21.

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Abril 2016. 


- Estoy rumbo al estacionamiento. - dije al teléfono, mientras aceleraba el paso con mis brazos aferrados a mi laptop. - ¿Te encuentras bien? 

- No. - replicaron del otro lado de la línea. - De verdad necesito hablar contigo. 


Youngmin había llamado varias veces, mientras estaba en clase, y no le había podido devolver la llamada hasta que había salido. Pero en cuanto me había contestado, me arrepentí de no haberlo hecho antes. Algo andaba mal. 

Tenía la respiración acelerada y su voz se quebraba por momentos. Aunque no le veía, se notaba asustado, como si sintiese que alguien o algo le perseguía para hacerle daño. Y eso me asustó. Ese no era él, no era el Youngmin de siempre. Se parecía al Youngmin del 2012, en medio de su momento más oscuro. 


- Estoy cerca del lugar en el que quedamos en encontrarnos con los chicos, puedo llegar antes y darnos un tiempo para conversar. - sugerí, acelerando más el paso, casi trotando. - ¿Te parece bien? 


Saqué mis llaves de mi bolso para buscar mi auto y presioné el botón de la alarma para ubicarlo más rápido. Las luces parpadearon unos cinco metros más adelante, iluminando a los autos a su lado y a una silueta detrás del mío.


- Está bien. - aceptó Youngmin, seguido del repiqueteo de sus zapatos por el suelo brillante de nuestro edificio. - ¿En qué calle estaba exactamente? 


Intenté prestarle toda mi atención a Youngmin, pero la silueta de hombros anchos se dio la vuelta para poder ver dónde se encontraba la dueña del auto. En cuanto lo hizo, en cuanto su rostro fue visible para mí, se me fue dificil ignorarlo. 


- ¿Yugyeom? - pregunté en voz alta, cuando pretendía que solo fuese en mi mente.


El heredero Kim sonrió en cuanto escuchó su nombre salir por mi boca y con las manos en los bolsillos, se acercó a mí tomándose su tiempo para dar cada paso. 

No entendía qué hacía allí. No "allí" en la universidad de Yonsei porque, después de todo, él también era estudiante, sino "allí" junto a mi auto. 


- ¿Disculpa? - escuché del otro lado de la línea, haciendo que reconecté con la realidad. 

- Youngmin, no, lo siento. - me apresuré a decir, cuando a Yugyeom solo le faltaban un par de pasos para llegar a mí. - Me encontré con alguien en la universidad. ¿Te puedo volver a llamar? 


Youngmin guardó silencio por un largo rato, mientras Yugyeom observaba curioso lo que sucedía y yo rogaba que el calor que sentía en mis mejillas no fuese por estar sonrojandome. 


- Lo arreglaré solo. - replicó, frío, cortante, haciendo que me arrepienta de la forma en la que había formulado mi pregunta. 

- Youngmin, no quise...

- Déjalo así. - interrumpió. - Ya entendí. - añadió, antes de cortar. 


Alejé el aparato de mi oreja sintiéndome fatal. Youngmin nunca llamaba para pedir ayuda, ni siquiera en el 2012, cuando había intentando acabar con su vida. Y yo no había sido capaz de responderle de la mejor forma. 

Unperfect Match | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora