Cap 12: El jefazo

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“Narra Nerea”

MAG: ¡Oh, chicas! – dijo cuando se percató de nuestra presencia. Todos fijaron la vista en nosotros – Sentaros, no os quedéis ahí.

Todavía un poco desconcertadas, nos sentamos en los asientos libres. Yo me siento junto a Dani y a Tania. Marta se sienta junto a David.

MAG: Os presento. Chicas, él es Kiko Fuentes, el director de Warner Music. El jefazo – bromea.

El muchacho ríe y nos tiende la mano. La apretamos con gusto y un poco confusas. El jefe. El que puede echarnos si no damos la impresión correcta.

MAG: Ellas son Nerea, Tania y Marta. Las bailarinas de los payasos.

ÁLV: Payaso tú – le saca la lengua.

La mesa ríe, no escandalosamente. Esto es lo más parecido a una comida de negocios que he tenido en mi vida.

KIK: ¿Qué tal se portan con ustedes? ¿Igual de mal que conmigo? – nos pregunta.

Marta es la portavoz del grupo, por así decirlo. Le miramos. Sonríe y habla con total naturalidad.

MAR: Más o menos – contesta.

KIK: Oh, entonces lo estaréis pasando mal.

MAR: No, estamos muy contentas.

KIK: ¿Os está gustando esto?

MAR: Si se refiere a la oportunidad que nos están dando, no podemos estar más felices.

El hombre sonríe ampliamente. Mira a Magi.

KIK: Me gustan.

MAG: Y a mí – sonríe.

Kiko vuelve a mirarnos.

KIK: Esta noche debutáis por primera vez. ¿Estáis nerviosas?

MAR: Un poco, sí.

Llega el camarero con una bandeja y muchos platos.

MAG: Chicas, ya hemos pedido. Espero que no os moleste.

Negamos con la cabeza. Nos colocan un filete delante de nosotras. ¡De ternera! Es perfecto. Me chiflan los filetes de ternera. Casi todos han pedido lo mismo, salvo Kiko, que ha pedido ostras. ¿Ostras? ¿Ostras para comer?

El resto de la comida pasa con total normalidad. Todos hablan y dan sus opiniones a distintos temas. Kiko parece un hombre sencillo. No es el típico hombre que se cree importante por el cargo que tiene, aunque lo sea. No se le ha subido a la cabeza. Eso está bien.

KIK: Esta noche, después del concierto, va a haber una fiesta privada en la playa. ¿Queréis venir? – pregunta amablemente a todos.

Todos aceptamos. ¿Fiesta con el jefe? ¿Cómo vamos a rechazar eso? Terminamos el postre y nos despedimos del jefe, que nos prometió que esta noche estaría allí para vernos. Nosotros subimos al AurynBus y fuimos directamente a la prueba de sonido, para nosotras, el ensayo general. Llegamos y ya había mucha gente, pero no estaba lleno. Claro, la gran mayoría eran chicas adolescentes, aunque había algunas que no eran tan adolescentes.

DAN: Auryn para todas las edades – me explicó cuando vio la cara que tenía.

NER: No, si eso ya lo veo… - río.

La entrada del AurynBus al recinto fue una pasada. Decenas de chicas gritaban y golpeaban los laterales del bus, también sacaban fotos, enseñaban pancartas, saltaban, y alguna que otra lloraba… Los chicos miraban tras las ventanas tintadas sonrientes. Alguno que otro saludaba, pero ellas no se inmutaban. Supongo que no se darían cuenta. Cerraron las puertas y todo volvió a la normalidad. Bueno, todo no porque seguían gritando y golpeando las puertas. Salimos del AurynBus y unos hombres nos recibieron. Nos indicaron los backestages y allí acudimos. Bebimos unas Coca-Colas y nos pusieron los pinganillos.

Mil montañas por escalarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora