Capítulo 22

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KIRA
Jared me tiró contra la cama para luego devorar mi boca con ímpetu. Con mis piernas rodee su cintura y mis manos fueron por hacía su abdomen para sentir lo duro de sus abdominales. Él me miró y mordió mi barbilla para luego besarme otra vez.

“Era exquisito, Jared era mi pecado, mi ambrosia”.

—Jared. —jadee su nombre y en ese momento él me quitó las bragas para luego llevar  sus dedos hacia mi sexo.

—Eres mía. —sentencia volviendo a besarme.

Su pene estaba duro y al tocarlo con mis dedos, hacía que Jared jadeara de placer. Quería seguir escuchándolo jadear, era tan excitante. Los dos terminamos desnudo en la cama, acariciándonos, hasta que por fin Jared se posiciona para entrar en mí.

Al sentirlo penetrarme, jadeo conteniendo el dolor y la incomodidad de la primera vez. Jared no se caracterizaba por ser suave o delicado pero lo estaba intentando, iba despacio y me besaba, me acariciaba para que yo me adaptará. Hasta que terminó de entrar en mi con una embestida.

—Kira te sientes tan apretada, cálida, un puto paraíso. —susurro en mi oído para comenzar a embestir lento. Abrí más piernas, quería sentirlo, me estaba entregando a él sin restricciones y ya comenzaba a sentir placer que se intensificó mucho más cuando sus dedos fueron a mi clítoris.

—Eres mío, Jared. —gemí. Por fin me había adaptado a su tamaño. Jared tocaba mi clítoris, besaba mi boca y embestía contra mí.

Quería más. Más de él, de todo lo que podía ofrecerme. Lo quería por completo. Mi cuerpo llegó al orgasmo y él se vino, sintiendo su venida caliente recorrer mi interior. Lo tenía encima de mí, nuestras pieles estaban sudadas, respiraba entrecortado. Ocultó su rostro en mi cuello, mientras yo aún respiraba de forma acelerada y pasaba mis dedos entre los mechones de su oscuro cabello.

Él aún no había salido de mí.

—No voy a dejarte ir nunca princesa. —susurro en mi oído.

—Tampoco pienso alejarme de ti, monstruo. —lo escuché reír.

—Aun no termino contigo, cariño —volvió a erguirse, alzando mis caderas y su mano en mi hombro, su brazo rodeando mi cintura para luego volver a penetrarme. Lo sentía más profundo, mordió mi cuello, quería gritar.

—Mi Kira.

—Jared. —mis ojos se nublaron hasta que el orgasmo nos golpeó más intenso que el primero. Su brazo me abrazaba de la cintura sin querer soltarme mientras que su mano acunaba mi seno.

—Tan bella, cálida, mi vida y mi mujer.

—¿Soy tu vida? —pregunté con una sonrisa.

—Eres mi todo Kira. Princess, haría lo que sea por hacerte feliz.

—Que maravillosas son las personas que te aman tus cenizas...

—Sin siquiera saber cómo fue el incendio. Elena Poe —completó Jared y sonreí feliz.

—Amo todo de ti, Jared.

JARED
Me levanté de la cama, para buscar en la mesita noche un regalo que tenía preparado para mi novia.

—¿Qué buscas? —preguntó divertida, Kira seguía desnuda en la cama. Volví a su lado con una cajita de Cartier, forrado en terciopelo negro.

Kira se emocionó, abrí la cajita para que viera la cadena con la palabra Princess incrustados con diamantes y oro. Se lo puse alrededor del cuello y combinaba perfecto con ella. Tenía a la única persona importante en mi vida al lado mío.

𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora