a ustedes hacia nuevas experiencias, a conocer este campamento enorme. Es un gusto pasar mis próximos días con ustedes, será un honor. Primero, iremos hacia "El bosque encantado". Un lugar donde muchos niños aseguran haber visto, por lo menos y aunque sea una vez, a pequeños fantasmas pasando el rato. Sin embargo no se alteren ni pierdan la cabeza. Estas fueron teorías que luego con el correr de los años, fueron consideradas como inválidas, estos hechos nunca habrían ocurrido tiempo atrás. Después iremos a diferentes sitios para que conozcan el lugar, y para terminar la excursión de hoy, terminaremos el día cenando juntos, en el almacén de comidas. ¿Alguna duda al respecto?.
- Ninguna, en absoluto.-Dijimos todos en voz alta, al mismo tiempo-.

- ¡Así me gusta! Entonces ...¡manos a la obra!. Para ir hacia "El bosque encantado" debemos de tomar aquel camino.-Señala con su dedo, hacia la derecha-. Recuerden que en este lugar está prohibido tomar fotos, ya que siglos atrás, decían que estas acercaban a los espíritus malignos, es preferible evitarlos, por las dudas, para no retractarnos pronto. Aunque si quisieran tener un recuerdo del lugar, pueden acercarse a mi cabaña, que es aquella la que se encuentra al lado de Marilla. Allí hay desde biromes, hasta muñecos y calendarios...hay de todo. Al dirigirse a mi cabaña, me tocarán la puerta, los atenderé y juntos iremos hacia "Nice Memories" , el local donde encontrarán dichos recuerdos que quieran comprarse y llevarse. Ahora...¿En que estábamos?
- Estábamos a punto de dirigirnos hacia el bosque encantado-Respondió Lily, de manera muy entusiasta-.
-¡Así es! Gracias amiga, ya me lo hiciste recordar. Ahora amigos, seguiremos yendo por aquí como les decía. Pero tengan cuidado en el camino que podrían llegar a encontrar peligros a la vista. Como lobos salvajes en busca de comida o leones muy enojados. No es para asustarlos, es solo para que estén atentos, es todo. Sigamos por aquí. -Luego de haber tomado el camino derecho, caminamos tres veces por el mismo, y luego doblamos para la izquierda.
- Y aquí hemos llegado finalmente.

Era un bosque maravilloso, encantado como lo dice su nombre. Lleno de faunas. Como loros, liebres, jaguares y mapaches a la vista. Y diversas flores, y plantas, como orquídeas, rosas, tulipanes y amapolas. El clima era lo suficientemente templado. Y los colores de los árboles combinaban con el de las flores. No parecía un lugar en el cual hubiese habido fantasmas malignos como nos lo comentó Jonathan. Para mi, parecía más bien un sitio único y maravilloso, me había enamorado completamente de él,

- Hace miles y millones de años acá, las mujeres obreras y esclavas solían...-Inesperadamente, Jonathan hizo una diminuta pausa- ¿Oyeron eso?.
- ¿Oír que? -Le pregunté-.
- ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Necesito ayuda! -gritos de desesperación comenzaron a escucharse a lo lejos-.
- Eso mismo. Y al parecer es una mujer pidiendo ayuda.
- Vayamos por ella -Dijo Julieta-.
- No, no iremos por ella, no con ustedes a cargo. Llamaré a la policía de inmediato y que alguien venga a rescatarla.
- Y si.. ¿mejor vas tú? Soy un chico responsable, me quedo a cargo si tú lo prefieres.-Le comenté a él-.
- ¡Buena idea! Pero ni se les ocurra irse de aquí. Mi trabajo, mi vida y mi propiedad son ustedes, si algo les llegará a suceder yo no...
- Ve y salva a esa pobre mujer antes que te retractes, nos vemos luego. Vete, vete...-Le supliqué mientras Jonathan se dirigía hacia allí, al parecer los gritos no eran tan lejanos.

Al poco tiempo él volvió. La mujer de la cual escuchaba sus gritos estaba fuera de peligro por suerte. Su pie se había quedado atorado en un pozo y pidió auxilio para rescatarla y gracias al milagro de Dios, Jonathan pudo rescatarla.

- Y ¿que ha sucedido Jonathan? Cuéntanos. -Le dijo Julieta-.
-  Una tal Samanta..se había lastimado, es todo. Ella me dio el número de sus padres y los llamé para que vinieron a buscarla. Pero está todo bien, despreocúpense.
- ¿Estás del todo seguro?.-Le consulté-.
- Más que seguro. Ahora les pido el favor de que continuemos con nuestra excursión, que la diversión apenas comienza.

Mentiras IndiscretasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora