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—¿Siempre eres así?
La pregunta de Farlan fue directa, él intentaba abrir una conversación pero era muy tímida para seguirle el ritmo. Levi me miro de reojo, obvio no siempre era así, sin querer queriendo, él fue testigo de ello.
—N-No.
—Ya veo— sonrió con calidez— Oye Levi ¿Me pasarías Cálculo?
—No.
Quise reírme, mire en dirección contraria siguiendo sus pasos, fue chistoso el puchero de Farlan y más aún la respuesta de Levi, ni siquiera lo pensó.
—Ahhhh ¿Por qué? Es la única que me falta.
—Porque ayer te explique lo que tenias que hacer.
—Pero— rasco su nuca mirando el suelo— No le entiendo es muy complicado.
Escuchaba pasos rápidos, intenté mirar sobre mi hombro y lo unico que pude ver fueron a dos mujeres correr en nuestra dirección, Hange e Isabel. Por instinto me hice a un lado cubriendo mi cabeza, podían hacerme caer sin siquiera notarlo.
—¡LIIIIIIIIVAAAAAIIIII!
—¡HOOOOLAAAAA!
La mirada de ambos hombres fue de terror, solté una discreta sonrisa mirando el suelo. Era divertido estar con ellos pero no me sentía cómoda.
—¡¿Por qué me dejaron?!— exclamó la peliroja— ¡No es justo que siempre me dejen!
—Estabas conversando, nadie te iba a interrumpir— respondió Levi de inmediato.
—¿Escucharon el rumor del pasillo?— comentó la castaña con una sonrisa—La chica esta que exploto por fruta.
Sentía mis mejillas arder, gracias a mi cabello eso era invisible para ellos, tanto como yo. Pues hasta el momento ninguna me había visto.
—No— respondió Farlan— ¿Y tú?— preguntó a su amigo.
¿Ya vez Alex? Siempre piensa antes de hablar.
—Si— cerré fuertemente mis ojos esperando el momento en el que me echará de cabeza— Discutí con Jack pero no se de donde sacaron esa estupidez de la chica.
¿No lo dijo? Abrí mis ojos y por suerte esquive a la persona que venía en dirección contraria empujando a Isabel.
—¡Oye!
—Lo siento— exclame volviendo a mi lugar, debo admitirlo, Isabel me intimidaba.
Todos me miraron y la vergüenza se apoderó de mi, poco a poco estaba perdiendo la timidez con Farlan pero que todos me vieran así me asustaba mucho. ¿Hice algo mal? ¿Les molesta mi presencia?
—Vaya— suspiró la de lentes— ¿Y esta niña? Si no se hubiera movido ni la habría notado— empujó con fuerza a Isabel acercándose a mi con una sonrisa, la peliroja estuvo a un pelo de caer— ¡Hange Zoe!— extendió su mano invitándome a estrecharla.
