“Narra Dani”
Dejamos al pobre de Álvaro en el jardín botánico con Tania. Con el calor que hacía, no había ganas de ir a ver flores. Corrimos hacia el hotel, pero en cuanto los despistamos, frenamos y fuimos andando. Nerea me explicaba la fascinación de Tania por el campo. Por lo visto, de pequeña su padre siempre le llevaba al campo los fines de semana, y durante toda la semana esperaba impaciente a que llegara el viernes. Como ahora está de gira, pues apenas puede ir, y el contacto con la naturaleza para ella es imprescindible. Sin embargo, Nerea prefiere ciudad.
NER: Es una pesada. Siempre quiere que la acompañemos a la Sierra… Lo mismo un día nos planta un jardín en la terraza. De momento, las flores en las ventanas son obligatorias. Marta siempre se queja de que entran muchos bichos. Por eso en su habitación siempre hace tanto calor, porque no abre las ventanas.
Escucho con atención algunas de las anécdotas que me cuenta de Tania y las flores. Las calles están desiertas y nosotros caminamos por las sombras de los árboles. Sin rumbo. ¿A dónde vamos?
DAN: Bueno, ¿y ahora a dónde vamos?
NER: A molestar a la parejita al hotel.
La idea me hace reír.
DAN: Anda, vamos.
Caminamos con paso ligero hacia el hotel.
“Narra Carlos”
El aburrimiento se apodera de mí. No hay nada en la tele. Bueno, en Disney Channel echan Phineas y Ferb. Lo estaba viendo hasta que me he dado cuenta de que me aburría más. Marta sigue tumbada sobre mis piernas con el ordenador.
MAR: ¡Mira, Carlos! – alza los ojos a mi cara.
Observo la pantalla del ordenador. Hay una imagen. La reconozco. Somos ella y yo ayer en plató, abrazándonos.
MAR: Y mira lo que ha subido Dani al instagram – cambia la página. Es un vídeo.
Es el vídeo de ayer cuando sonó Heartbreaker en el plató. El vídeo dura 15 segundos, pero baila con todos. Se ríe.
MAR: ¿En serio no estaba borracha?
CAR: No lo sé, pero casi me da algo cuando me perreaste – bromeo.
MAR: ¡No te perreé! – se defiende, mirándome.
CAR: Ya lo sé, pero te pusiste muy cerca.
MAR: Ah, pues ya no lo hago más – se sienta y deja el portátil encima de la mesa. Se cruza de brazos.
CAR: ¿Te has enfadado? – no me lo puedo creer. Casi se me escapa la risa.
MAR: No.
Niego con la cabeza soltando risas. Me mira incrédula.
MAR: ¿De qué te ríes?
Dejo de reír y me muerdo los labios para no hacerlo más. Me sonríe y se echa a reír.
CAR: Pero mira que eres boba – me acomodo y le beso el cuello.
MAR: Eh, eh ¿qué haces? En el cuello no – pone las manos en mi pecho y me empuja.
¿En el cuello no? Pues OK. Me acerco a sus labios y la beso.
MAR: Ahí sí – susurra en mi boca.
Me río. Me devuelve el beso con la misma intensidad que yo. La agarro por la cintura y tiro hacia mí. Cae sobre mis piernas y la agarro por la espalda. Se agarra a mi nuca y suelta un grito. Se ríe cuando vuelvo a besarla. Me encanta el sabor de sus labios. Saben mejor que el chocolate.
ESTÁS LEYENDO
Mil montañas por escalar
Fiksi Penggemar*Esta fanfic se encuentra publicada en http://milmontanasporescalar.blogspot.com *