Te encontre por casualidad

capitulo 37

Ese día de la cita fue increíble, ya que Gaara lo llevó a un Árcade donde se la pasaron jugando por 2 horas, ya que era divertido tener una competencia sobre quien ganaba más juegos, dando como ganador al pelirrojo pues este solía ganar la mayoría de puntos en algunos juegos, sin embargo eso no quería decir que siempre ganase, no claro que no, sus victorias iban muy parejas de 16 juegos que jugaron gaara ganó 9 y Naruto 7, ya que los últimos dos habían sido dificiles ya que eran juegos de estrategia, cosa que el rubio era superado en eso por el oji-aguamarina, ya que el era mejor en juegos de reflejos y de azar, pero sus estrategias eran poco efectivas contra Gaara.

Al terminar de jugar, fueron a un restaurante donde servían la comida favorita del rubio, casi nadie sabía ya que no solía comerlo mucho, puesto que llegaba a comer una cantidad exagerada de este platillo, lo cual no era bueno para su salud, dejando así que Gaara conociera otro dato que nadie sabía sobre el.

-Sabes Gaara, mis padres solían llevarme a comer ramen cada vez que hacía algo bueno, y me compraban todo lo que quisiese, aunque no lo hacíamos tan a menudo ya que mi mamá también lo adoraba- pequeñas lágrimas se formaron en los ojos de Naruto, ya que hace tiempo que no lo comía, no le gustaba comerlo solo, pero sus padrinos los últimos años no tenían tanto tiempo para salir a comer con el, y esto era algo que no queria compartir del todo con sus amigos -ella me paso su amor por el ramen.

-No lo sabia, pero me hace sentir feliz que me hayas compartido ese gusto que tienes al comerlo, me alegra haberte traído a comerlo- él pelirrojo se sentía feliz, ya que pareca que no había muchas personas que supiesen de este gusto, y que el lo haya compartido era un gran logro.

Terminaron comiendo 8 platos medianos Naruto y 3 platos medianos el pelirrojo pues también le había gustado bastante. Siguieron hablando hasta que al rubio le llegó un mensaje de su madrina:

-Oye Naruto, han pasado algunos días y no he visto que el carro negro que no se de donde salio se mueva de la casa, ¿que no es de Gaara?, mira no me molesta que salgas con el, pero no es estacionamiento mi casa para que se quede así-

Ante este mensaje el rubio recordó ese pequeño detalle por lo que le comento al otro chico sobre ese pequeño detalle, ocasionando que el pelirrojo se sintiese mal, ya que había olvidado por completo donde había dejado el carro, aunque uniendo cabos era por eso que sus hermanos últimamente tenían que compartir auto con alguno de sus compañeros de trabajo.

Decidieron ir a la casa del rubio por el auto, por lo que se subieron a su coche y en el camino se encontraron con los amigos de Naru quienes ya se despedían para irse, por lo que le pareció buena idea llevarlos a su casa aprovechando que se los había encontrado, así que se estacionó y les comento esto a sus caminos, y ellos aceptaron, principalmente Sasuke ya que el en la noche pasaba ese tiempo con Shikamaru y no podría si estaban todos en su auto.

Así que tanto Shino, como Neji y Kiba se subieron a la parte trasera de su auto, por lo que iniciaron su viaje, shino estaba en el lado izquierdo del asiento trasero, Neji en medio y en el otro lado estaba Kyba, quien solo pensaba que quería pasar más tiempo con él chico de las gafas oscuras y no podía por el tonto del castaño quien le ganó en subirse pero pensó que había sido coincidencia.

Aunque esto no fue de la nada, ya que el castaño se dio cuenta de lo incómodo que estaba el pelinegro de gafas estando al lado del Inuzuka, por lo que decidió impedir que fuesen lado a lado en el carro.

Empezaron a hablar sobre cualquier tema, llegando primero a la casa del Inuzuka quien se bajo solo despidiéndose mientras estaba un tanto enojado por no conseguir avances con el pelinegro, después llegaron a la casa del Aburame quien se bajo y agradeció por dejarlo en su casa, se despidió de los otros tres y agradeció a Neji por hacer eso con Kyba, lo que causó que las sospechas del oji perla se volviesen ciertas.

