Capítulo 12

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KIRA.
Mentiría si dijera que no estaba nerviosa por lo que iba a pasar a continuación, porque lo estaba y mucho.

—Sabes que Akim lo va hacer papilla ¿verdad? —enfatizó Cella.

—Sí, se lo dije y aun así subió al ring —respondí sin apartar mi mirada de Jared, mi futuro novio.
Jared lanzó el primer golpe y ahí empezó el asalto, lleno de  puñetazos, golpes certeros.

“Esos dos definitivamente querían matarse en esa jaula”. –pensé preocupada. 

Jared estrelló su puño contra la mandíbula de Akim pero mi hermano no se cayó con ese simple golpe y arremetió con más violencia. Akim es despiadado, yo lo sabía; siempre había estado presente en los entrenamientos que tenía con papá y Dimitri que iban en equipo contra él pero mi hermano los había logrado frenar.

—¡Oh, dios mío! —exclamó Marcella con horror.

—Para mi sorpresa resistió bastante, aunque sea Howard es duro   —dijo Anton apareciendo como de la nada y situándose a nuestro lado —Puede que terminen matándose.

—¡Y lo dices así tan tranquilo! —le reclamé y él solo hizo un gesto desinteresado.

—Los dos son igual de tercos y aposté a nuestro hermano por lo que espero que gane. No quiero perder dinero en vano. —no me iba a poner a discutir con Anton, era un pérdida de tiempo.

Además, yo también iba a poner dinero de mi bolsillo y por cómo veía las cosas Jared podría resistir un tiempo pero aunque le doliera, el ganador sería Akim.

JARED
Akim era fuerte pero yo buscaba sangre. Lo golpeé tirándolo al suelo, y luego recibí una patada UE te tomó desprevenido. El puño de Akim era duro, la sangre en mi boca fue hacia el suelo. Akim se puso encima de mí.

—¿Te rindes Howard? —preguntó.

—Púdrete. —escupí.

El puño terminó contra mi rostro. La pelea terminó y yo había perdido. Akim bajo del ring y yo hice el esfuerzo de levantarme.

KIRA
Vi a mi hermano darle la paliza de su vida a Jared, me dolió. Akim salió de la jaula, se fue por el mismo pasillo hacia los camerinos, Marcella  lo siguió. Jared se levantó,  aunque había perdido Jared mantenía una postura orgullosa, se levantó y lo seguí hasta su camerino.

Quería entender todo esto, el porqué de su pelea. Cuando entramos en el camerino había hielo y un botiquín en la habitación. El ser sentó en su sofá, su rostro estaba magullado y su labio inferior partido. Agarre el botiquín, tome el alcohol, gasas y varias cositas para tratar sus heridas. Mi abuela me había dado clases de primero auxilios, ella dice que es necesario saber lo básico en trato de heridas. Me acerqué a Jared con un algodón mojado con alcohol para ayudarle a limpiar la sangre.

—Bueno, ve, yo te dije —espete limpiando la sangre de su labio. Tenía su pómulo derecho hinchado y probablemente mañana se ponga entre azul y morado.

—Dijiste que votabas por ambos.  —respondió receloso.

—Sí, si... pero también te dije que ibas a valer verga y aquí estamos.

—… Silencio, pásame la compresa.

—¿No vas a aceptar que tuve razón?

—¿Me vas a pasar la compresa o debo buscarla yo?

—Ya te la paso, señor odiosidad. Me estresas cuando te pones así. —repliqué molesta. Lo ayude a curarse sin decirle nada. Lo veía muy tranquilo para alguien quien había sido derrotado. Él se recostó en el sofá, se le veía muy seria. ¿sería un buen momento ver si le subo el ánimo? —Tengo mucho miedo.

𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora