𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.

Capítulo 13

KIRA
—Quiero bailar —dije llamando su atención. —Vamos Howard, llévame quisiera ver si eres tan bueno bailando.

No veía a Akim ni a Marcella por ningún lado, solo Anton quien estaba muy pegado a cierta rubia que no es que agradará del todo. Lizabeta Ajmátov, la hija de Dimitri. La tipa vive enamorada de mi hermano desde la primera vez que se conocieron. Mientras Bailaba con Jared, note que algunas mujeres lo miraban conmigo.

—Pareces muy cotizado. —le dije lo más de su oído, lo escuché reír.

—¿Estas celosa princess? —me reí.

—Por favor. ¿Celosa, yo? ¡Por supuesto que no!

—Estas celosa no me vengas con cuentos.

—Tal vez un poco, ¿y si nos vamos? Odio este lugar donde todos te ven.

—De acuerdo. —Jared me tomó de la mano, miré a Anton y le hice un gesto de despedida. El frunció el ceño, justo en ese momento agarré mi teléfono para mandarle un mensaje.

“No te preocupes, Howard me llevará”.

El leyó el mensaje e hizo un gesto de has lo que quieras. Qué lindo y preocupado es por mi hermanito, ¡mentira, es un maldito témpano frío!

AKIM
Salí con Marcella de los camerinos. Kira y Howard no se veían por ningún lado, hasta que me encontré con Anton que estaba en compañía de la hija de Dimitri.

—¿Dónde está Kira? —pregunté con el ceño fruncido.

—Se fue con Howard. —respondió con tranquilidad.

—¡Y la dejaste ir!

—No soy su niñera.

—¡¿Y acaso esperas que regresemos sin ella?!  ¡Papá hará que la busquen hasta por debajo de las piedras de todo New York!

—Cálmate, Kira dijo que Howard la llevaría sana y salva. —dijo con tranquilidad.

—¡Y le creíste!

—Es Kira, siempre hace lo quiere —enfatizó mi hermano.

—¡Y tú nunca la detienes!

—Tiene que aprender ella sola.
—"Anton es insoportable".-pensé molesto. Sentí como alguien me tomaba de la mano, gire mi cabeza y vi a Marcella.

—¿Qué te parece si tenemos ahora nuestra primera cita? —preguntó mi novia con una sonrisa.

—¿Ahora?

—Hay lugares que trabajan las veinticuatro horas. —dijo con una sonrisa.

—Lo haces para distraerme.

—¿Funciona?

—Si. —respondi con una sonrisa, voltee a mirar a Anton en compañía de Lizabeta.

—Vaya. Tranquilos, de todos modos me devuelvo con Loza. —enfatizó mi hermano.

—¡Ah, sí! —exclamo emocionada la rubia.

—¿A dónde quieres ir? A dónde quieras te llevo galletita —el abrió la puerta del auto y yo subí en él.

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KIRA.
Desde que conozco a Jared siempre había andado en su moto Kawasaki ZX-6R. “Y sé el nombre del trasto porque él me lo dijo, no porque yo supiera algo sobre motocicletas deportivas”.
Nos detuvimos frente a un minimarket. Entramos a la tienda, estaba más acostumbrada a las tiendas de alto costo, como las boutique, ahí me veo metida.