Llegaron a la casa del Hyuga, quien solo se despidió de ambos al bajar, pero regreso y beso la mejilla del oji azul, para por fin adentrarse en su casa. Esta acción ocasiono que el rubio se sonrojarse un poco puesto que lo había besado cerca de los labios y que Gaara se molestase un poco por ello.

Gaara se sentía un poco celoso por lo que antes de que el carro volviese a encenderse, se acercó al rubio y lo besó, ante esto el rubio gustoso acepto el beso, sintiendo como un rubor se formaba en sus mejillas y orejas, pero siguió el beso, este aumento un poco de intensidad con ello causando que el pelirrojo pidiese a Naru que abriese su boca con la lengua y este acepto, iniciando así una unión de sus lenguas, donde el dominante era Gaara, quien pasó sus manos por la cintura del rubio y este paso sus manos al cuello del otro, se separaron por la falta de aire, mostrando así los sonrojos claramente vistosos en su cara.

Prendió el carro y empezó a conducir hacia su casa, en el camino ninguno habló, ya que no sabían que decir, querían poder besarse más pero no podían al estar uno de los dos conduciendo, y mientras también se calmaban o tendrían un problema con sus hormonas.

Llegaron a la casa, en rubio apago el motor del carro y se dirigió hacia el lado donde estaba Gaara para abrir su puerta ya que este seguía perdido en sus pensamientos.

A Naru se le ocurrió una idea aprovechándose de la situación, abrió la puerta y poso su mano en la mejilla de Gaara mientras se acercaba a él y besaba sus mejillas, al sentir esto Gaara se sorprendió pero aún así atrajo al rubio hacia el abrazandolo.

-Gaara, me gustas mucho- esas fueron las palabras que rompieron el silencio que se había formado desde la casa de la familia Hyuga.

-También me gustas Naru, adoro estar contigo- susurro en su oído, una corriente eléctrica recorrió el cuerpo del rubio, haciendo que se pegase más al cuerpo del contrario.

Se quedaron unos minutos en esa posición, hasta que escucharon como se abría la puerta de la casa, saliendo así una señora rubio cenizo, quien se acercó a ellos.

-Ya decía yo que si eras tu el que había llegado- dijo al ver al rubio, pero derrepente volteo a ver al otro chico y se le ocurrió una idea -hola ¿como has estado? Me alegra que vinieras, ¿por que no te quedas a cenar con nosotros?

Ambos chicos se voltearon a ver y aceptaron la propuesta, así que los tres entraron en la casa y se la pasaron bien, mientras hablaban sobre cualquier cosa y Jiraiya se burlaba/amenazaba al pelirrojo, al final de la cena Gaara se tuvo que ir, pero estaba feliz, ahora ya se llevaba bien con los padrinos de el chico que le gustaba.

Abrió su coche y condujo a su casa donde sus hermanos al verlo llegar por fin con el coche, le pidieron una explicación de donde había estado el coche y donde había estado el ese día, así que se resigno a contarles, claro Temari preparo la sala como si fuese un a piyamada y tuvieron una larga charla mientras comían dulces, postres y helado.

Fueron pasando los días donde Naruto y Gaara empezaban a salir más después de comer con el equipo, o inclusive en los recreos, todo era miel sobre hojuelas con ellos, llegó el día del evento entre escuelas y gracias a las correcciones que hacía Gaara habían mejorado rápidamente, había más trabajo en equipo, lo cual era algo curioso ya que había algunos que siempre querían resaltar entre los demás.

Ganaron el evento de forma rápida, inclusive a las demás escuelas les había sorprendido esa rapidez para ganar, ya que en poco tiempo marcaban los 21 puntos, cosa que los equipos rivales solo lograban marcar 5 o 6 puntos.

Naruto estaba feliz ya que apesar de que eran buenos no solían ganar tan rápido, de hecho redujeron el tiempo casi un 40% y aun así también los puntos que anotaba el equipo rival.

Todo esto había sido a raíz de que Gaara empezó a ir diario a los entrenamientos y daba sus opiniones, hacían tácticas más elaboradas, entre un montón de cosas.

Claro se preguntaran y que paso con Neji, bueno pues el no podía pasar tanto tiempo con Naruto ya que entre Shino y Shikamaru siempre se lo impedían de formas estratégicas con tal de que no pasarán tiempo.