Veinticinco.

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Los labios exageradamente pintados de rojo se fruncieron en una delgada línea, nada contenta con que ese niño quisiera tomarle el pelo pues, sabía, era imposible que ese alfa tenga parentesco alguno con su jefe.

Liam miró con grandes ojos al infante, no sabía si tenía que estar asustado; más allá de la intención de protegerlo, el que su niño usara la condición de la rubia como un insulto era alarmante. Le preocupaba que el castaño se convirtiera en un alfa prepotente más, uno que pensaba que era mejor que los demás por el hecho de ser naturalmente más fuerte, y que los de su clase no eran más que simples utensilios listos para ser desechados.. Idéntico a su padre.

La omega sonrió con burla cuándo distinguió la mata de rizos de su jefe acercándose a ellos. Estaba ansiosa porque sacaran a ese par de las oficinas para que la paz regresara.

— Zayn los está esperando, Liam. ¿Hay algún problema? —la venenosa sonrisa de la omega se descompuso, parecía que el alfa ignoró olímpicamente su presencia y directamente se dirigió al castaño sin dirigirle la más insignificante mirada. Su confusión se hizo más grande al notar a un niño caminando a su lado que, si le preguntaban, era idéntico al hombre.

— No había problema hasta que su secretaria se acercó a ofender a mi padre, tío Harry.

Los claros orbes de la nombrada se abrieron con nerviosismo. El pequeño no podía inventar algo como ser el hijo de Malik y seguir con la mentira frente al rizado, ¿o si?

Liam sintió el ambiente volverse tenso y las oleadas de miedo que la rubia desprendía le provocaron náuseas, su omega chilló y él mismo hizo que su aroma se intensificara. Queriendo que todo pasara de una vez, le restó importancia al asunto, tratando de justificar la actitud de aquella mujer.— No, yo-está bien. Soló le preguntaba algunas cosas, pero ya vamos.

Harry alzó una ceja en incredulidad, parecía cierto que algunas cosas nunca cambiaban no importando el tiempo que pasara, como la actitud dócil y sumisa de Liam hasta con los de su misma condición. Pero si Zayn se llegaba a enterar del asunto, que era más que probable con todas las miradas sobre ellos, y la omega no había tenido una fuerte sanción -por no hablar de ser despedida-, estaba más que seguro que quien sufriría sería él.

Su tono de voz se hizo más grave y autoritaria al dirigirse a la persona que palidecía con cada segundo ahí.— Quiero verte en mi oficina en veinte minutos, ahora vete.— Con la cabeza baja, la mujer asintió y se retiró en completo silencio sin mirar hacia atrás. Harry escuchó el bufido de descontento del rizado junto a él, lo que hizo que sonriera.— Vayan con Cole, niños, ella ya está con Z, Liam los alcanzará en un momento. —

Halley no quería abandonar a su padre en la situación que se encontraba, pero sabía que si se presentaba un problema, Harry sería capaz de manejarlo.

O eso esperaba.

El mayor esperó a que los infantes corrieran para volver a mirar al castaño—, creo que debes tomar algún supresor, Liam.

El regordete labio del más bajo fué mordisqueado, evitando mirar directamente al alfa— En el camino a aquí tomé algunos, creo que no tardan en hacer efecto.

El ojiverde asintió, no queriendo discutir más el tema. Estaba siendo difícil controlar a su alfa, pues el olor que el chico desprendía era sumamente exquisito y embriagador. — Si hay más problemas, por favor dime de inmediato o tendremos a un furioso Zayn detrás de mi cabeza.

Harry se alejó de ahí lo más rápido que pudo, confiando en que Liam sabía el camino a la oficina de su amigo. Necesitaba deshacerse de cualquier pensamiento que su perversa mente le haya ofrecido.

No podían culparlo, por muy buen amigo y enamorado que esté sigue siendo alfa, con instintos y pensamientos tan primitivos como los de un hombre de las cavernas.

(...)

Liam estaba ansioso, observó cómo el hombre se alejaba y no puedo detener el suspiro de alivio. No era que lo odiara, eso era demasiado fuerte a pesar del daño que le causó a Lou, simplemente que, justo ahora, las feromonas que desprendía ponían aún más inquieto a su débil omega.

Una vez recuperado, caminó a pasos cortos y pesados. Le era cada vez más difícil, comenzaba a sentir nuevamente el frío sudor recorriendo su fina espalda.

Sentía todas las miradas sobre él, pero nada fué más importante que el hombre que prácticamente corría para sostenerlo. Se dejó mecer en sus brazos, era exquisito el aroma varonil que el alfa desprendía y, cuando se dió cuenta, ya había frotado su rostro en el ancho pecho, dejando su suave olor en cada centímetro de la ropa.

Todos eran testigos de la tierna escena, la pequeña azabache chillaba de alegría porque su papi y el señor Malik se estaban abrazando, mientras que su mellizo y primo pensaban en algo para separarlos antes de que sucediera una locura.

Lastimosamente, volvió a aparecer aquél alfa de mirada esmeralda que tan mal le caía a Halley, llevándolos a algún lugar lejos de la vista de su padre. Lo último que logró divisar mientras era arrastrado fué cómo Zayn tomaba en brazos a Liam para luego encerrarse en su oficina.

Nada bueno iba a salir de ésto, estaba seguro.















Waah, al fin pude terminaar.

Me alegró bastante todos sus preciosos comentarios y, aunque no pude responder todos, leí cada coma y punto.

Bien, ahora van cincuenta comentarios, o les dejo lo que pasó después a que lo imaginen uwu.

De paso, en mi tablero les dejé un mensaje para su sorpresa de Navidad así que, vayan a leerlo y comenten. Saben que siempre hago lo que la mayoría pide.

Les amo un montononaal, mis gomitas preciosaas. xx

Su mejor apuesta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora