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Diciembre 2019.


La casa de seguridad estaba a las afueras de la ciudad, en una zona bastante alejada y a la que nunca en mi vida había ido. No había mucha gente en las calles, probablemente porque ya estaba cayendo el sol y no habían tiendas o discotecas en la zona, y los alrededores lucían bastante modestos para lo que normalmente veía en la zona empresarial.

Me recordaba a mi antiguo vecindario, en el que Youngmin y yo éramos vecinos. El vecindario en el que todo había empezado.


- ¿Y ahora que? - pregunté en cuanto cerraron la puerta detrás de nosotros.



Estábamos en un departamento de dos ambientes, uno que era una habitación y otro en el que parecían mezclarse la sala y la cocina... si es que se le podía llamar así al par de reposteros con una estufa de una sola hornilla y un lavadero tan pequeño que solo parecía entrar un par de platos.



- Esperamos. - respondió mi guardaespaldas, alcanzando del bolsillo interno de su chaqueta su teléfono. - Haremos un reconocimiento rápido, solo por protocolo, pero todo parece en orden así que puede llamar al señor Park.



Tome el teléfono en un parpadeo de ojos y marqué el número de memoria. Tal vez Yugyeom se había contactado con él, de la misma forma que yo lo había hecho. Tal vez, tenía más información de lo que había pasado. Cómo fuese, quería hablar con él, quería comenzar a responder las preguntas en mi cabeza antes de que estallara.

Esperé un par de segundos, antes de que Jinyoung respondiera. Por el ruido de fondo, supe que estaba en su auto, tal y como me había dicho.



- Jinyoung, estoy en la casa segura. - dije, antes siquiera de saludar. En momentos como esos, las formalidades estaban a un lado.

- Pásame a tu guardaespaldas.





El hombre y Jinyoung intercambiaron palabras por unos instantes, antes de que me devolvieran el teléfono.

A pesar de estar en una casa segura, mi ansiedad se había disparado por los cielos.



- Según el GPS, debo estar allí en 30 minutos. - me dijo. - Aún no tengo novedades para ti, pero espero tenerlas en cuanto llegue. Jackson se quedó haciendo averiguaciones y tu hermano está como loco llamando a sus contactos. - Jinyoung hizo una pausa para tomar un poco de aire y ordenar el resto de sus pensamientos. - Esto no se va a quedar así, Eun Sang, tenlo por seguro. Me aseguraré de destruir a quien sea que haya hecho esto. 

- Por el momento, solo quiero tener a Yugyeom de vuelta. - repliqué, sintiendo los latidos de mi corazón resonar en mi garganta. 

- Te veo en media hora.


x


- Eun Sang. - fue lo primero que Jinyoung dijo al entrar a la casa segura y tan rápido como un rayo, se acercó a mí para poder darme un abrazo. 


Jinyoung inhaló mi aroma, mientras sus brazos se apretaban con más fuerza a mi alrededor. Parecía necesitar que todos sus sentidos se convencieran de que yo estaba allí, sana y salva. 

Pero si bien me alegraba ver un rostro familiar, uno que tantas otras veces me había devuelto la calma con solo mirarme, no encontraba paz y no lo haría, no hasta saber que Yugyeom estaba a salvo también. 


- ¿Tienes algo para mí? - pregunté, en cuanto sentí el agarre de Jinyoung irse soltando poco a poco. 

Unperfect Match | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora