“Narra Carlos”
No puedo creerlo. No pueden haberlo hecho. Dios quiera que solo sean imaginaciones mías. Pero si no lo son, ¿por qué han salido todos corriendo menos Tania y Álvaro? ¿Y qué hacía Tania con el portátil?
ÁLV: Carlos, tranquilízate.
CAR: ¿Tengo razones para ponerme nervioso? – pregunto.
Me cuesta respirar ante la idea que tengo en mi mente. No pueden haberme traicionado de esa manera.
ÁLV: Sí, las tienes, pero no hoy – suelta.
Esto hace que mi mente esté cada vez más y más convencida. No pueden… Los mato.
TAN: Ay, yo me voy, que esto ha sido idea tuya.
CAR: Tú te quedas – ordeno.
TAN: ¡Socorro! – grita.
ÁLV: A ver… Que te va a encantar Sara, ya verás. Y tú le vas a encantar – confiesa.
Llevo las manos a mi cara. Mierda, mierda.
CAR: ¡¿Qué le habéis dicho?! – cojo con brusquedad el portátil y lo abro.
ÁLV: Pues que te encantaría conocerla – se aleja un poco.
No digo nada más. Entro en la web, e inicio sesión. Yo nunca la cierro. Mierda, esto no es ningún sueño. Busco veloz a Sara Martos, su historial. ¿Pero esto qué…? Mi mandíbula cae al suelo.
ÁLV: ¡Tania no ha tenido nada que ver! He sido yo.
Tania aprovecha y sale corriendo. Dejo el portátil en la mesa después de releer una y otra vez la conversación. Pero sorprendentemente, no siento enfado. Bueno, un poco sí, pero si no fuera por él nunca la conocería. Me levanto y se encoje, preparado para recibir el golpe. ¡Qué exagerado! Me río y le doy un abrazo. Se sorprende, pero me lo devuelve.
ÁLV: Eh… - dice confundido.
MAR: ¿Álvaro? ¿Estás muerto? – dice asomando la cabeza.
CAR: ¡Gracias, bro! – me separo.
Marta está perpleja. Asoman la cabeza Tania y David también.
DAV: ¿Por qué no ha explotado nada? – bromea.
CAR: Es un cabrón, pero si no fuera por él… ¡Qué fuerte! – estoy ligeramente emocionado – Ah, bueno pero… - le doy una colleja – Me has quitado el portátil sin mi permiso.
ÁLV: ¡Au! – dice.
TAN: No te quejes… - se ríe.
¡La voy a conocer!
“Narra Dani”
Pensaba que hoy iba a haber una muerte segura, pero esta reacción de Carlos ha sido… En verdad esta chica, sin siquiera conocerle, sin siquiera haber hablado nunca, le está cambiando. Este no es el Carlos Marco que conozco. Si así fuera, el bus estaría ardiendo. Magi está sacando las mochilas que vamos a usar en el hotel, y voy a ayudarle.
MAG: Gracias, Dani. Qué majo eres – comenta sacando otra mochila, la más pesada.
DAN: ¡Joder! ¿Qué tienen aquí? ¿El Titanic? – a duras penas la echo al hombro.
MAG: Portátiles, cargadores, maquillaje… - dice cerrando el maletero.
Llegan todos riendo, incluso Carlos. Está más sonriente de lo normal. Si ya lo estaba antes por la reconciliación con Marta, ahora… A Marta también se le nota más feliz, aunque no puedo confirmarlo porque no la conozco tanto.
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Mil montañas por escalar
أدب الهواة*Esta fanfic se encuentra publicada en http://milmontanasporescalar.blogspot.com *