EPÍLOGO -EL DISTANTE FUTURO-

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En constante caída, Lucio se encontró en el vacío infinito. No terminó de despertar, cuando creyó se víctima nuevamente del sueño de la muerte. Pensó: "Es mi castigo, yacer en la nada hasta el fin de los tiempos, por mis crímenes contra la voluntad de los cielos y por perjurio a lo más amado". De repente, una voz le habló, y mucho lo consternó: "Count Lucio vuestro destino no se ha de reducir a esto. ¡Tomad!, he aquí la espada del óbito, la mortal guadaña; porque el Angelus Mortem reside dentro de vos, y derecho poseéis a utilizar su fuerza a vuestro beneplácito. ¡Blandid la espada!,¡y desentrañad el tabú del tiempo y el espacio! Abrid un portal hacia un lugar y tiempo donde Lord Daniel no sea siquiera ni una historia contada. Porque él os ha olvidado y vuestra ausencia ni ha echado de menos". Y entonces le mostró como aquél vivía su novel vida de príncipe y cuán dichoso era, omitiendo que mucho lo extrañaba y varios planes trazaba para encontrar su paradero; y el otro mucha tristeza sintió, pero después la rabia y la envidia volvieron a surgir y lo dominaron, y movido por estos sentimientos de revancha, así hizo; y una puerta abrió hacia un sitio donde aquél no existiera, una tierra muy lejana, concebida allá en el futuro distante de otra realidad.

 Y entonces le mostró como aquél vivía su novel vida de príncipe y cuán dichoso era, omitiendo que mucho lo extrañaba y varios planes trazaba para encontrar su paradero; y el otro mucha tristeza sintió, pero después la rabia y la envidia volvieron...

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LORD La Historia de Daniel y LucioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora