XVI.

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Ya comenzaba a acercarse las vacaciones de verano dando así finalizado el primer periodo, sin embargo con ello también llegaban los exámenes finales. Se sintió nerviosa al encontrarse en la casa de los Sano, pues Emma la había invitado a estudiar junto a su mejor amiga.

Limpió el sudor de sus manos en su vestido negro mientras tocaba el timbre. La puerta fue abierta por un desconocido de cabello blanco y ojos morados, que la miró con confusión escaneándola con la mirada. La joven se sonrojó a más no poder, tartamudeando.

─¿E-Está E-Emma?

El hombre recordó ahí que su hermana le había comentado sobre su amiga y la cita de estudio. Como Hinata ya había llegado, olvidó por completo que no sería la única invitada. Abrió la puerta dejándola pasar regalándole una pequeña sonrisa observando con diversión el manojo de nervios.

─Soy Izana, hermano mayor de Emma ─informó comenzando a guiarla dentro del hogar ─. ¿Eres la amiga de Mikey?

─¡H-Hai!

Sin duda, daba ternura. Tocó la puerta de la habitación, seguidamente siendo abierta por Emma. Esta chilló emocionada tomando del brazo a su amiga y tirando de ella cerrando la puerta en la cara al mayor, que rodó sus ojos irritado, luego sonriendo con malicia.

─Oh, Man-Ji-Ro~

Entró sin tocar a la habitación de Shinichiro. Ahí se encontraba el nombrado leyendo un manga sobre la cama de su hermano mayor, este otro se encontraba en su taller. Miró con irritación a Izana, que se lanzó a la cama a su lado sonriendo en grande.

─¿Sabes? Me recuerdas a un zorro ─le dijo Mikey ─. Molesto, astuto y traicionero.

─¿Es un cumplido?

─Solo tú lo tomarías como un cumplido ─masculló el menor.

Claro que lo tomaba como un cumplido, era más que conocida su extrema maldad dirigida sutilmente a todos menos a Shin y el abuelo. No dejó de sonreír observándolo leer el manga.

─Adivina~

─No.

─Adivina~

─No.

─Adi...

─¡Demonios!

Dejó el manga de lado girando a su hermano con su ceño fruncido y clara molestia. Le irritó aún más ver su sonrisa, la cual le daba aún más razón para llamarlo zorro.

─¿Qué quieres?

─Nada, ¿no puedo hablar con mi querido hermano?

─No, lárgate.

─Bueno, bueno ─se burló girando sobre la cama para mirar el techo ─. ¿Sabes? Emma se llevó tu caja de dorayakis~

No tuvo que decir nada más, Mikey se levantó de un salto. Rió para sus adentros siguiendo al rubio, que caminaba con aún más molestia saliendo de la habitación de su hermano y adentrándose a la casa.

─¡Emma!

Abrió la puerta de su hermana de golpe más que dispuesto a quemar a cenizas la habitación, luego paralizándose. Su mirada se detuvo en cierta albina, mirando el lindo vestido negro que dejaba al descubierto sus pálidas piernas ya que se encontraba sentada en el suelo con ellas estiradas.

─¡Toca la maldita puerta, Mikey!

Hinata rió, no era la primera vez que algo como eso sucedía con alguno de los hermanos de su mejor amiga y estaba segura que no sería la última.

─Estúpido zorro ─maldijo pasando su mirada a Izana, quien desapareció del pasillo riendo a carcajadas.

¿Por qué sigues cayendo en la misma estúpida broma? Se regañó a sí mismo sintiendo la calidez en sus mejillas.

─Venía a... estudiar con ustedes ─mintió cerrando la puerta a sus espaldas y ganando otra exclamación por parte de su hermana.

─¡No te invité!

─Es mi casa, también.

Tomó asiento a un lado de cierta albina que lo miraba sonrojada como siempre. ─Se suponía era tarde de chicas.

─Finjan que no estoy ─comentó distraído sin apartar sus ojos de la chica sentada a su lado, que le regaló una tímida sonrisa llevando uno de sus mechones tras su oreja.

─Yo no puedo ayudarte en tus tareas, pero tú sí en las nuestras, ¿no?

Recordó el día en el que se conocieron donde le dijo que no podría ayudarlo y con ello el rostro triste que se mantuvo en la cara de aquella chica por el resto de detención sintiendo culpa dentro de él.

─Fui realmente duro contigo esa vez.

─No pasa nada, ya no lo eres y eso es lo que importa.

Hinata miraba con curiosidad al par mientras que una vena se mostró en la frente de Emma.

─¡Dejen de coquetearse y vamos a estudiar!

Ambos se sonrojaron mirando a la enojada rubia. La otra chica rió divertida por la extraña situación que se vió envuelta y las curiosas reacciones del par. Los hermanos discutieron un poco antes de comenzar a estudiar, él viéndose obligado a ayudarlas tras meterse él solo en esa situación.

Cuando terminaron, el único chico tomó eso como una oportunidad para robar a la albina de las garras de su hermana con la excusa de que traerían algo para beber. La guió por el pasillo en busca del "estúpido zorro" sin encontrarlo, lo que lo alivió de sobremanera.

─¿Dónde queda la cocina?

─No iremos a la cocina.

─¿N-No?

─Nop~

detention➨ s. manjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora