05.

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Febrero 2013.


- ¡Eun Sang! - se hizo escuchar una voz masculina por encima de los saludos y felicitaciones emocionadas de todas las personas que habían ido al último día de clases del año.


Busqué entre la multitud a quien me había llamado y noté que no era la única que lo hacía. Aquel grito había llamado la atención de toda mi clase y parte de los de último año.


- Hey, Choi Eun Sang. - llamó una de mis compañeras de clase. - Tu novio vino a buscarte en su auto.


Había tan poca verdad en esa frase que no pude evitar reír. Yo no tenía novio.


- ¡Eun Sang! - volvió a llamar el recién llegado, solo que esa vez sí pude ver su mano agitándose en el aire para llamar mi atención.


Kim Yugyeom. Vestido con el impecable uniforme de la mejor secundaria de toda la ciudad y su cabello bien peinado, me esperaba con una sonrisa.


- ¿Qué estás haciendo aquí? - le pregunté, cuando por fin pude cruzar la multitud de personas que se habían acumulado alrededor de su auto. - Esta parte de la ciudad no es para gente de Yongsan. - añadí, cruzándome de brazos, en un intento por hacer más creíble mi broma.


Yugyeom se quedó viéndome fijamente, dejando que los murmullos de mis compañeros fuesen el acompañamiento. Parecía estar disfrutando toda esa atención, no sobre él, sino sobre nosotros. Como si eso autómaticamente lo volviera más que una amistad.


- ¿No vas a felicitarme por haber terminado la escuela? - preguntó, ignorando por completo lo que yo había dicho.

- Felicidades. - respondí, simple y conciso.


Como si esa sola palabra activara el resto de su cuerpo, Yugyeom metió una de sus manos al bolsillo de sus pantalones y sacó las llaves del auto. Le vi hacerlas tintinear frente a mi rostro por unos segundos, para luego presionar el botón que desactivaba la alarma.


- ¿Quieres dar un paseo para celebrar? - ofreció, dando un paso al costado para que yo tuviese el camino libre hacia el auto.

- ¿Desde cuando tienes licencia? - demandé saber, antes de mover un solo músculo.

- Un día. - replicó, encogiéndose de hombros. - ¿Tienes miedo?

- ¿De ti?


Yugyeom me miró con los ojos entrecerrados, esperando su respuesta.


- Claro que no. - respondí segura.


Yugyeom se había adueñado de mi confianza como si esta le perteneciera por derecho y él parecía ya saberlo.


- Entonces, ¿qué estamos esperando?


x


- ¿Cómo estuvo tu último día? - pregunté, mientras veía la ciudad pasar por mi ventana.

- Ya sabes. Emotivo y esas cosas. - replicó, inclinándose ligeramente para girar en una esquina. - No son tan efusivos en Yongsan. La mayoría de mi clase irá a estudiar fuera o se irá de vacaciones, así que tendremos una ceremonia oficial en la noche y luego, el comité de padres insistió en tener una cena de gala para celebrar. ¿Adivinas en dónde?

- ¿Paradise?

- Paradise. - afirmó él. - Es hoy en la noche y de verdad, me gustaría que fueras conmigo.

- ¿Yo? - pregunté incrédula y luego, simplemente reí, suponiendo que bromeaba.


Pero Yugyeom no rió. De hecho, se veía muy serio.


Unperfect Match | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora