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Agosto 2013.


- Eun Sang-ah. - llamó la voz de Youngmin, obligándome a quitarle la mirada a mi teléfono y al último mensaje que le había enviado a Yugyeom el mes anterior, el mismo que todavía seguía sin respuesta.


Guardé mi teléfono en el pequeño bolso que cargaba conmigo y me levanté del asiento en la parada de bus, justo a tiempo de verle llegar corriendo.

Youngmin se apoyó sobre sus rodillas para recuperar el aliento, dándome tiempo suficiente de sacar unos pañuelitos descartables de mi bolso y entregárselos. Él sonrió entre jadeos y secó su frente perlada de sudor por la carrera que acababa de darse sin quitar la sonrisa dulce de su rostro.


- Lamento haberte hecho esperar, Eun Sang-ah. - me dijo, una vez recuperado. - La terapia tomó más de lo esperado.

- Está bien. - me apresuré a replicar con una sonrisa. - No me molesta en absoluto.

- ¿Todo bien en Paradise? - preguntó, cuando comenzamos a caminar uno al lado del otro.

- Sí, solo tenía que asegurarme que todo estuviese listo para el evento. - conté animada. - Bo Young unnie estaba allí también, así que acabamos pronto.


Youngmin escuchó atento cada una de mis palabras, como si mi día fuese lo más interesante del mundo, y cuando terminé, asintió un par de veces, haciendo sus ojos casi desaparecer al sonreír más de lo que ya hacía.


- ¿Qué tal te fue en la terapia?

- Ya sabes, querían ver cómo me estaba yendo y qué era lo que ocupaba mi tiempo hoy en día. - contó, mientras con una mano señalaba una cafetería en la esquina próxima. - Volvimos a tener esa dinámica de listar nuestras cosas favoritas en el mundo.

- ¿Los rayos del Sol siguen estando en primer lugar?


Youngmin guardó silencio por unos segundos, los segundos que le tomaron abrirme la puerta de la cafetería y dejarme pasar primero. Parecía estar tomándose su tiempo para formular bien su respuesta.


- Están en la lista, pero no en el primer lugar. - replicó, volteando a verme fugazmente, como si algo le avergonzara.

- ¿Me dirás qué es lo que ocupa el primer lugar? - quise saber, dejando que la curiosidad me controlara. - ¿O es un secreto?


Él negó un par de veces con la cabeza, dejando que el espacio se llenara con su risa grave y profunda.

Su risa era de mis cosas favoritas en ese tiempo. Su risa lograba sacarme una a mí y podía darle un poquito de color a los días tan grises que tenía constantemente.


- No sé cómo lo vayas a tomar. - dijo bajo y utilizó el menú de la cafetería para ocultar su rostro por unos segundos.


Mi corazón dio un salto extraño en mi pecho, suponiendo lo que podría querer decir Youngmin con aquello. Pero preferí acomodarme mejor en mi sitio y esperar a que él dijera algo.

Youngmin no solía adoptar ese tipo de actitud conmigo. Había la suficiente confianza entre ambos para contar ese tipo de cosas. Por eso se me hacía tan extraño que quisiera prolongar el tiempo para responder. 


- Tú. - logré escuchar detrás de aquella improvisada barrera de cartón. - Tú te has convertido en mi persona favorita.


El silencio reinó entre ambos, mientras Youngmin llevaba el menú de regreso a la mesa. No podía parpadear, ni siquiera podía respirar. Aquella respuesta me había tomado por sorpresa y me había dejado sin palabras.

Unperfect Match | Kim YugyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora