Su mejor apuesta.

Cuatro.

—La modelo no ha llegado, señor Malik.
—Bueno, pues llamen a Gigi, y despidan a la omega incompetente. —Gruñó haciéndoles saber a todos que no estaba del mejor jodido humor, logrando que las omegas que trabajaban para él buscaran refugio con algún beta o alfa que encontraran próximo a ellas.

Con un aire que apestaba a acre ingresó a su oficina, gruñendo cuándo un fuerte olor a bálsamo llegó a sus fosas nasales. Luego se quedó estático, mirando a su rizado amigo quién se encontraba sentado en su silla.
Reconocía ese delicado olor, sólo que no podía recordar de dónde.

—Veo que te has percatado de que el aroma que me acompaña no es el de Fionn, sino de alguien a quien creíamos muerto desde hace años. —Sutileza no era la palabra con la que él describriría a Harry, al con.. un momento, ¿había escuchado bien?
Esperanza empezaba a flotar, cambiando el fétido aroma por uno suave. —Oh, no querido, no me refiero a Liam, sino a su amigo, Louis.

Ahora estaba confundido. ¿Cómo infiernos Louis había sobrevivido, y Liam no? El pensamiento oprimió su pecho.
No debería seguir doliendo, se supone que había superado la pérdida hace años. Sólo los omegas se sumergen en la depresión luego de perder a su pareja, y él era un alfa.

—No es posible, Styles. Él murió luego de que supiera lo de la apuesta, junto a Liam, ¿recuerdas?  —no iba a permitir que el cariño que Harry le tenía al ojiazul le hiciera verlo en todas partes.

—Oh, así que estoy loco, eh. Entonces me imaginé el haber hablado con él, ¿eso es lo que piensas? —Malik le dedicó una mirada, haciéndole saber que eso era justo lo que cruzaba por su mente. —Bien, no me creas. —Se levantó gruñendo, y disparando un olor que demostraba lo herido y enojado que se sentía. —Pero debes saber que Tricia Cole te espera mañana a las tres en el parque. —Cerró la puerta con un golpe seco luego de cruzar la oficina hecho una furia.

Zayn frunció las cejas.
¿Tricia Cole? No conocía a nadie que se llamase de esa forma, sólo su madre tenía el nombre de Trish, y.. una pequeña niña de ojos ámbar y largas pestañas.
Cole.

Confundido a un nivel supremo, se dejó caer en su acolchada silla.
Definitivamente, Harry sabía cómo hacer que hasta el hombre más duro tuviera una incontrolable curiosidad por algo.