Desde ese día que Akiko salió con su hija a Central Park y vieron a las porrista, Kira expresó el profundo interés que había desarrollado por la animación. Kiko era débil y al igual que Andrey le encantaba complacer los caprichos de su princesa. Investigó y en el instituto Thebes (dónde habían empezado a estudiar los niños) contaba con un equipo de animación: Las Leonas. El equipo se dividía en dos categorías «Las Leonas Juniors» cuyo margen de edad iba desde los ocho a catorce años, luego pasaban a convertirse en «Leonas Senior» entre los quince a dieciocho años; cuyas chicas eran las que animaban los partidos de la escuela e iban a las competencias.
Las audiciones para las estudiantes interesadas sería esa mañana del sábado. Kira se despertó antes que Anton por lo emocionada que estaba. La niña había pasado la noche entera viendo vídeos de piruetas desde su Tablet. Luego de bañarse, cepillarse y vestirse, Kira ya estaba lista mientras su gemelo apenas se estaba levantando.
—¡¿Anton qué haces aun dormido?! ¡Despiértate! ¿No dijiste que ibas acompañarme a las audiciones? —Anton se estrujo los ojos, aun tenia sueño.
—Ya voy, aún tengo sueño. —replicó con los ojos entrecerrados. El niño salió de su cama, arrastrando los pies hacia el baño de la habitación.
Las audiciones se harían a las ocho y media de la mañana. Luego de que Anton se vistiera salieron de su habitación a buscar a su madre encontrándola en su gimnasio personal. La vieron hacer sus ejercicios, había dos telas negras que colgaban del alto cielorraso y cuando su madre parecía un hada que bailaba en el aire. Akiko los miró desde arriba, sonrió y empezó su descenso hacia el suelo, sabía que no tenía que ir a despertarlos, conociendo como era su hija debió levantarse como una hora antes para arreglarse y estar puntual en el instituto.
—Por lo visto ya estás lista para hoy pequeña. —dijo Kiko cuando estuvo frente a ellos.
—¡Mas que lista mami!
—¿Y tú también vendrás Anton? —el niño asintió.
—Voy a acompañar a mi hermana.
—Bien, pero primero tienen que desayunar. Vayan, mientras yo me baño y me cambio…
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Akim estaría con Andrey entrenando, luego del desayuno Akiko conducía hacia Thebes la lujosa camioneta con Kira y Anton en los asientos traseros. Cuando llegabas al Thebes era difícil pensar que era una escuela, su fachada lo hacía parecer una lujosa e imponente residencia de la época victoriana.El gimnasio se encontraba al otro lado de la escuela, ahí se encontraban varias niñas esperando para que iniciara la audición.
La entrenadora era una atlética rubia de ojos oscuros, mientras que su asistente era una las estudiantes de último año y actual capitana de las Leonas. Akiko y Anton se sentaron en las gradas del gimnasio, lejos de las otras madres que no habían apartado la mirada de ella desde que entró al lugar; no todos los días podían ver a una imponente japonesa, vestida de negro con un pulcro maquillaje que realzaba su piel inmaculada. Kiko desprendía un aura de elegancia y oscuridad que las intimidaba un poco.
Cuando empezaron a llamar a la niñas para empezar la audición, Kira después de quitarse el suéter que tenía encima de su camisa, corrió hacia las demás, era una de las más altas para su edad casi podía pasar por una niña de doce. La entrenadora Lucia pasaba la lista de las niñas presentes.
—Kira Ivankov.
—¡Presente! —dijo Kira levantando su mano.
Lucia empezó haciéndolas calentar, dando veinte vueltas al gimnasio para calentar y ver su resistencia. Algunas ya estaban sudando aunque Kira apenas entraba en calor, siempre que veía a su madre entrenando la acompañaba, por lo que estas veinte vueltas no eran mucho para ella. Akiko vio cómo se desarrollaba todo desde las gradas junto a Anton, viendo a Kira audicionar con las demás niñas de la categoría junior.
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𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.
General Fiction♕︎𝐏𝐨𝐫𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐩𝐨𝐫: @mfvdesigns_ (instagram) @MFVillegas (wattpad)♕︎ «Bespredel» quiere decir sin restricciones, desmadre, ausencia de leyes. Una de las palabras favoritas para describir a los hermanos Ivankov. No conocían de límite...