Ocho.

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Maratón 3/?

El ambiente estaba tenso, y el único sonido apreciable era el golpetear de los cubiertos con la vajilla y el suave murmullo de los demás presentes en el restaurante. Anwar no había pasado por alto que los ojos chocolate brillaron cuándo sus pequeños labios pronunciaron el nombre de su cuñado, y eso era otra cosa, ¿cómo es que Liam conocía al moreno?

—¿Tú tienes hijos, Louis? —agradecía el intento que su hermana hacía por tener un ambiente ligero el resto de la tarde.

El ojiazul asintió con la cabeza mientras terminaba de masticar, respondiendo cuándo tragó. —Sólo a Kelly.

El alfa de cabello castaño notó con desagrado cómo el de ojos ámbar fruncía las cejas.

—El niño es maravilloso, muy protector. Será un gran alfa. —Liam presionó en el tema, esperanzado de que se olvidaran de él y sus hijos.

En otras circunstancias, Liam no habría dudado en hablar sobre sus mellizos, contando lo inteligentes y protectores que eran, incluso con él, orgulloso por los buenos modales y la amabilidad que había sabido enseñarles. Pero en ese momento, lo único que quería era que todos olvidaran por unos minutos su existencia.

—Creí que los tres eran hermanos, se protegen mutuamente.

El moreno sintió todas las miradas en él, pero sólo se centró en una apagada. Liam, resignado, respondió: —Es así cómo los educamos. —el azabache asintió sin convencerse del todo.

—¿Cómo conoces a los niños, Zayn?

El aludido se alzó de hombros, dando un nuevo bocado recién cortado de su filete, tomándose el tiempo para responder. Miró a Anwar un corto lapso de tiempo, y volvió su vista al castaño omega que tenía en frente.—A Cole se le fué la pelota una vez en el parque, yo estaba ahí. Son niños agradables.

—¿Ellos son sus hijos? ¡Oh, chicos! Les agradezco entonces, gracias a sus pequeños, Zy y yo estamos planeando tener hijos.

Liam, quien estaba bebiendo en ese momento, se atragantó y comenzó a toser escandalosamente. Louis se apresuró a golpear con suavidad la espalda de su amigo, evitando así que se ahogara.

—¿Te encuentras bien, Liam?

El omega sintió su rostro calentarse, todos miraban hacia él con preocupación latente, y casi se echó a llorar cuándo miró la expresión de terror de que algo le pasara igual a la de años atrás en el rostro del mayor.

—Estoy bien. —Su voz salió diminuta, parte porque su garganta aún estaba adolorida por casi atragantarse segundos atrás, y parte por la ya-esperada noticia de la rubia. —Serás un gran padre, Zayn. Quiero decir, ambos lo serán. Un gran ejemplo.

La amargura de sus palabras no pasó desapercibida para nadie, mas el par de hermanos lo ignoró, creyendo que era su imaginación poniendo cosas de más en su mente. Sin embargo, Liam hablaba en serio. A pesar de la forma tan cruel que jugó con él en el pasado, conocía bien al alfa sentado frente a él, habían sido amigos desde la infancia, mejores amigos rayando la hermandad, hasta que la atracción se hizo más fuerte entre ellos, y Zayn tuvo que mantener su tonta reputación. Liam sabía las ilusiones de Zayn en tener un hijo alfa y, quizás más adelante, a su pequeña princesita para tener a su familia feliz completa. El castaño casi se echó a reír con irritación, era una ironía que él le haya cumplido "su más grande sueño" a Zayn, pero éste no supiera de la existencia de sus primogénitos.

Sin embargo, Liam no estaba dispuesto a hacerle saber, el moreno conocía a los niños ya, debió sentir la conexión de padre e hijo hacia ellos, y si decidió ignorarlo no tenía porque afligirse. Era mejor así, sus pequeños no tenían ya curiosidad por su otro padre, y él estaba saliendo al fin adelante. No necesitaba de un alfa, y ya lo había demostrado sobreviviendo.

Su mejor apuesta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora