Mil montañas por escalar

Cap 18: Inma

“Narra Nerea”

Me río y busco a mi espalda el manillar de la puerta para no perderme este espectáculo. Lo encuentro, y abro la puerta a la vez que me giro. Entonces mis ojos no dan crédito. Esto no me lo esperaba, pero no me lo esperaba ni yo ni nadie.

¿Qué es lo que veo? Os preguntaréis… Pues Dani está besándose con la chica de ayer en el ascensor. Tania se da cuenta y viene conmigo. Marta la sigue. Y ahí estamos las tres, observando la escena, boquiabiertas. Pero ellos no se cortan. Creo que ni siquiera se han dado cuenta de que estamos aquí. Marta tose disimuladamente. Dani reacciona y se retira. Se pone pálido al vernos ahí. La chica nos fulmina con la mirada.

DAN: Eh… - se sonroja y agacha la mirada.

Tania se echa a reír ante la escena. Marta y yo seguimos sorprendidas. Todos se echan a reír, y Marta y yo nos vemos en la obligación de reír también. Dani suelta risitas nerviosas por haber sido descubierto in fraganti.

INM: Esto… yo me voy – le da un beso tierno a Dani y sale del ascensor, bajando por las escaleras.

TAN: ¡Qué callado lo tenías, Danielo! – le da un abrazo.

MAR: ¡No sabíamos que te gustaba! – bromea.

DAN: No lo sabía ni yo…

NER: ¿Cómo es posible que no te dieras cuenta de que te estaban viendo?

DAN: A ver, yo que sé, me dejé llevar… - se le colorean las mejillas.

Reímos otra vez.

DAN: No le digáis nada a estos, por fa – nos  hace pucheritos.

NER: Aw… ¡qué cuqui! – le doy otro abrazo.

DAN: Bueno, ¿y qué hacíais cotilleando, eh? – me devuelve el abrazo.

NER: ¡Iba a desayunar!

DAN: Ya estamos todos despiertos, por cierto. Han ido a desayunar. Os habéis dormido, y subía para despertaros, cuando me la he encontrado…

TAN: Ah, ¿ya? Pues espera que me cambio. Nerea, pa´ dentro – me cogió del brazo y me empujó hacia la habitación, cerrando la puerta.

Me asomé a la mirilla. Dani se había quedando mirando a la puerta. Suspiró, negó con la cabeza y se fue.

Nos echamos a reír.

NER: Vamos, Tania y Marta, ¡a cambiarse! – les ordené.

Hicieron el gesto del soldado, y yo les respondí con el dedo del medio. Se rieron y fueron a cambiarse.

“Narra David”

Vimos a Dani aparecer por la puerta del buffet, pero de nuevo vino solo. No había cumplido su misión. Llegó hasta donde estábamos nosotros, y se sentó sin decir nada.

CAR: ¿Y? – pregunta.

DAN: Ahora bajan – sonríe y saca su teléfono

DAV: No me jodas que tú también tienes novia cibernética – bromeo.

DAN: O Twitter, que es más normal – bromea.

CAR: ¿Me estás llamando subnormal o anormal? – se cruza de brazos.

DAN: Te estoy llamando especial – se echa a reír.

CAR: Eres imbécil – suelta una risita.

Al decir eso, llega Nerea.

NER: ¿Quién es imbécil? – pregunta sentándose en una de las sillas libres.

BLA: Hola, eh – saluda con la mano.