Cap 6 ST: Heartbreaker

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"Narra Carlos"

Llegué a casa y me senté en el sofá. Eran las tres de la mañana. Eso de "un poco nada más" se alargó bastante. Me quité los zapatos, los calcetines y la chaqueta, y me puse a pensar. ¿Por qué tengo que pensarlo todo? ¿Por qué no puedo, simplemente, derrumbarme y ya? Sería una buena opción, pero mi mente caprichosa no me deja.

Todo por lo que he esperado, lo que he perseguido, una larga espera y una eterna persecución, ambas parecían no acabar nunca. Se han ido al traste. Creo que estaba preparado para verla, para abrazarla, para verla con otro quizá, pero para ver semejante cosa, desde luego que no lo estaba.

Golpeo el cojín con fuerza. Gilipollas. ¿Cómo he podido pensar que ella me pertenecía? Me llevo las manos a la cara. Ahora tendré que aparentar que no me importa. ¿Cómo podré hacerlo? Hoy lo he hecho porque... No sé ni cómo he sido capaz de hacerlo.

Fuera, menos drama.

Me levanto y me voy a la cama. Lo último que oigo son las llaves. Blas ha llegado.

"Narra Blas"

Desperté por los rayos de Sol. ¿Por qué no bajé las persianas? A tonto no me gana nadie. Pero ya me he desvelado.

Me levanto y voy a la nevera. No hay nada. Genial. Esto me pasa por no comprar reservas y dejar a Carlos más de una hora solo en casa. Si es que cuando pongo unos límites será por algo.

Pues ahora va a venir a comprar, por perro.

Camino hacia su habitación y abro la puerta. Como esperaba...

Duerme agarrado a la almohada como si fuera un salvavidas. Sigue igual, nada cambió ayer.

Suspiro y enviendo la luz. Se remueve y suelta la almohada.

CAR: ¿Blas?

BLA: No, Casper. ¡Levanta! - le quito las sábanas.

CAR: ¿Qué pasa? - se frota los ojos.

BLA: Venga, que vamos a comprar.

Abre los ojos. Lo que veo en su mirada me lo recuerda todo. Oh, no, otra vez no... Ahora que parecía que se estaba recuperando... Esta vez no. Lo evitaré.

CAR: No tengo ganas.

BLA: Pues no haberte a inflado a comer. ¡Levanta! - subo las persianas y abro las ventanas.

CAR: Lo tuyo es molestarme, ¿verdad?

Me cruzo de brazos.

BLA: Tienes los ojos rojos. ¿Otra vez?

CAR: ¿Qué?

Se levanta y va al baño.

CAR: Oh, no. Te lo juro que no. Me fui directo a la cama.

BLA: Carlos que nos conocemos.

Me mira y suspira.

CAR: Solo un poco.

BLA: Joder.

CAR: Es que no lo pude evitar. Joder yo, ¿por qué no me contaste nada? - se lava la cara.

BLA: ¿Cómo te cuento esto?

CAR: Cuando me dijiste que su aspecto había cambiado, ¡para nada me esperaba esto! - se pasa la toalla.

BLA: Volvemos al principio, Carlos.

CAR: No voy a volver a pasarlo mal por esa perra.

Me quedo estupefacto. ¿Qué?

Mil montañas por escalarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora