Capítulo 9 parte II

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AKIM
Todos nos divertimos durante esos tres días que estuvimos en alta mar. Marcella había agarrado un buen bronceado y se veía tan linda. Mientras fuimos bajando por el yate, dos camionetas estaba esperándonos afuera del muelle, yo le había pedido a mi padre que me dejara llevar a Marcella a su casa por mi cuenta, Kira de entrometida dijo que nos iba acompañar. No me había quitado la cadena de Marcella en ningún momento durante todo el viaje.

Anton y yo íbamos detrás de las chicas, Marcella y Kira estaban hablando y riéndose de algo.  Estaba tan concentrado en el cabello de Marcella que no presté atención a mi alrededor hasta que  alguien gritó.

—¡Kira! —escuché el grito de mamá demasiado tarde, Marcella ya estaba frente a Kira recibiendo un disparo.

—¡Marcella! —grité al ver su sangre.

Corrí hacia ella sin importarme recibir un disparo, la sangre manchada su ropa y el agujero de bala en su costado derecho me hacía darme cuenta de que ella estaba vulnerable, de que podía perderla.

—¡Akim! —dijo mirándome, los ojos verdes de Marcella estaban llenos de miedo.

"Esto es mi culpa. No te pude proteger, galletita" —pensé mientras la sostenía.

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NARRADOR OMNISCIENTE
Katrina estaba sola en su hogar esperando que Marcella llegará, en ese momento recibió la llamada de la esposa de Ivankov informándole sobre lo que le había pasado a su hija, todo se nublo.

Condujo de inmediato hacía el hospital en dónde estaba su hija. Corrió hacia la recepción preguntando por Marcella Maximoff. Su hija había salido del quirófano luego de que le sacarán la bala, ella se encontró con los Ivankov en la sala de espera. Kira estaba con un rostro lloroso, mientras que Akiko Ivankova solo demostraba una fría calma.

—¡¿Qué fue lo que le hicieron a mi hija?! —preguntó furiosa. Akiko la miró con una ceja levantada.

—Nosotros no tuvimos nada que ver en esto. —espetó Kiko —No planeamos que esto pasara.

—Pero da la casualidad que solo mi hija salió herida.

—¡Yo no quería que Marcella se lastimara! —enfatizó Kira con los ojos rojos por contener lágrimas.
Akiko al ver a su hija en ese estado, la abrazo, susurrándole palabras de consuelos y luego miro a Katrina. Se levantó de la silla.

—Ven conmigo. —Katrina con una postura orgullosa la siguió sin miedo a pesar de que el aura de Akiko era imponente y si no fuera por sus tacones, la japonesa la superaría en altura.

Kira se quedó en su silla mientras que su madre y la de Marcella se iban a un lado más apartado para hablar.

—Mi hija ya está lo suficientemente angustiada por Marcella. Entiendo lo que sientes pero no permitiré que insultes a mi familia. —enfatizó Kiko con una voz sombría. La mirada rasgada de Akiko era letal, daba una promesa de peligro que Katrina no iba a ignorar.

«Se notaba porque era la mujer de Andrey Ivankov. Es igual de oscura e hija de puta como él »pensaba Katrina con una mirada helada.

—Mi hija no volverá a juntarse con la tuya. Ya se ve que solo puede traerle problemas. —Kiko no iba a intentar convencer a esa mujercita histérica.

—Entiendo tu decisión, igual en nuestra casa siempre será bienvenida para Marcella. —dijo la japonesa para acto seguido pasar al lado junto a Katrina y volver con su hija.

MARCELLA
Todo mi cuerpo dolía y lo que estaba presente en mi memoria fue ponerme frente a Kira y luego el dolor del disparo. Mi amiga se había mantenido a mi lado, llorando y con una rabia asesina que trataba de ocultar.

𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora