𝐁𝐋𝐔𝐄 𝐌𝐎𝐎𝐍━━━━𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏

𝟐𝟔╎𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐫𝐨𝐭𝐨

❝𝑨𝒍𝒆𝒙 𝑴𝒖̈𝒍𝒍𝒆𝒓❞

—¿Y es por eso qué estás así, Alexa?

Entorne los ojos porque era obvio que la cabeza de huevo de Connie no entendía nada de lo que mi boca trataba de decirle. Bufé con exageración y volví mi atención al Nintendo Swicht en mis manos, al final, Luca accedió a comprarme otro con la condición de no volverlo a perder o esta vez no compraría nada.

—Es más fácil hablar con la pared que contigo— murmuré bajito para mi misma.

Le había contado a Connie todo aquello que Levi me había dicho, pero, por dios, estoy hablando de Connie. Todo lo que le dije le entró por un odio y le salio por el otro o, probablemente, ni siquiera le entró por ninguno. Tenía curiosidad por ese caso, si bien, es cierto que me he mudado al menos dos veces debería saber sobre esto, pues, llegué aquí un año después del incidente.

¿Quién era la chica? No lo sabía, y me daba curiosidad y a la par... miedo.

Porque si descubría la identidad de la chica, existía la posibilidad de que ella aun quisiera a Levi tanto como él la amaba, ese detalle me lo dejó más que claro al final.

"—¿La quieres?

—No.—Negó de inmediato acariciando el dorso de mi mano con su pulgar, sus ojos azules miraban al frente sin ninguna atención— .Yo no la quiero.

—¿E-entonces?— inquiri más nerviosa de lo que quería sonar.

—La amo tanto como el primer día que la conocí— confesó."

Un golpe dolía menos, pensé justo cuando me confesó aquello. Negar que estaba dolida por esa respuesta sería una vil mentira, mis ojos ardieron y las ganas de llorar me invadieron ante esas palabras que convirtieron a mi corazón en polvo. No se como demonios logre contenerme y no llorar frente a él, sin embargo cuando me acompaño a clase dos pequeñas lágrimas rodaron por mis mejillas.

Gracias a la capucha de mi sudadera ninguna de ellas fue visible, la verdad es que ni siquiera había escuchado la clase de la profesora Nanaba, incluso fue una suerte que Levi ocupará una de las mesas delanteras.

Odiaba ese sentimiento, y juro por dios que lo hacía, un nuevo nudo se formó en mi garganta, sus palabras taladraban mi mente una y otra vez recordando aquello que siempre supe y que me rehusaba a creer porque en mi, yacía una pequeña luz de esperanza de que algún día, Levi me mirara; era una débil pero preciosa llama que mantenía viva mi corazón. Incluso cuando empezó a tratarme con esa delicadeza y sutil cuidado esa esperanza creció tanto que por primera vez, me hizo sentir suficiente.

Pero... ¡BOOM! Todo lo que sube tiene que bajar.

—¡¿Qué demonios estás haciendo Alexa?!— grito Connie con el ceño exageradamente fruncido mirando su Nintendo— ¡Haz algo maldita sea estamos a punto de perder!