Quince.

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Habían pasado seis días desde que se marchó con prisa de la casa del castaño, dejando atrás la responsabilidad de cuidar del chico que iba saliendo de su primer celo. Casi una semana de rabia contenida, dudas rondando su cabeza y aumentando con el pasar del tiempo.. preguntas sin respuesta debido a su cobardía.

Y es que él no estaba preparado para escuchar cualquier cosa que Liam, o Louis, pudieran decir.

Su alfa rugía molesto dentro de su pecho, deseoso de que moviera su culo a la casa, y pusiera fin a todo ese drama reclamando lo que se le negó hace años; a sus hijos.

Por un instante, su mente alejó cualquier pensamiento, llenándose de una niebla de angustia que sabía no era suya. Desde el día en que reclamó a Liam frente a Gigi, la omega que llevaba su marca en el cuello, él no se había preocupado por la mujer, viéndola únicamente cuándo les dejó en claro a la familia Hadid que había encontrado a su mitad, y no era la rubia. Pero, como aún su cuello estaba marcado por sus colmillos, Zayn ha sentido todas y cada una de sus emociones a través del lazo. Tan mal como suena, el moreno no ve el día en que se tenga que librar de aquello para, al fin, poder marcar a su compañero.

Nuevamente, sintió a su alfa inquieto y un suspiro salió de sus labios al entender lo que quería. No importa si ama a otro omega, mientras aún haya una marca uniéndolo con Gigi, su alfa seguiría preocupándose, -y ocupándose a medias,- de ella.

A regañadientes, subió a su auto para dirigirse a casa de la mujer, rezando porque sus padres, o quien sea que esté cuidando de ella, lo traten de un cabronazo y le hagan dar la vuelta; él lo haría, gustoso y sin replicar.

...

—¿Sin noticias de él? —Liam miró a Louis con esperanza brillando en sus ojos, mientras que el omega cruzaba la puerta y una risueña niña corría escaleras arriba para jugar con su mellizo. Habían pasado horas sin estar cerca de él y ya lo extraña.

El ojiazul niega con la cabeza, mirando a su pequeño hijo caminar con molestia hacia la sala. Un suspiro salió sin poder evitarlo.

Liam miró a su amigo, extrañado por el olor a tristeza y preocupación que emanaba. —¿Pasa algo con Kelly, Lou? —El susodicho vuelve a mirarlo, sentándose frente a él en la pequeña mesa.

—Escuchó a Niall y Zayn discutir, sabe ya que Zayn es el padre de los mellizos y no ha parado de preguntar quién es el suyo.—Sus ojos se llenan de lágrimas, angustiado baja la voz para que el niño no pueda oírlo.—Tiene la sospecha de que es Styles, y yo.. No puedo decirle, Li.

El más pequeño se levanta con una sonrisa triste y envuelve con sus brazos el menudo y fuerte cuerpo de Louis.—Todo se está complicando, pero sabíamos que ésto podría pasar si volvíamos. Creo que tienen derecho a saberlo, pero primero debemos hablar con sus incompetentes padres.

Ambos se miran con temor pero, si bien puede que no sea lo mejor, saben que es lo correcto. Los tres ya han sufrido bastante por la ausencia de una figura fuerte que cuide de ellos, provocando que dos de ellos maduraran de golpe para protegerse ellos mismos, junto a su pequeña hermana y, de paso, a sus padres, que hacen su mayor esfuerzo para darles lo mejor.

—Mañana pasaré a buscar a Harry.

Liam asiente y ésta vez le da una sonrisa orgullosa.

—Y yo veré si Zayn me deja decir palabra.

Ya era hora de dejar de correr y enfrentar las consecuencias de lo que habían hecho hace años.

...

Harry miró los papeles de entre sus manos como si estuvieran escritos en algún idioma que él no podía comprender. Su frustración debió haber traspasado el lazo, pues en menos de un minuto tenía a su compañero a su lado, masajeando su vientre con una mano y tendiéndole una taza con café con la otra. Sonrió agradecido, mostrándole un pequeño hoyuelo en cada mejilla.

—¿Qué es lo que te mantiene tan preocupado, amor?—Harry se relajó con el toque de la tibia mano sobre su hombro, dió un sorbo a su bebida y suspiró.

—Ahora que Z está tan ocupado me ha tocado resolver todos los problemas en la empresa, sin excepción. —No le gustaba mentirle, por lo que dejó a medias la verdad. Aunque, si la expresión en el rostro del omega decía algo, no le había creído.

—Está bien si no quieres decirme, Hazz, lo entiendo.—Y sí, el rizado no tenía idea de cómo el hombre podía ver a través de él. Abrió la boca, tratando de decir algo, pero la cerró cuándo Fionn levantó una mano frente a él, su expresión suavizándose un poco.—Haz cargado ya con la responsabilidad completa antes, y nunca habías estado tan distraído; por el contrario, es cuando más concentrado te pones.

El alfa pasó un brazo por la cintura del chico, acercándolo a él para sentarlo en su regazo. Con una pierna a cada lado, se acomodó lo mejor que su abultada barriga le permitía. Cerrando los ojos, disfrutó los pequeños besos que el más grande repartía por su rostro.

—Tienes razón, amor, lo lamento. En realidad me preocup-

Fionn negó con la cabeza y acercó sus labios a los de su pareja.—No tienes que decirlo, amor. Esperaré a que estés listo.

Harry asintió y el omega interno del menor suspiró inquieto. Tenía un mal presentimiento, y si era honesto le daba miedo que su Hazz le pusiera voz a sus recientes pesadillas. No estaba seguro de poder soportarlo.

—Te amo.

Fundiéndose en un beso lleno de sentimientos, Fionn se prometió disfrutar aún más al padre de sus hijos.. Sólo por si acaso.


Creo que éste ha sido el capítulo más largo de ésta fic.. Quise que aquí conocieran más sobre los miedos de los personajes, ¿qué les pareció, gomitas? Quiero leer sus comentarioos.

Si hay algún error, díganme. ♡

Buenas noches, nos leemos mañana. xx

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