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Agosto 2016.

Bunny96: Entonces, ¿estás seguro que no nos hemos visto en persona antes? 

Brownie95: Tal vez. 

Bunny96: ¿Qué significa eso? 

Brownie95: Que pueda que nos conozcamos, como pueda que no." 


"Se ha tomado un screenshot."

"Se ha enviado una foto a Presidente de la compañía"


"¡KaTalk! ¡KaTalk!"

"Presidente de la compañía: ¿Puedo usar esa frase? Voy a usar esa frase... Primero, conseguiré alguien a quién decírsela y luego, la utilizaré." 

"Pequeña genio: Jinyoung, solo Jackson y tú saben mi nombre de usuario. ¿Hay algo que me quieras decir?"

"Presidente de la compañía: Te olvidas de Youngjae."


- ¿Eun-ah? - llamó mi madre, haciéndome quitar la vista de mi teléfono de inmediato.


Ella entró a la habitación apoyándose en su andador. En nuestro tiempo en China, la terapia le había ayudado a pararse y caminar distancias cortas. Eso nos había alegrado a ambas y le había devuelto la chispa de esperanza a los ojos de mi madre. Sin embargo, en esa ocasión, entró a la habitación con una expresión de preocupación que me puso alerta.


- Quiero hablar contigo. - prosiguió, en cuanto logró llegar a mi lado. 

- Claro, mamá. - repliqué de inmediato, levantándome para poder ayudarla a sentarse al borde de la cama. - ¿De qué quieres hablar? ¿Estás teniendo dolor por la terapia?


Mi madre negó con la cabeza y mantuvo la mirada en el piso alfombrado de la habitación que me habían asignado los Wang para mi estadía. 


- Es sobre este lugar.

- ¿La casa de los Wang? - ella negó. 

- China. - especificó con un tono de voz lejano, como si no estuviesemos al lado de la otra, sino a kilómetros de distancia. - El tratamiento está tomando más tiempo del que pensamos y sé que quieres quedarte conmigo todo el tiempo que puedas, pero tienes una vida en Corea, una universidad, un trabajo y, sobretodo, una familia a la cual regresar. 

- No entiendo por qué me estás diciendo todo esto, mamá. - le dije, intentando conectar nuestras miradas. - Si es necesario que deje todo un semestre, no hay problema. La universidad, mi trabajo y mis amigos seguirán allí cuando regrese. 


Por segunda vez, mi madre negó con la cabeza. Pero en esa ocasión, levantó el mentón para poder dirigirme la mirada. 


- Lo que te estoy intentando decir, Eun-ah, es que tú tienes algo a lo que regresar en Corea. - continuó hablando y sin que me diese cuenta, tomó mi mano entre las suyas. - Yo ya no lo tengo, cariño. Lo único que me mantenía aferrada a Corea eran tú y tu padre. He echado fuera de mi vida a tu padre, como debí hacer en un principio, y tú ya eres una mujer grande y resuelta, una mujer que puede conducirse por la vida sin la necesidad de una madre detrás de ella. 

Unperfect Match | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora