𝐁𝐞𝐬𝐩𝐫𝐞𝐝𝐞𝐥.

Capítulo 20

KIRA
“Odio los hospitales”.

Ese era mi pensamiento mientras estaba sentada en la asquerosa sala de espera, el olor a medicinas y desinfectante me ponía mal, desde que llegamos con Jared, lo trasladaron de inmediato al quirófano había perdido mucha sangre de camino acá. Mis padres y mis hermanos llegaron pronto, les conté todo lo que había pasado. Papá, Akim y Anton salieron hablar dejándome en compañía de mamá. .

—Kira podemos ir  a acaso a que te cambies la familia de él vendrá…—reí sin ganas ante lo que dio mi madre.

—Lo dudo mucho. No me voy a mover de aquí hasta que me digan que él estaba bien, que está a salvo. —mire mi manos y mi ropa se habían manchado con la sangre de Jared, siempre me había asqueado la sangre, la odiaba y ahora... —¿Siempre tiene que ser así mamá? ¿La persona que amo tiene que estar en peligro solo por estar conmigo?

—Kira. —madre rodeo mis hombros con su brazo, acercándome a ella.

—Yo solo… estoy cansada, me siento culpable porque emboscar a ese maldito fue mi idea, Jared terminó herido y… ¡ahs! —sentí que no podía respirar, los ojos me picaban y mis lágrimas mojaban mi rostro. Lloré hasta que mojé su camisa, mi madre no dijo nada, solo me abrazó y me consoló en silencio hasta que ya no me quedaron lágrimas.

Un doctor salió del quirófano diciendo el nombre de Jared, de inmediato me levante.

—¡Soy su novia! ¿Cómo está el? —pregunté con el corazón a mil.

—Todo resulto muy bien, sacamos la bala y está fuera de peligro. Acaba de salir de cirugía…

—¿Puedo verlo?

—Aun esta sedado y necesita reposo.

—Por favor. Solo quiero  un minuto.

—Lo lamento niña pero no puedes. Te recomiendo que vayas a casa, descanses y mañana podrás verlo. —sentí como mi mamá ponía su mano en mi hombro.

—Vamos Kira. El doctor tiene razón, tú necesitas cambiarte esa ropa  y descansar…

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JARED.
Desperté en la camilla de una lujosa habitación de hospital. Tenía una intravenosa en mi mano izquierda y gasas cubriendo mi pecho, el dolor al intentar incorporarme fue insoportable. La puerta de la habitación de se abrió, al ver a la persona que entró, sonreí.

—Hola Princess —Kira tenía oscuras ojeras bajo sus ojos, su ropa no era la misma que ayer pero era la primera vez que la veía vestida con una conjunto holgado, tan pálida y descuida. Ella se sentó a un lado de la camilla, sostuvo mi mano, más de cerca note como sus ojos estaba rojos —Princess, lloraste...

—Perdón. —susurra tan bajito con un tono lastimero —. Es mi culpa, todo, que terminaras aquí, el que te hirieran. No me dejaron verte, dijeron que todo salió bien pero igual yo quería comprobar con mis propios ojos de que era cierto. Perdóname Jared…

—Eh, basta Kira. No te culpo por nada —a pesar del dolor, acuné su rostro lloroso. Limpie las lágrimas de sus ojos con mis dedos. —No llores. Una princesa no llora.

Ella tomó mi mano y beso mi palma para luego entrelazarla nuestras manos.

—Jared no quiero perderte, no cuando aún nos queda tanto por descubrir el uno del otro. —la acerque y su frente se apoyó en la mía.

—No vas a perderme. Estoy aquí. —ella cerró los ojos y la beso —Te amo Kira. Mi princess…

Ella abrió sus ojos y puedo decir que parecía que toda volvía a iluminarse.