Mentiras Indiscretas

𝙻𝚊 𝚟𝚒𝚜𝚒𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝙻𝚎𝚘

- Oye, ¿estas viva?. - Le preguntó Leo a Karimolta. A quien la habíamos recostado en el sofá-.

- ¿Cómo se te ocurre preguntarle eso hermano?. -Le empecé a preguntar.- ¿No ves que por tu culpa ella simplemente se ha desmayado?.

- ¿Por qué dices que es mi culpa? ¿A caso no extrañabas verme?.

- Si que te extrañe y mucho. Pero mi amiga y yo no estábamos preparadas para tu llegada. No estábamos al tanto ni siquiera. Ella es muy sensible. Y al margen de eso. ¿Cómo se te ocurre decirle que te quedaras por un tiempo indefinido?.

- ¡Y si es la verdad! ¿O hubieras preferido que le mintiera en la cara?.

- No, la verdad que no hubiera preferido eso. Pero de todas formas lo mejor pudo haber sido que tu...

-Oigan...¿Qué esta pasando? ¿Qué esta ocurriendo? ¿Qué hago aquí recostada en el sofá?.- Comenzó a cuestionarse Karimolta cuando se despertó-.

- Hola amiga ¿Sabes quien soy verdad? - Le dice Leo-.

- ¡Claro que si!. Eres el hermano de ella.

- Así es. -Le confirmo-.

- ¿Qué haces tu aquí? ¿Qué ocurrió?. ¡Respóndanme por favor se los suplico!. -Empezó a rogar ella nerviosamente-.

- Vino de visita querida amiga. Te has desmayado, es todo.

- Como dice mi hermana, tu te has desmayado. No se si lo recuerdas bien pero te lo refresco aún así. Vine aquí para visitar a Brikston, a quien no he visto durante mucho tiempo.

- Entiendo. Pero espera... ¿Tu cuanto tiempo me has dicho que estarás con nosotras?.

- Lo suficiente. -Le respondí-. El estará el tiempo suficiente ¿Verdad?.

- Así será. -Afirmó Leo-.

- El simplemente viene de visita. Antes de que el llegara te estaba diciendo lo mucho que extrañaba a mi querido hermano y que quiera platicar con el. Así que te pido por favor, que lo respetes y que le permitas estar aquí por el tiempo que necesite. Te prometo que no será molestia alguna y que no te tendrás que encargar de el.

- Además... yo ya soy un hombre adulto. -Acotó-. Yo ya trabajo y me puedo cuidar solo tranquilamente. Se cocinar, barrer y limpiar las suciedades. Puedo colaborar en algo si es necesario. Pero créeme, si estoy aquí también es por algún motivo.

- ¿No has dicho que venias para visitarme?.

- Si pero..no es todo. Me gustaría hablar contigo un momento, pero en privado por favor.

- Si quieren yo puedo irme de aquí. -Dijo Karimolta-.

- No es necesario, en verdad. Déjanos un momento a solas. Iremos un momento a tu cuarto si te parece para platicar y al rato volvemos ¿Si?. Por favor, no te muevas. Luego del desmayo tienes que descansar por lo menos un rato. -Le respondí-.

- Ok. No me moveré de aquí, te lo prometo.

Al rato...

- Ahora si, decime lo que me tenias para decir. ¿En que te puedo ayudar?.

- Yo no requiero de ayuda, pero algo me hizo sentir que tu si lo necesitabas. ¿Me equivoco o no?. Estaba en pleno vuelo por un tema de trabajo. Pero tenia el presentimiento de que necesitabas de mi ayuda y por eso vine. Además, hace bastantes semanas que no me has mandado ni una sola carta y eso si que es extraño. Dime ¿Qué ocurre?. Mi intuición generalmente nunca se equivoca.

- Tienes razón. Ten...-Le entrego la carta que le había escrito anteriormente-.

- ¿Qué es esto?.

- Es una carta. Es una que escribí hace poco. La escribí hoy justamente. Y te la iba a entregar pero justo Karimolta llego del trabajo y había un par de cosas que teníamos que charlar con ella. Pero cuando menos lo esperamos llegaste tu. Por eso antes no te la di, porque básicamente no me dio el tiempo suficiente para hacerlo, no tuve cuando. Si quieres léelo, no hay problema.