Mentiras Indiscretas

𝙻𝚘𝚜 𝚎𝚡𝚊𝚖𝚎𝚗𝚎𝚜

Al comenzar el viernes, el último día de la semana en la que resolveríamos los exámenes, con Julieta habíamos ido a la sala del comedor, para desayunar. Por mi parte, mi plato contenía un huevo revuelto junto con beicon y un vaso de jugo de limón. Mientras que el suyo, estaba repleto de una ensalada de frutas junto con un vaso de jugo de frutilla, su bebida favorita.
Luego del desayuno, nos habíamos dirigido para mi cuarto. Donde continuamos practicando para el primer examen del día. Que sería ni nada más, ni nada menos que la materia más difícil y compleja del planeta tierra; la matemática, nivel avanzado.
- Entonces, amor. Si hay cinco pizzas napolitanas, y las cortamos en cinco rodajas cada una. En la primera se comieron cuatro porciones, en la segunda se comieron dos porciones, en la tercera tres, en la cuarta se comieron tres rodajes y en la quinta y última se comieron las cinco rodajas cortadas. ¿Cuántas porciones de pizza han sobrado en total?. Opción a) 8 porciones, opción b) no ha sobrado porciones de pizza o la última opción c) 12 porciones.
- Sobraron ocho porciones bebé, es la primera opción la correcta-Le respondí-.
- ¡Correcto! Ahora tu turno.
- Si un chico recorrió diez kilómetros en una hora, ¿Cuántos kilómetros recorrerá en tres horas?. Opción a) veinticuatro kilómetros b) treinta kilómetros c) recorrerá cincuenta kilómetros o la última opción d) quince kilómetros.
- ¡Esa es muy sencilla Bryan!. Recorrerá treinta kilómetros. Porque si recorrió diez en una hora, tienes que pensar en cuantas hará en tres horas. Entonces si lo tuviéramos que pensar, podrías multiplicar diez por tres o tres por diez, que serían los kilómetros recorridos y el tiempo. Y el resultado te dará treinta. ¿Estoy en lo correcto? ¿O no amor?.
- Tienes toda la razón. Si Juli, estás en lo correcto.
- Ahora sigues tú amor. -Le dije-.
- Okey. En el siguiente gráfico que se ve en la pizarra -Se lo señala-. Se puede apreciar una....
- ¡Buenos días jovencitos! ¿Cómo están?. Lamento interrumpirlos pero, necesito que vengan al comedor. Hay algo que les quiero comunicar junto a sus compañeros. -Nos había interrumpido Marilla-.

- ¡Buenos días jovencitos! ¿Cómo han estado?. Hoy les quería comunicar que lamentablemente, solamente podrán rendir el examen de química y física. Antonio, su profesor de matemática ha sufrido un accidente. Por el momento, se encuentra en reposo y probablemente volverá pronto luego de su recuperación. Mientras le buscamos un suplente, hoy se suspenderá dicho examen. Lamento informarles esto. Pero podrán rendir los otros dos exámenes con sus otros profesores de igual forma. ¡Gracias por su paciencia! Y estén tranquilos. Porque no perderán el trimestre, lo rendirán en cuanto venga un profesor. Mientras tanto, continúen estudiando, y esforzándose como siempre lo han hecho.
-¡Pero rayos! ¡Maldita sea!. He estado toda la maldita noche estudiando. -Lo recriminó Julieta en voz alta-.
- Lo siento Julieta, en verdad lo lamento. Habrá que esperar a encontrar un suplente indicado para el puesto. Hasta entonces sigue practicando y esforzándote, que pronto tendrán el examen y lo realizarán como corresponde. -Le respondió Marilla-.
- Esta bien, eso haremos junto con Bryan.

Justo en ese momento, había sonado la primera campana. Tendríamos diez minutos de descanso para aprovechar a repasar los temas del primer examen a rendir, que sería de la materia de química. Fueron unos momentos bien intensos, en los cuales intentábamos de memorizar y de analizar cada fórmula vista en clase, además de intentar aprendernos de memoria la tabla periódica, un tema que siempre había resultado complejo tanto para mí como para Julieta. No obstante luego de aquel rato, la campana volvió a sonar por una última vez antes del último receso, ya era hora de rendir la tan esperada evaluación, la cual determinaría y definiría nuestro futuro.
- Buenos días queridos alumnos. Como sabrán, hoy tienen un examen que rendir. Así que les pido por favor, que cada uno de ustedes, que preparan los útiles requeridos para la evaluación. No se permitirá utilizar el cuaderno o el libro de texto como guía, ni tampoco se les permitirá que mantengan las cartucheras arriba o debajo del banco. Deberán de permanecer en sus mochilas y cerradas. Y si lo requieren...les puedo permitir solamente tener a mano, la tabla periódica, pero eso es todo, sin excepción. -Comenzó a decir el profesor-.
- Esta bien. -Les respondimos todos en concordancia-.
- ¡Excelente!. Ahora, una vez que vea que todos tienen los útiles arriba de la mesa, les comenzaré a repartir el examen. Que comenzaran a resolver luego de haber terminado de repartir las hojas ¿quedó claro?.
- Si profesor, estamos listos.
- Perfecto...entonces a la cuenta de tres podrán comenzar. Cuando el reloj suene. Todos deberán de entregar sus respectivos exámenes. Un...dos....tres....¡pueden dar vuelta la hoja y ya comenzar!.