Su mejor apuesta.

Treinta y cuatro.

Desde que recibió la visita de Karen Payne el moreno había estado más insoportable de lo común. Nada le parecía, cada empleado se mantenía al margen, haciendo sus respectivos deberes y evitando a toda costa a su jefe, pues en esos pocos días hubo despidos sin piedad de cualquiera que osara cruzarse en su camino.

Los asaltos de la prensa no estaban ayudando a su estado de ánimo, lo ponía cada vez más furioso que preguntaran la razón de que se rompiera contrato con HF Creations, eso era algo que no tenía que responder solo, y Styles debía saberlo.

Por esa razón, aquí estaba, esperando a que el rizado saliera de su habitación. Había tenido que ir hasta su casa luego de incontables llamadas que nunca fueron tomadas. El de ojos esmeralda no se tomó muy bien el ver en su casa al alfa, pues en un par de horas tenía una reunión muy importante con su abogado, tratarían de llegar a un mutuo acuerdo con Louis sobre la custodia y reconocimiento del pequeño Kelly. Sin embargo, sabía que no sería fácil, el Omega no le entregaría sin protestar a su hijo, mucho menos luego de haber demostrado el nivel de idiotez que el rizado se cargaba.

A Styles no le preocupaba, afortunadamente para él la ley va a apoyarlo simplemente por su posición económica y social, ya que un Omega como Louis no podrá darle los cuidados que necesitará en un futuro su hijo, pues una clasificación tan débil no puede cuidar de un alfa, como Kelly estaba destinado a ser. Si el niño fuera como Lucas no habría mayor problema con que Louis se quedara como único responsable, no obstante ese no era el caso, por lo que es necesario que un alfa lo prepare para el mundo real.

Zayn lo mira con desaprobación, su mente le sugiere que su amigo se ha vuelto loco. Él está igual de desesperado por recuperar lo que apenas había encontrado, aún así sabe muy bien que llevar las cosas ante un juez sólo dañaría a Liam y, por ende, a los mellizos. Y por supuesto que él únicamente quiere protegerlos, está consciente de todo el daño que le causó al castaño en el pasado, lo que llevó a lastimar a sus hijos durante su corta vida. Sus malas decisiones impulsaron a Halley a crecer mucho más rápido para poder proteger de su familia, olvidando que apenas es un niño con la única responsabilidad de reír y jugar. Ahora, si él reclamara a sus hijos de la misma forma que Harry está haciendo haría mucho más grande la herida que con tanto trabajo tanto Liam como Louis han tratado de sanar.

Pero por más que trata de explicarle ésto al ojiesmeralda, éste simplemente lo manda a callar.— ¡Yo no puedo simplemente quedarme sentado a ver cómo pierdo a mi familia! ¡Tengo que hacer algo, Zayn. Debo recuperarlos!— Está histérico. Sus ojos se inyectan de sangre, aprieta los puños mientras camina de un lado a otro y las venas en sus manos y brazos saltan en protesta por la fuerza que está usando.

— Harry, no hay nadie en el mundo que te entienda más que yo, y por eso mismo te pido que retires esa locura. Deja que las cosas se calmen, ahora los niños no están bien, Louis también la está pasando mal.

— ¡Se volvió a ir, Zayn! ¡Mi Lou se fue de nuevo y se llevó a mi hijo! Eso fué lo que nos trajo a todo esto, ¿por qué se fueron? ¡Estábamos enlazados, ellos estaban en cinta! Nunca dijeron una palabra sobre eso, ¡y ahora Kelly cree que lo abandoné cuando ni siquiera supe que existía!— Las figuras que seguramente Fionn había comprado para adornar el lugar se encontraban ahora hechas añicos en el suelo.

El morocho se había hecho el mismo reproche, incluso llegó a decirlo en voz alta frente a Halley. Y la respuesta que el infante le dió lo hizo sentirse tan estúpido.

— Nosotros creímos que habían muerto. Nunca los buscamos, simplemente asumimos que no pudieron soportar la angustia de un lazo roto y los enterramos mientras aún vivían. Nos sumimos en nuestra propia miseria, y jamás nos detuvimos a pensar en lo que ellos tuvieron que soportar. Y cuando regresaron, simplemente los reclamamos como si de objetos se trataran, sin habernos siquiera disculpado antes.— Su voz se iba apagando con cada palabra que salía de su boca. Aunque sus ojos estaban clavados en el rostro de su mejor amigo, su mente le repetía el día en que marcó a Jelena, los sentimientos de pena que lo abrumaron, su alfa diciéndole que era una terrible idea y él haciéndolo de todos modos.— Aún tienes tiempo, Harry. Detén ésta mierda antes de que realmente te arrepientas. 

...

Kelly abrió con lentitud la puerta del cuarto de su prima, sus mejillas debían doler debido a la gran sonrisa que no ha podido quitar desde que su papá le dijo que volverían, pero la verdad es que está tan emocionado de volver a ver la la pequeña azabache que ni siquiera se ha percatado del dolor, y es incapaz de bajar las comisuras de sus labios para descansar por un minuto.

— Sólo tienes que dejar la charola encima e irte, papá. Ahorita quiero dormir, no comer.

Es apenas un murmullo, pero el rizado logra escucharlo a la perfección. Cierra con cuidado la puerta detrás de él y se acerca silenciosamente a la cama. Muerde su labio inferior antes de que la risa que amenaza con escapar lo haga, y una vez que está a centímetros del bulto de sábanas enredadas en la cama ladea la cabeza para admirarla un poco más.

Apenas cruzó la puerta de aquella casa quiso correr en busca de quien le pone color a todos los días tristes, pero antes de poder hacerlo su primo lo detuvo, advirtiéndole que las cosas estaban cambiadas. Cole ya no era la misma niña risueña que tanto trataron de proteger, ahora se dedicaba a cumplir lo que los adultos en la escuela le decían y al llegar a casa se encerraba en su habitación hasta la mañana siguiente.

Había querido creer que la situación con Malik y Styles no había provocado más que la huída de su papá, lamentablemente también habían dañado a la única persona que menos se merecía ésto. Deseaba, con todo su ser, no volver a saber nada de ellos; tal vez si se olvidaban que existían podrían volver a ser la familia feliz que habían sido.

— Yo que había traído muchos ponys para colorearlos juntos, pero tienes mucho sueño.

A Kelly le pareció divertido ver a su prima saltar de la cama, provocando que cayera enredada entre todas las sábanas. Apesar de eso, logró salir de ellas y de inmediato ya estaba brincoteando hacia la puerta.— ¡Entonces muévete y vamos por ellos de una vez, papá me compró pinturas nuevas! 

Quizás, si los tres lo deseaban más, podrían volver a ser felices. 

Dos capítulos en un mismo fin de semana, ahhh.
Les dije que ya estaba escribiendo el otro, jajaja. Sólo que ahora vuelvo a tener un bloqueo mental y no paso del primer renglón del siguiente cap.): 🥺☹️
Bueeeh, espero que luego de dormir pueda escribir más, mientras disfruten ésta belleza de capítulo. ¡Volvemos a tener a una Cole feliz!

Además, ¡por fin Z se dió cuenta de lo babososidiotas que fueron!

¿Cuánto creen que dure ésta efímera felicidad?

Muchas gracias por seguir aquí, ¡les amo! xx