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La música era el lenguaje del alma, pura y sincera. Melodía pura que sin importar la letra la disfrutaban porque realmente la sentías, deje caer mi trasero sobre la silla escuchando tranquilamente música esperando a que Connie llegara si es que venía porque anoche después del tremendo susto que Luca me puso por aprender a manejar jugamos hasta las dos de la mañana.
—...Si eres una bruja hechizame eh Hazme olvidar todo con una mirada Me tocas y me pones el mundo al revés Y después de eso te vas como si nada...
Tarareaba una canción mirando a través de la ventana del aula, por si querían saberlo si, si ayer casi estampó el auto en la cochera del vecino pero sigo viva y eso es lo que cuenta. Además de que mi cena en MacDonald's fue la mejor, porque no cene la comida cruda de Luca.
El celular vibro cortando un momento mi atención y mi tarareo, baje la mirada leyendo el mensaje de Connie.
Connie.
Alexaaaaaaaaaa ¡¿Por qué no me despertaste?! Hoy no iré, ya me dio flojera. P.D.: Me pasas la tarea ¿Si? :D Más tarde jugamos.
Rodé los ojos apagando el celular, lo metí a mi bolsillo tras recordar que no tenía mis libros conmigo, colgué la mochila en mi hombro para salir del aula en dirección a mi casillero.
Hechizame, se escuchaba en mis auriculares. Seguí caminando ignorando las miradas y los empujones de todos porque llevaban "prisa" para hacer no se que cosas, disfrutaba de la melodía olvidando mi ubicación y mi destino, movía mi cabeza a los lados con sutileza siguiendo aquel son que ante mis oídos era perfecto.
Detuve mi andar frente a mi casillero, sin embargo un curioso detalle cautivo mi atención, un papel doblado a la mitad estaba incrustado en las tipo rejillas que tenía. Me extraño aquella nota, intenté asegurarme de que este fuera mi casillero, ingrese las llaves y solo asi supe que realmente era el mio.
