Capítulo 4

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MARCELLA
No quise hablar más con Kira sobre el desagradable incidente con el profesor. No era tonta y sabía que el despido de ese cerdo asqueroso se debía por la intervención de los Ivankov, lo agradecía, me sentía feliz de ser protegida por ellos; de tener a Kira como mi amiga. No salió a la luz el tema de mi acoso, se ocultó ese hecho que me habría generado mucha ansiedad si los demás estudiantes se hubieran enterado.

Mis primeros días en Thebes fueron un infierno hasta el día en que Kira y sus hermanos intervinieron. Ya no tenía temor por llegar al instituto y sentirme vulnerable, porque sabía que ellos estarían ahí.

Como era costumbre, Paul; el chofer de mi familia me llevaba a la escuela y me dejaba en la entrada del instituto. Antes de bajar de la camioneta, ajusté la correa de mi mochila morada, mamá siempre se encargaba de que mi apariencia fuera impecable; que mi uniforme no tuviera ni una arruga y mi cabello ruloso lo peinaba en una ajustada trenza de pescado.

-Que le vaya bien, señorita Maximoff -dijo el chofer mirándome desde el retrovisor.

-Gracias Paul. -luego bajé de la camioneta.

Aún faltaban unos minutos para que sonara la campana. Vi a Kira y Anton en compañía de Akim y sus amigos Leonardo, Rean, sentados al comienzo de las escaleras de entrada. Desde lejos podían llegar a parecer un grupo intimidante, pero caminé hacia ellos sin ningún temor, Kira fue la primera en notar que me acercaba.

-¡Cella, ven! -exclamó Kira, se arrimó para que tuviera donde estarme.

-Hola. -dije con una sonrisa.
Me senté entre Akim y Kira, Anton cómo siempre estaba al lado de su gemela.

-¿Estudiaste para el taller de hoy? -le pregunte a mi amiga.

-¡Por supuesto que sí! -se escuchaba muy segura pero conociendo a Kira lo más probable seria que Anton y yo deberíamos ayudarla durante la prueba con la profesor de matemáticas.

-Mi hermanita siendo tan estudiosa, eso es nuevo -se burló Akim haciendo que Kira lo mirara feo.

-¡Si estudié Akim!

-A veces es difícil creerte princesa. -dijo Leonardo con un tono burlón.

-¡Tú no opines! Claro, se burlan de mí porque tanto tú como el zopenco de mi hermano mayor están en el cuadro de honor.

-No olvides que yo soy el número uno de ese cuadro. -enfatizó Akim.

-Ya dejen de molestar a la princesa. -intervino Rean. En el grupo los que menos hablábamos eran Anton y yo.

-¿Tú también estas preparado para el tallar de matemáticas? -le pregunté en un murmuro.

-Si. -respondió de forma concisa. Anton no era muy hablador.

Las campanas sonaron y fue el momento para que entráramos a clases. Todos nos levantamos de los escalones, ya era momento de iniciar otro día típico en Thebes....

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Como lo supuse Kira no había estudiado o suficiente por lo que Anton y yo la ayudamos pasándole las respuestas. El día pasó más rápido de lo esperado, no hubo nada interesante, en la hora de la salida afuera ya estaba el chofer esperándome, antes de subir a la camioneta me despedí de Kira y sus hermanos.

Cada vez que regresaba a mi casa sabía que ahí solo estaría mi madre para recibirme. Katrina Maximoff era una mujer espectacular a la vista de todos, elegante, reservada, una belleza que muchos codiciaron en sus años de adolescencia. Siempre me intimidaba estar frente a ella. Apenas entraba a la mansión mamá enfocaba su mirada severa en mí, los ojos azul verdosos parecían siempre buscar que perfeccionar en ella.

𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora