Capítulo 25

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ANTON
-Conejita. -volví a susurrar.

-Es raro, pero tierno a la vez escucharte decirme así. -dijo mientras me besaba y movía su caderas contra mi pene, el cual se había puesto duro debido a ella haciendo roce por encima de la ropa.

El ambiente en la habitación paso de frio a caliente en poco tiempo.

-También pensé sería raro ahora hasta lo encuentro natural. -dije mientras besaba su cuello y sonreía contra su piel suave, ella estaba encima de mi regazo con la falda subida casi por encima de las caderas. -Lizabeta...

La agarre de la cintura para acostarla en la cama y ponerme encima de ella. Toda mi piel se sentía erizaba y una corriente recorriendo mi cuerpo. El cabello rubio hacia contraste con mis sábanas negras, lo más fascinante es que ella estaba mi cama. La piernas de Lizabeta rodearon mis caderas, acercándome más a ella.

-Hay tantas cosas que quiero hacerte Lizabeta. Quisiera demostrártelas ahora. -ella tenso un poco.

-Espera... si te digo que nunca he estado con nadie, ¿me creerías?

-¿Por qué no lo haría?

-En la escuela piensan que soy un puta que ha dormido con la mitad de New york. -respondió sin mirarme pero por su voz se escuchaba una furia contenida y yo iba por el mismo camino.

-¿Que carajos importa lo que digan? Jamás pensaría en ti de esa manera. -me acosté a su lado. -¿Te soy sincero? Yo solo he estado con una chica.

-¿En serio? -se escuchaba sorprendida -Siempre creí que eras tan popular como Akim.

-¿No ves mi cara de "no quiero que me toques porque te mato"? Y creíste que sería un experto en mujeres.

-Cierto -ella rio -¿Cómo pensé en eso?

La abracé.

-Te quiero. -susurra ella por lo bajo.

-Dilo de nuevo, no escuché -dije divertido y ella no me mostró su expresión. -Conejita, no te escuché.

-¡Ay que te quiero! -exclamó para mirarme y entonces la bese.

-Te escuche la primera vez, solo quería escucharte decirlo otra vez. También te quiero Lizabeta.

-¡Tengo que grabar este momento! -dijo toda emocionada.

-No vuelvas raro este momento -dije abrazándola para que no fuera por su teléfono y me grabara. Aunque también podía agarrar mi teléfono, el cual Liza tenía lleno de fotos de ella misma, porque supuestamente la cámara de mi teléfono tiene mejor resolución que la suya y son de la misma marca.

Liza restregó su rostro contra mi pecho, luego levanto la mirada para verde. "Me gusta el azul de sus ojos, no me cansaría de verlos".

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AKIM.
Fui a buscar a Marcella después de la cena, la fiesta en la residencia de los Maximoff fue asfixiante para ella de principio a fin y la lleve a nuestro departamento. Era reconfortante tener un lugar para nosotros. Apenas entramos Marcella se quitó sus tacones, estaba preciosa con ese vestido rojo de ceda que mostraba sus largas piernas.

La abrace por el espalda y ella se rio, volteando para mirarme de frente.

-Estas preciosa con este vestido. -mis manos bajaron hasta su cintura.

-El rojo me favorece, ¿verdad? -su voz sonada coqueta y divertida, me fascinaba ese lado de ella.

-Muchísimo, Galletita... -me incline para besarla. La cargue para llevarla hacia el mueble donde la senté a horcajadas en mi regazo. -¿Cómo está la situación entre tus padres? No me has comentado nada de ello, cella.

Ella bajo la mirada.

-Ya sabes, no ha habido mucho cambio. Sinceramente hoy fue un infierno, hubiera preferido no estar ahí. -ella recostó su cabeza en mi hombro mientras yo la rodeaba con mi brazos, rozando con la punta de mis dedos su espalda descubierta por el vestido. -No se soportan, me sorprende que hayan durado tanto sin matarse.

-¿Tu madre ha pensado en la separación?

-Le gusta mucho la estabilidad económica y el estado de prestigio que tiene estando casada con él. No puedo ayudarla si ella misma no da el paso, en serio no quiero hablar más de ellos, Akim ahora estoy contigo. -sonreí.

-De acuerdo -la agarre de los glúteos para que ella rodeara mi cintura con sus piernas y poder cargarla.

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JARED
-Vamos Princess.

-No. -dijo Kira con los ojos entreabiertos.

Río mientras la levantaba después de tener sexo, poniéndola a horcajadas en su regazo para colocarle la camisa.

-No quiero que agarres frío. -Kira me abrazó por el cuello y escondió su rostro en el espacio entre su hombro y cuello para oler mi perfume, mientras la rodeaba con mis brazos. Ella se siente tan pequeña, delgada y frágil.

Apoyó sus brazos en mis hombros
.
-Tuve que haber hecho algo bien porque estas a mi lado, princess...

KIRA
Desperté encima del pecho de mi novio y él ya estaba despierto, lo miré con una sonrisa. Jared acarició mi mejilla.

-Cásate conmigo Kira. -dijo de repente.

-Primero que nada, buenos días. Aunque sea ten la decencia de ofrecerme un café. -él estaba realmente serio. -¿Por qué me preguntas eso ahora?

-Curiosidad al saber cuál sería tu respuesta.

-Obviamente diría que aún no. Pero estoy abierta a propuestas en el futuro, en unos cinco años tal vez te responda que sí...

Sus dedos fueron a mis pezones rozándolos y endureciéndolos, pronto note como su pene volvía a endurecerse.

-¿Deseoso otra vez Howard? -pregunte burlona. Nos rodó en la cama, dejándome bajo su cuerpo para mirarle desde encima de mí.

-Princesa nunca me canso de ti. -murmura con cada embestida. Era duro y sin un gramo de delicadeza pero ella lo disfrutaba. -Te amo...

Las palabras salieron de su boca sin siquiera pensar en el significado de eso.

-Te amo. Me enamoré de ti Kira. -volvió a decirlas.

-Soy tuyo desde el momento en que te burlaste de mí aquel primer día de clases. -reí.

-Eras un odioso hijo de perra, aún lo sigues siendo pero la diferencia es que ahora eres mi odioso.

-Tuyo. Siempre tuyo Kira.

𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora