Mil montañas por escalar

Capítulo 1: Una nueva mañana

"Narra Álvaro”

DAN: ¡Arriba!

Corre las cortinas, sube las persianas y abre las ventanas. La luz del Sol me ciega.

ÁLV: Mmm… ¿qué hora es? – pregunto.

Me giro en la cama para seguir durmiendo cuando caigo al suelo. Dani empieza a reír. Me levanto, cojo un cojín y se lo tiro a la cara. Cojo el teléfono y miro la hora. Las 9:30. Vuelvo a tirarme en la cama.

DAN: Álvaro venga. Que me aburro ahí solo.

ÁLV: Vete a la mierda, tío.

Dani se va de la habitación. Genial, ahora está enfadado. Y encima ha dejado la puerta abierta. Me levanto a regañadientes.

ÁLV: Tío cierra la puert… - me interrumpe.

Me ha tirado un vaso de agua congelada encima. Rompe a reír.

ÁLV: Vas a morir.

Echa a correr hacia el salón y yo le persigo. Hacemos zigzag entre la mesa y el sofá. Al final consigo derribarle sobre la alfombra y le pego collejas.

DAN: Joder, qué bestia.

ÁLV: ¿Te lo pensarás mejor la próxima vez?

DAN: Que sí, quita – me empuja.

Caigo al suelo de culo. Se levanta y se sacude los pantalones. No puedo evitar reír. Y más aún cuando me fulmina con la mirada.

“Narra Tania”

NER: Venga, otra vez.

Joder, estoy cansada. No tengo ganas de bailar más.

NER: Vamos, que hoy es el casting.

TAN: Vale… - me resigno.

Me pongo en pie, en posición. Y la música suena. Vuelvo a bailar.

“Narra Carlos”

Suena el despertador y yo maldigo al chico que lo construyó. Tanteo con la mano la mesa hasta que lo encuentro. Golpeo fuerte hasta que se apaga. A lo mejor lo he roto… Me compraré uno que me despierte con el canto de los ángeles en vez de un maldito gallo. Gruño y a regañadientes me levanto. Me dirijo al baño. Estoy hecho un desastre. Para quien me ve… Vaya día más aburrido me espera hoy. Por lo menos llegaré pronto a casa.

“Narra Marta”

Dios, Nerea está muy cansina. Vale que sea el ensayo general. Vale que esta tarde sea el casting. Pero chica… nos estás matando con el ensayo. Esta tarde no vamos a rendir.

TAN: Se acabó, ya no ensayo más – se tira al suelo.

Nerea se echa a reír y la acompaña. Yo no iba a ser menos. Nos quedamos ahí, disfrutando el frescor del suelo. Oh, dulce placer de los dioses…

TAN: Voy a dormir como un lirón.

MAR: No vas a ser la única.

NER: No lleguéis tarde – avisa.

TAN: Que sí, pesada. Me voy a dormir, adiós – se levanta, coge el bolso y se va.

MAR: No es bueno hacerle madrugar.

NER: No – coincide.

Echamos a reír. No necesitábamos madrugar. Lo dominamos bien.

NER: ¿Tienes el pase? – pregunta.

Asiento. Me levanto, sacudo un poco la camiseta, y me voy. Estoy muy nerviosa. Esta tarde Tania, Nerea y yo vamos a hacer un casting para irnos de gira con un grupo de jóvenes cantantes bailando sus canciones. Hemos tenido que inventarnos un baile para una de sus canciones. La canción es “Dont give up my game”. Ya la había escuchado anteriormente. Es un poco difícil de bailar, por eso hemos hecho una versión remix. He buscado información sobre el grupo. Son un fenómeno fan español, se llaman Auryn. Son cinco chicos. Dos rubios y tres morenos. Y ninguno  de los cinco canta mal. No soy fan, pero su música tampoco me disgusta. Además, aunque canten en inglés, son españoles. Eso me gusta. No sé cómo son, no me he molestado en saberlo. Si necesito conocerlos, ya lo haré. Además, así evito ponerme nerviosa cuando los vea. Nerea, Tani y yo vamos a arriesgarnos un poco con la versión remix. Yo quería que bailásemos una que se llama “Route 66”, pero ellas decían que no era conocida y sería arriesgarse demasiado. En fin… Nuestro sueño es ser bailarinas profesionales, que nos hagan fijas en algún lugar importante, y ganarnos la vida bailando. Cuando seamos demasiado “viejas” para seguir bailando, soñamos con montar nuestra propia academia o enseñar el baile a las futuras generaciones. Ay, que me emociono… Solo queda esperar a mañana para ver si nuestro sueño arranca ya, o tenemos que esperar más tiempo.