Su mejor apuesta.

Treinta y siete.

Louis llevaba días con un comportamiento distraído, Anwar ya se había dado cuenta de eso. Kelly le había contado brevemente la desición final de la última audiencia, lo que definitivamente explicaba el malestar de Louis, el menor le había dicho que su papá no quería ponerle presión de ninguna manera, pero tampoco pensaba aceptar al Alfa de rizos. Y él estaba completamente de acuerdo con esa idea.

Por ello es que aquí estaban, Louis y él dentro de su automóvil, camino a un lugar al que había deseado llevarlo desde hace mucho. Pidió ayuda a Liam para que cuidara de Kelly mientras estaban fuera, contándole superficialmente sus planes, pues no estaba seguro de decirle completamente la verdad, temiendo que se sintiera herido de alguna manera.

Una vez que divisó la enorme casa y comenzó a estacionarse frente a ella, Louis lo miró con el ceño levemente fruncido, sus ojos azules recorriendo su rostro con curiosidad genuina.— ¿Qué es ésto?

El Alfa sólo atinó a sonreír, demasiado nervioso.— Te lo explicaré una vez estemos dentro. Por favor, confía en mí.

Louis asintió despacio, saliendo del auto al mismo tiempo que el mayor, dejándose guiar por él hasta el interior de la vivienda. Inmediatamente varios aromas lo golpearon, pero había uno en especial que lo tuvo tratando de recordar porqué le parecía conocido, sin embargo era demasiado débil como para que la respuesta llegara pronto.

Avanzaron hasta lo que parecía ser la sala de estar, el ojiazul no tuvo tiempo de prepararse cuando dos pares de ojos lo observaron, escudriñándolo con la mirada.

—Mamá, papá, les presento a Louis. Mi pareja.

...

Liam se encontraba dando distraídas miradas a su celular, mientras esperaba que fuera la hora de salida y viera salir a sus pequeños. Niall se había alejado mientras respondía una llamada urgente, dejándolo aburrirse mientras esperaba.
Habían logrado retomar su vida lo más "normal" posible, adaptándose a las nuevas reglas que debían cumplir con Kelly, pero el trío finalmente se sintió listo para regresar al colegio.

Metió el aparato una vez más al bolsillo de su pantalón cuando escuchó el rugido de un automóvil demasiado cerca, echó un vistazo al lujoso auto que se estacionó casi frente a él, haciéndole poner una mueca de confusión; por lo que recordaba, hoy no era día de que Styles conviviera con su hijo. Pero todas sus dudas se esfumaron al ver que quien bajaba de ahí no era el ojiverde, sino su mayor temor.

Sus manos comenzaron a temblar, por lo que las metió en los bolsillos de su chaqueta en un intento de tener el control, mientras miraba los perezosos, pero decididos pasos que el moreno daba hacia él.

—¿Qué haces aquí?—Su tono fue bajo, pareciendo más un susurro, aún así fue suficiente para que los ojos pardo lo miraran.

—Vine a recoger a mis hijos, ¿qué parece?

—Zayn, por favor, ellos no quieren verte, y sinceramente yo creo que lo mejor sería que siguiéramos por caminos separados.

Las oscuras cejas se juntaron en un gesto de enojo.—No, Liam. Por supuesto que no aceptaré eso, tengo derecho a estar con ellos independientemente de cualquier cosa que estés pensando. No quiero verme obligado a recurrir a lo mismo que hizo Harry, porque ambos sabemos que tienes la desventaja, ya que tú no tienes a un Alfa que intente cortejarte.

Y, cómo por arte de magia, antes de que el castaño pudiera responder, fue tomado de la cintura de forma posesiva.—No, pero eso no significa que no tenga a nadie haciendo esa tarea, aunque no sea un Alfa.

Ojos oscuros barrieron al molesto beta. ¿Cuántas veces ese rubio había interrumpido sus momentos con Liam? No llevaba exactamente la cuenta, pero eran más de las que podría soportar.— ¿Y tú crees que le darás alguna seguridad? Mi hijo es un Alfa, no un miserable beta. Ambos necesitan de su padre, dejen de darles las tontas ideas de que no los quiero, porque de haberme enterado sobre ellos no te habría dejado ir, Liam.

Los ojos extraños ya empezaban a acumularse sobre ellos, poniendo las mejillas de Liam sonrojadas por la vergüenza. Tener a dos hombres reclamándolo y defendiendo a sus hijos, y que uno de ellos fuera nada más ni nada menos que Zayn Malik, no entraba en su concepto de vida normal.

—Bien, hablaré con ellos una vez hayan salido, pero tampoco los obligaré a algo que no quieran. Ahora, por favor deja de hacer alboroto.

— Está bien, pero yo estaré presente en su conversación.

Liam tuvo que ceder un poco, habían llamado bastante la atención ya, si no lo dejaba podría poner las cosas peor.

Sintió a Niall tensarse a su lado, por lo que le sonrió a la vez que daba un apretón a su mano, dándose entonces cuenta que tenían sus manos entrelazadas. Sintiéndose seguro con ese gesto, decidió que no diría nada y las dejaría de esa forma, lo que no le gustó nada al moreno.

...

Louis había pensado que iba a desmayarse en cualquier momento, sus ojos buscando alguna salida a ésta situación mientras su boca formaba una sonrisa y daba un cordial saludo en automático.

Por suerte, los padres del rubio eran personas amables, haciéndolo sentir tranquilo inmediatamente. Ahora se encontraba riendo por una anécdota que la señora Hadid le contaba sobre su hijo.

La estaba pasando realmente bien, hasta que el aroma del principio se intensificó. Sin embargo, no lo reconoció hasta que fue demasiado tarde...

Lo olió por primera, y única vez, cuando hicieron la cena en dónde todo había salido mal.

La rubia mayor le dió una sonrisa de felicidad a su hija.— Gigi, cariño, qué bueno que quieras reunirte con nosotros. 

¡Bendita imaginación que me permite traerles dos capítulos casi seguidos! Le tengo que agradecer a JazDue,ya que anduve releyendo Corazones rotos y ¡pum! Las ideas volaron a mí. 

Les dije que alguien iba a aparecer nuevamente. 👀
No sé ustedes, pero me chocan las actitudes que Z y H están tomando, aunque si me pongo en su lugar probablemente actuaría del mismo modo, toda dolida y enfadada. ¿Qué opinan?

Espero que les guste el capítulo, si hay algo mal por favor díganme.

Les amo un montón. xx