Anidados

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Peter dormitaba en medio de sus padres. Su pequeña panza subía y bajaba al ritmo de su respiración, sus manitas se cerraban en puños y su rostro no dejaba de hacer gestos chistosos y tiernos ante un posible sueño.

Para Tony, no había momento más perfecto que este.

—Es hermoso. —Steve, del lado derecho, admiraba a sus dos principales razones para vivir—. Tony, de verdad es precioso.

Anthony sonrió son dejar de ver a Peter. La cama estaba rodeada por varias cobijas y ropa de ambos, siendo el aroma mucho más fuerte; solo así Peter lograba dormir tranquilo.

—Te amo, Tony. —El Alpha miró con infinito amor al genio. Este le correspondió con una sonrisa enamorada—. Gracias por hacerme el hombre más feliz.

—Yo también te amo, Steve. —El Omega miró a su bebé—. Los amo.

Peter abrió sus ojitos, muy similares a los de Tony. Observó a su alrededor y soltó una infantil carcajada; no había mejor vista para el pequeño que estar rodeado por sus papás.

Stony Omegacember. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora