𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐌𝐎𝐎𝐍━━━━𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏

𝟏𝟐╎𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧

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Un poco de historia nunca le viene mal a nadie ¿O si? Bueno como sea, seguí mi recorrido por los pasillos y algo en particular cautivo mi atención, detuve mi andar y segui aquella dirección, justamente era el pasillo que llevaba directo a la cancha de juegos, mi bonita estaba ahí.

Demonios ¡Él señor esta de mi lado!

Avance con tranquilidad acercándome a ella, obvio no estaba sola y eso lo hacia más fácil. Connie siempre estaba con ella y ambos parecian discutir sobre algo.

Connie podrías ser muy su amigo y lo que quieras pero una mala palabra y créeme que te arrepentirás.

Forme una amplia sonrisa ¡No me costo hacerlo! Verla era motivo suficiente para sonreír, iluminaba mis días como el sol en las mañanas, ambos me vieron acercarme, sus preciosos azules en mi anatomía hicieron que la muñeca en mi estómago comenzará a jugar.

Por ella, me encantaba sentirme así, tenía un algo que me atraía perdidamente a ella, ¿Sus grandes azules? ¿Su delicado rostro perfilado? ¿Su pequeña estatura? ¿Sus delicadas manos? Había un algo que me atraía y me convertía en un completo idiota.

—¡Hey!— saludo Connie mencionando mi nombre— ¿Jugaras tu también?

Chocamos los puños en cuanto llegue a su lado, mis ojos viajaron a la diosa Afrodita frente a mi, sentía el nerviosismo recorrer mi cuerpo pero un detalle mando la sensación de placer a la mierda.

Su preciosa mejilla estaba teñida de un fuerte color rojo, aquella herida hizo que cada gota de sangra hirviera como si estuviera bajo fuego.

Hoy mismo conocerás al diablo Floch.

Como dijo Ariana Godoy en Heist:

Los monstruos no nacen, son creados.

Y Floch estaba alimentando al monstruo creado que llevaba dentro de mi. Forme una débil sonrisa extendiendo mi extremidad a forma de saludo.

—Hola.

—H-Hola— estrecho mi mano con aquella dulce timidez que la identifica.

Su tacto era más suave de lo que recordaba, tan inocente tan... puro. Existían mil motivos para enamorarme de ella, y cada día había más y más.

Que lindo es el amor.

—Mira, él es— Connie me presentó con ella.

Su rostro hizo que mi corazón se hiciera añicos pero al mismo tiempo que me sintiera reconfortado.

Me duele que no me recuerdes pero haré hasta lo imposible por ganarme tu corazón cariño. Porque ese solo es mio, de nadie más.