“Narrador omnipresente”
-Dani-
Sabe que hoy es el día. Es ahora o nunca. Tiene que arriesgarse. Se lo dirá todo y será rápido y directo. No puede ocultar más esas ganas de besar sus labios cuando sonríe o pestañea o respira. No puede más. Juguetea con el teléfono. En su pantalla, reluce un nombre y un número.
Quería hacerlo, estaba decidido, pero no sabía cómo. Dejó el móvil sobre la mesita y se imaginó mil conversaciones distintas que pueden ocurrir, mil respuestas que puede darle, mil lugares donde decírselo, mil formas de escapar del país en caso de rechazo.
Siguió pensándolo durante casi una hora, cuando le sonó el teléfono. Se le iluminaron los ojos al ver quién le llamaba. Respiró hondo y, con toda la seguridad que podía recoger en ese momento, descolgó.
DAN: ¿Sí? – le temblaba la voz, estaba nervioso. Se aclaró la garganta y esperó para oír su voz. Sonrió cuando lo hizo.
NER: Dani, socorro, que me dejan sola y pueden robarme o secuestrarme o violarme o…
DAN: Stop! A ver, ¿para qué me necesitas?
NER: Para que me hagas compañía.
Dani no puede ocultar su sonrisa. Tampoco lo intenta.
-Nerea-
Le va a decir que no. Lo intuye. Piensa que eso ha sido una estupidez. Podía habérselo dicho por WhatsApp. Así no sonaría tan desesperada por verle, y no lo notaría si se pone a llorar. Pero el anhelo de su voz superó todos sus miedos.
DAN: Claro, a Blas no le importará. ¿A dónde vamos?
Suspira aliviada. La alegría y la emoción circulan por sus venas.
NER: A donde sea – solo quiere estar con él, oler su colonia.
DAN: Genial, ponte mona, en un rato me llego.
NER: Perfecto.
Se despiden y cuelgan. Nerea ya está preparada. Algo en su interior le decía que iba a ser una de las mejores noches de su vida. Ya sabéis, intuición femenina. Debe de agradecerle a Tania.
-David-
Comprueba la dirección. Es correcta. Llama al telefonillo.
XXX: ¿Sí?
DAV: ¿Estás lista?
XXX: Enseguida bajo.
Cuelga. Se apoya en la pared y se enciende un cigarro mientras espera. Pasa un minuto y la luz del porche se enciende. Apaga el cigarro y espera.
Aparece con un vestido rojo. Está guapísima. Ella es Silvia, la conoció hace unos días, y ahora la lleva de fiesta.
SIL: Hola – sonríe.
DAV: Estás guapísima – le abraza y le da un ligero beso en los labios.
SIL: Tú también.
DAV: ¿Vamos?
-Tania-
Se aburre sola mientras ve la tele. Álvaro se ha ido a Alcalá y ella no tiene planes. Piensa en quién puede llamar.
Dani y Nerea se han ido. Sonríe al recordar su estrategia. Espera que esta sea su noche.
Carlos y Marta también se han ido. Cree que son muy cucos. Últimamente algo empalagosos, pero…
David ha desaparecido del mapa.
Blas. En realidad, no es el último en el que ha pensado. Le llama.
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Mil montañas por escalar
Fiksi Penggemar*Esta fanfic se encuentra publicada en http://milmontanasporescalar.blogspot.com *